Por primera vez en toda la temporada, el público vallisoletano aplaudía orgullosamente a los suyos, agradeciendo el esfuerzo demostrado durante gran parte del encuentro ante el imbatido Real Madrid, al que les ha puesto en apuros en más de una ocasión, provocando el enfado de Pablo Laso con los suyos, ya que nadie podría creer lo que se vería en la cancha: los dos polos opuestos de la competición se enfrentaban de tú a tú en la pista central del Pabellón Pisuerga. La abismal diferencia entre las plantillas llegaría tarde o temprano y el marcador comenzó a posicionarse de manera lógica y favorable hacia el Real Madrid al poco de comenzar el último cuarto del choque hasta llegar a la diferencia final de 22 puntos para los madridistas. Diferencia que, pese a todo, no reflejaba el valor mostrado por los pupilos de Ricard Casas.

Punto de inflexión para allanar el camino

Si algo era notorio tras el encuentro, era el sentimiento de satisfacción general que se respiraba en el Pisuerga, especialmente por parte de la últimamente muy crítica afición pucelana a la cual Ricard Casas destacaba: “La afición ha aplaudido a los jugadores, ha reconocido este esfuerzo y el objetivo lo hemos logrado”, recalcando que “ganar no era la cuestión hablada, aunque siempre compites con lo que el partido te da”. Casas era consciente de que el ritmo del encuentro fue “favorable” para los suyos “en los primeros 20 minutos y también en el tercer periodo”, lo que hacía que el Madrid se viese forzado “a aumentar su intensidad defensiva, ya que estábamos enchufados”. El problema llegaba cuando “el Madrid consiguió mantener esa intensidad hasta que nosotros no hemos aguantado más”, dando como resultado que “el marcador empezara a desequilibrarse”.

Lo que se cuestiona ahora todo conocedor de la actualidad de este imprevisible CB Valladolid es el límite y la capacidad de esta cuestionada plantilla, preguntándose si este partido servirá como punto de inflexión de cara al futuro próximo, a lo que Casas respondía que “competir es algo que nos cuesta, y hoy lo hemos sabido sacar. El trabajo constante tiene que salir alguna vez por algún lado”. Quizá el jugar contra el Madrid suponga un estímulo extra para todo equipo actualmente, pero el técnico lo negaba argumentando que “hemos tenido estímulos más importantes a los que no hemos respondido”, a lo cual sacaba la lectura positiva de que “se ha hecho lo que se tenía que hacer y se ha jugado con orgullo y nos debe servir para sacar la satisfacción de que con esta intensidad de trabajo se puede estar a un nivel competitivo como en este partido”. La competición se encuentra en su punto medio y es momento de afianzar objetivos, algo que el técnico de Manresa tiene muy presente en su cabeza debido a que “la situación del CB Valladolid es muy difícil, pero tenemos muchos partidos en casa y toda la segunda vuelta por delante”, haciendo hincapié en que “el motor para el objetivo final es la actitud y el juego desplegado en este encuentro” y que el próximo partido será precisamente como local para el CB Valladolid frente al Tuenti Estudiantes al que Casas evaluaba como “lógicamente muy importante y habrá que competir al máximo; la conciencia es clara”.

El caso Jason Rowe seguía en el aire, así como la preocupación de que continúen los movimientos y cambios en la plantilla pucelana. “El club hará lo que haga falta en estos casos”, tranquilizaba Casas, puntualizando además que “Rowe es un jugador al que yo entreno, y entre él y el club habrán arreglado lo que tenían que arreglar”. Precisamente, la cuestionada posición de base “es débil”, aunque el entrenador del CB Valladolid matizaba que “no es la posición más débil porque tampoco somos un equipo fuerte”, a la vez que finalizaba de nuevo satisfecho por la actuación del recién llegado Drenovac.

Un partido “diferente” para el Real Madrid

Para Pablo Laso, la igualdad tenía una razón muy clara y esa fue “el acierto en los tiros de tres del CB Valladolid, que era lo que les mantenía en el partido”, lo cual no quitaba algo de culpa a los suyos mostrándose un tanto crítico, matizando que “nosotros defensivamente tampoco hemos estado bien en el primer tiempo”. Las cosas comenzaban a cambiar tímidamente tras el descanso, algo con lo que Laso analizaba positivamente que “pese a todo siempre hemos ido por delante en el marcador”, mostrándose feliz por una victoria más para sus pupilos, a los que felicitaba nada más empezar su discurso. “Ganar en ACB nunca es fácil”, puntualizaba.

Este encuentro enfrentaba a los 'David y Goliat' de la competición y lo que, en principio, aparentaba una contienda cómoda para el más fuerte, el colista se lo ponía difícil durante casi todo el partido, algo que Laso reflejaba en sus palabras: “Siempre hay que respetar al rival y el Valladolid es un equipo que merece ese respeto”, al que elogiaba afirmando que “tienen capacidad para hacer puntos y han jugado con mucho ritmo y mucho acierto, complicándonos el partido”, cualidades que se desmerecían tras el descanso ya que el Madrid salió “bastante mejor sobre todo defensivamente y manteniendo el ritmo ofensivo”.

Consciente de su liderazgo en la competición nacional, Laso puntualizaba que cada partido es igual de importante ya que “siempre nos estamos jugando algo, ya sea entrar en la Copa del Rey o en el Top 16 de la Euroliga” de cara a que tanto él como sus jugadores tienen que tenerlo siempre presente. Por eso, consideraba este un partido en el que necesitaba que “jugadores que no disponen de tantos minutos también aportasen, más aún con las bajas de Carroll y Mirotic, a quien decidimos que no sería bueno haberle forzado”, pensando en su preparación para la inminente fase final de la Copa del Rey.

Imagen: ACBmedia