Aunque ya lo había adelantado la Cadena SER, Juan Vela y Felipe Martín confirmaron oficialmente la continuidad de Ricard Casas como primer entrenador del Club Baloncesto Valladolid. Se había creado una gran incertidumbre después de que el coach catalán pusiera su cargo a disposición del club tras la bochornosa derrota sufrida ante el Estudiantes.

El presidente y el gerente de la entidad morada tomaron la decisión tras 24 horas de reflexión y conversaciones entre ellos, los miembros del Patronato de la Fundación Baloncesto Valladolid –accionista mayoritario del club– y el propio Casas. Una determinación que choca con la opinión de un importante sector de la afición, que considera al entrenador de Manresa el principal culpable de la nefasta situación deportiva del equipo morado.

Crítica a los jugadores y defensa a Casas

En cuanto a las razones que les han llevado a no aceptar el amago de dimisión que Ricard Casas planteó en la sala de Pisuerga el pasado sábado, Vela Martín aclararon que veían al técnico “con fuerzas”, siempre que se produjeran cambios en la dinámica de la plantilla. “Hay jugadores que no están sudando la camiseta ni están siendo dignos con este club”, aseveró rotundamente el gerente morado. No especificó quiénes, aunque indicó que “están en la cabeza de todos” y que los había visto “reflejados en las crónicas” de los últimos días.

En ese caso, todas las quinielas apuntan a Jason Rowe, Nedzad Sinanovic Marcos Suka-Umu como los principales señalados por su falta de actitud y de profesionalidad. En el caso de este último, se le han abierto dos expedientes disciplinarios. Juan Vela ejerció el papel del poli bueno y trató de suavizar algo la crítica contra los integrantes de la plantilla, aseverando que “el vestuario no es una bomba, porque expedientes hay en todos los clubes y los chicos vienen a entrenar y trabajan”, pero, en su opinión, “no están dando el rendimiento que se les exige”.

Felipe Martín ponderó con detalle y profusión las cualidades de Ricard Casas, señalando entre otras que era un “exquisito conocedor a nivel táctico, una buena persona con los jugadores y un ejemplar trabajador del día a día”. El gerente pucelano, que se mostró mucho más crítico con el equipo que el presidente, dijo que el entrenador pucelano acababa "más sudado que los jugadores en los partidos”, tratando de destacar su esfuerzo, sacrificio y dedicación. "Aquí el único que ha demostrado que es ACB es Ricard Casas, nosotros no lo hemos demostrado", añadió Vela. 

Por lo que respecta a cuánto se va a prolongar la era Ricard Casas, en principio es algo que no preocupa demasiado al presidente, porque “el plano deportivo no es el prioritario en estos momentos, sino el de la consolidación económica”. Vela trató de esquivar la pregunta sobre si el técnico catalán acabaría la temporada o, más allá, si seguiría al frente del equipo el año que viene –muy probablemente en LEB, de no ser que un año más no haya ascensos–. Finalmente, reconoció que “este año seguirá si él tiene fuerzas” y, por lo que respecta a la 2014/2015, “no es un escenario que descarte”, aunque aventuró que “igual el que no sigue es Juan Vela”. Lo que sí quedó claro es que la confianza no es tan absoluta como la que hace no muchas semanas mostraba el propio Vela en el mismo escenario, cuando aseveraba rotundamente que Ricard Casas sería el entrenador la campaña próxima, “pasara lo que pasara”.

Disculpas a una afición engañada

Los dos principales gestores de la institución pucelana –los dos únicos visibles desde hace meses, aunque en la sala de prensa también estaba el patrono y concejal del Ayuntamiento Luis Antonio Gómez– señalaron que se iban a reunir con los jugadores para “buscar soluciones y corregir la situación”. Entre esas posibles vías de actuación, está también, en función de las posibilidades económicas –limitadísimas– la de cortar a algunos jugadores, “aunque no sólo, sino también la de abrir expedientes disciplinarios y recordarles la exigencia, porque igual no se ha sido lo suficientemente exigente con ellos”, explicó Martín.

Más allá de la cuestión deportiva, sorprendió la autocrítica que tanto Juan Vela como Felipe Martín realizaron sobre su propia gestión y sobre su forma de plantear la temporada ante la afición pucelana. El gerente vallisoletano llegó a admitir que habían “engañado a la afición por venderles una ilusión” en la que ellos tenían que creer y que por tanto “había que vender”. Incidió en el hecho de que en el baloncesto la calidad y el dinero van unidos: "Intentamos romper ese binomio y nos equivocamos, porque en el baloncesto normalmente dos más dos son cuatro". Sin embargo, el presidente subrayó que “no había otra opción que salir en ACB, era eso o hacer una lápida en la que pusiera CB Valladolid 1976-R.I.P. 2013, algo que no podíamos hacer por respeto a los trabajadores y a los proveedores, y por supuesto porque es el club de la ciudad”.

Ambos dirigentes pidieron disculpas a la parroquia morada, incluso por el comportamiento de los jugadores, y se responsabilizaron de la debacle deportiva del club. Agradecieron a la prensa su comportamiento ejemplar con el equipo este año, también al Ayuntamiento por su implicación, con especial mención al alcalde León de la Riva, y remarcaron que el club tiene futuro y están trabajando en él. “Pensamos más allá de esta Liga Endesa, donde obviamente ya no hay muchas opciones”, confesó Felipe Martín, mientras que Juan Vela matizó que “de lo que sí hay que preocuparse es de la dignidad”.