Más enérgico y positivo que nunca se mostró Ricard Casas en su comparecencia ante los medios. Aunque quede toda la semana por delante, se habló del próximo compromiso del CB Valladolid ante UCAM Murcia. “Vamos a ir a tope, no volveremos a decepcionar en nuestro esfuerzo, la gente volverá a ir contenta al pabellón”, aseguró el técnico morado con la misma intensidad que pide a sus hombres para el partido.

El jefe del banquillo vallisoletano fue más allá y se atrevió a pronosticar –“hay que ser valiente”, aseveró– un final de temporada digno. “Por el club, por nosotros, por la afición, por vosotros mismos –en referencia a los periodistas–, por todo el mundo”. “Vamos a terminar bien la temporada, como se merece”, anunció con firmeza.

Fue una rueda de prensa distendida y extensa, en la que el entrenador de los pucelanos habló de muchas cosas. Entre otras de las posibilidades que tiene el equipo de permanecer deportivamente en ACB. “Son muy pocas, y habiendo perdido en Bilbao aún menos”, reconoció. “Por eso nos tenemos que centrar en ganar partidos”.

El refuerzo que no llega

Con este panorama, hay mucha gente que discute la necesidad de traer a un nuevo jugador que sustituya a Sinanovic. Las mismas dudas que se generaron cuando se decidió fichar a Lamont Mack y a Armon Johnson se vuelven a plantear ahora y la respuesta del club es la misma que entonces. Casas lo tiene muy claro. “Merece la pena luchar hasta el final al máximo de nuestras posibilidades y con los mayores recursos que podamos tener”.

Sin embargo, ese refuerzo aún no ha llegado y, en palabras del entrenador manresano, la tarea está siendo muy complicada, ya que hay pocos jugadores y tienen reticencias a la hora de venir a Pisuerga. Ello pese a que se está buscando en LEB y la oferta deportiva de jugar en ACB –“y disponiendo de minutos, ya que sólo hay tres pívots”, recordó el técnico– pueda parecer a priori muy atractiva.

Casas lamenta sobre todo las dificultades a la hora de realizar los entrenamientos. “En la cantera no hay jugadores que puedan entrenar a este nivel, es Jorge –así llama cariñosamente a Drenovac– quien completa el cuarteto”, comentó el coach morado, que afirmó igualmente que “si no se puede fichar a nadie, se traerá a alguien al menos para que entrene”. Ahora mismo, parece improbable que esa incorporación pudiera llegar antes del encuentro frente a los murcianos.

El futuro, muy en el aire

Por otra parte, Ricard Casas se refirió al futuro del club y al suyo propio. “Estoy contento con el trabajo que se está realizando en este sentido, positivizando a jugadores jóvenes con buena mentalidad y la mejor muestra de ello es la renovación de Iván –Martínez–”. No obstante, no tiene nada claro si su sitio el año que viene seguirá pasando por el banquillo de Pisuerga. “No hemos hablado aún de esa posibilidad”, desveló Casas, aunque admitió que se encuentra a gusto y que se ha integrado bien en la entidad. “El club me ofrece trabajo”, puntualizó.

Estas palabras, que a alguno le podrían parecer conformistas, son en realidad todo un reflejo de amor al deporte de la canasta y de agradecimiento por poder hacer aquello con lo que disfruta el actual técnico morado. “En los momentos difíciles, como los ha habido este año en lo deportivo, es cuando hay que recordar que tengo un privilegio, porque hago lo que me gusta y yo no vendo cosas sintiendo otras, así que me aguanto lo malo”.

En la decisión sobre su continuidad no influirá el hecho de que el CB Valladolid esté en ACB o en LEB, como parece lo más probable si River Andorra certifica económicamente el ascenso conseguido en la pista. “Yo soy entrenador de baloncesto, independientemente de la categoría, aunque como todo el mundo siempre tengo derecho a la máxima ilusión y al máximo reto personal”.