Ya lo había advertido Ricard Casas en la previa. El CB Valladolid estaba desanimado, por la falta de triunfos y por otros muchos factores, entre ellos los retraso en el pago de las nóminas. Ese estado de ánimo se vio perfectamente reflejado en la mañana del domingo en Illumbe, ya que los pucelanos jugaron a ráfagas, con muy poca intensidad en defensa y bastante anarquía en ataque, recordando en muchos momentos al equipo triste y sin ideas de la mayor parte de la temporada.

El Gipuzkoa Basket supo sacar ventaja de esa circunstancia a la perfección. Sin hacer un partido brillante y pese a estar mermado por las bajas, los de Sito Alonso no tuvieron excesivos problemas para deshacerse de un conjunto morado que se mostró como un juguete deshilachado en los últimos minutos. Javi Salgado y David Doblas fueron los ejecutores principales del triunfo guipuzcoano, que tuvo su lado amargo en la lesión de Charles Ramsdell.

Dos primeros cuartos muy distintos entre sí

El CB Valladolid fue Dr. Jekyll y Mr. Hyde en la primera mitad. Dos equipos muy distintos, con Armon Johnson y sin el base norteamericano en la pista. En los primeros compases se vio vapuleado por un Gipuzkoa Basket que inició el partido con las ideas muy claras, martillear el aro desde fuera, buscando tiros rápidos y aprovechando el acierto de Charles Ramsdell. Sin que les diera tiempo a los –escasos– espectadores que acudieron a Illumbe a sentarse en sus butacas, se puso 11-0 arriba.

Pero el conjunto visitante demostró en un abrir y cerrar de ojos que es capaz de encadenar rachas anotadoras y posee hombres de calidad en este sentido. Lamont Mack, Omari Johnson, el propio Armon Johnson… Sin un patrón de juego demasiado definido en ataque, más allá de la consigna de lanzar tras primer pase o los uno contra uno de Armon Johnson, y mejorando las prestaciones defensivas, el equipo pucelano fue capaz de realizar una brillante remontada.

Al final del primer cuarto caía por nueve puntos (25-16) y, cuando tan sólo se llevaban tres del segundo, la renta de Gipuzkoa Basket era la más exigua posible (25-24). Los morados les habían endosado un parcial de 2-14 en apenas 5 minutos. De esa forma desactivaron el buen hacer bajo los aros de David Doblas, que mostraba una superioridad notoria ante cualquiera de los pívots del CB Valladolid.

Desde ese momento hasta el final de la primera mitad se mantuvo la igualdad, aunque con una ligera oscilación a favor de los pucelanos, que se fueron al vestuario con ventaja de un punto (35-36). Armon Johnson, con 16 de valoración, estaba siendo el líder vallisoletano.

Gipuzkoa rompe el partido en el tercer cuarto

Pero todo ese buen trabajo se fue al garete en la segunda mitad. Y es que el CB Valladolid duró en el partido lo que duraron su intensidad defensiva y la inspiración de Armon Johnson. No hubo más en el bando vallisoletano durante esta mañana dominical.

En el tercer período los de Donostia centraron su juego en el perímetro, rompiendo la zona pésimamente ejecutada por los morados, y entre Jason Robinson y Charles Ramsdell hicieron un traje a los pucelanos (48-44).

Para colmo, varias decisiones de los colegiados cuanto menos discutibles, especialmente una antideportiva señalada a Drenovac, terminaron por desquiciar al equipo morado hoy vestido de blanco. El partido entro en una fase de personales, tiros libres, errores en el lanzamiento y parones, que en buena lógica beneficiaba a los visitantes, pues cortaba el ritmo anotador de los locales, pero ni por esas. Cada uno hizo la guerra por su cuenta en las filas de los de Ricard Casas, que se desesperaba por completo en la banda, abroncando continuamente a los suyos.

Mención especial merece el encuentro de Danilo Andjusic, a quien su entrenador sentó y volvió a sacar por mera necesidad de abrir el campo y tener una amenaza ofensiva, pero con el que tuvo varias discusiones durante el encuentro. El individualista escolta balcánico se dedicó a forzar penetraciones y tiros sin ningún criterio y aumentó aún más la anarquía ofensiva vallisoletana.

Fin de fiesta local, con el sueño del play-off

En defensa, los de Pucela naufragaron durante toda la segunda mitad, incapaces de frenar a un Javi Salgado que hizo lo que quiso con Armon Johnson y un David Doblas que desquició a un hoy gris, desconectado y tremendamente protestón Dimitris Haritopoulos. Los donostiarras iban acrecentando su renta progresivamente, con el pívot cántabro en su versión martillo (66-55).

El malabarista base bilbaíno del Gipuzkoa Basket se inventó un triple desde nueve metros marca de la casa, en la cara del director de juego estadounidense de los morados, que puso definitivamente la puntilla al CB Valladolid (74-61).

En los últimos compases del encuentro, el CB Valladolid mostró nuevamente su peor cara, con una absoluta falta de intensidad defensiva y sus jugadores haciendo la guerra por su cuenta en ataque. Pases al contrario o directamente a la banda, lanzamientos sin posición, correcalles continuo, acciones forzadísimas… Más propio de una pachanga que de un partido de Liga Endesa.

El Gipuzkoa Basket aprovechó perfectamente esa endeblez mental del conjunto morado para usarlo como un juguete a su antojo, para deleite de la afición local, que se fue muy contenta del San Sebastián Arena 2016, ovacionando al exmorado Jason Robinson, máximo anotador de la presente edición ACB –aunque en el choque de hoy compartió ese honor con David Doblas, que anotó 17 puntos y sumó 24 de valoración–. El único sinsabor para la afición donostiarra fue la lesión en la rodilla derecha de Charles Ramsdell, quien abandonó la pista con muletas. Da toda la sensación de que el ala-pívot ha dicho adiós a la temporada.

Gipuzkoa Basket alcanza las catorce victorias, acercándose un poco más a los puestos de play-off, todo un sueño para los donostiarras, mientras que el CB Valladolid también se aproxima a otro hito, aunque este bastante menos amable. El de ser el equipo que menos triunfos ha conseguido en la historia de la máxima competición nacional de baloncesto. Si exhibe en los próximos compromisos el mismo juego que el desplegado en Illumbe, es muy probable que logre dicho reto.  

VAVEL Logo
Sobre el autor
Alberto Blanco Paredes
Pucelano por los cuatro costados, me dedico a esto del Periodismo porque siempre me encantó escribir y más si era sobre algo relacionado con Valladolid. Incluso en una época de mi vida, cuando la galera no dominaba tanto mi existencia, me dio por escribir un libro. Ahora, desde el barco en el que remo sin descanso, intento engañar a la triste lógica relatando las victorias del Club Baloncesto Valladolid y del Real Valladolid. E incluso, desafiando por completo a la razón, trato de seguir escribiendo libros...