La víspera de la Semana Santa se hace larga, más aún en una ciudad como Sevilla, capital cofrade por antonomasia. El sábado de pasión, ya con hermandades realizando su estación de penitencia por las calles, situaba en el calendario un partido vital para Baloncesto Sevilla.

Los verdirrojos aterrizaban en la ciudad condal para jugar ni más ni menos que contra uno de los mejores clubes de europa. Que el Barcelona es un rival bastante complicado lo sabe todo el mundo, pero jugando en el Palau Blaugrana la misión se antojaba casi imposible. En el choque de ida, 85-74 favorable a los sevillanos, un dato que invitaba al optimismo, además que la balsámica victoria del domingo pasado ante Movistar Estudiantes ha permitido a los "cajistas" salir del descenso durante siete días.

La anécdota del envite la protagonizó Audie Norris. El ex-jugador norteamericano recibió una sonora ovación por parte del respetable blaugrana, una afición que le guarda un grandísimo afecto y cariño después de las seis temporadas que disputó el ahora ayudante de Luis Casimiro durante los años 87 y 93.

Norris saludando a la grada. Vía: www.fcbarcelona.es

Baloncesto Sevilla sacó el martillo

No pudo empezar mejor el partido para los sevillanos. Buena defensa y acierto en ataque para colocar la máxima del primer cuarto favorable a los visitantes en un +5 (14-19), donde destacó sobremanera el neozelandés Kirk Penney. Y es que parecía que el partido ante Estudiantes tuvo su continuidad en la noche de hoy. 17-19 en el final del primer acto tras una gran puesta en escena por parte cajista.

El Barcelona reaccionó con rapidez

El segundo período comenzó con un gran acierto en ataque por parte local, pues los Doellman, Oleson, Abrines y Tomic iniciaron un intercambio de golpes en el cual salieron vencedores. 27 puntos en diez minutos pusieron por delante a los blaugranas, aunque con una diferencia escasa, ya que Baloncesto Sevilla remaba para que el partido no se fuera de las manos. 44-40 al descanso y con duelo muy vivo aún por decidir.

Marcelinho Huertas dirige un ataque culé. Vía: www.fcbarcelona.cat

Golpe a golpe, canasta a canasta

La reanudación permitió a los jugadores salir a por todas con las pilas bien cargadas y no decepcionaron. El tercer cuarto fue una delicia para el espectador, puesto que ambos equipos ofrecían su mejor versión en la zona ofensiva. Destacó en este intervalo la aportación del letón Kristaps Porzingis, quien se fue al termino del tercer cuarto con 18 puntos y algún que otro mate que arrancaba las palmas del público del Palau Blaugrana.

El marcador daba la ventaja a uno y otro equipo en cada ataque, con el síntoma de que este tipo de juego valía más para los culés, teniendo en cuenta el arsenal de la plantilla blaugrana. Tres triples consecutivos de Juan Carlos Navarro permitió a los locales irse con ventaja a diez minutos del final (74-66), aunque con un Baloncesto Sevilla sin dar su última palabra.

La victoria se quedó en casa

Si hace dos semanas Baloncesto Sevilla nadó para ahogarse en la orilla ante el Real Madrid, esta noche todo lo que luchó durante el partido no tuvo su premio transformado en forma de victoria.

La alta demanda ofensiva del Barcelona no pudo ser contestada por los sevillanos, que aún sin bajar los brazos empezaron a ser conscientes de la dificultad de voltear el marcador. Willy Hernángomez hizo sus oposiciones a futura estrella como acostumbra, esta vez ante uno de los mejores pívots de europa como lo es el croata Ante Tomic. Tomas Satoransky dejó destellos de calidad ante su ex-equipo, aunque sin poder disfrutar de los minutos que le gustaría.

Satoransky durante el partido. Vía: www.fcbarcelona.es

La efectividad en el tiro exterior fue diluyéndose en el bando visitante y las canastas tras segundas oportunidades se daban una vez tras otra por parte culé. La firma de Justin Doellman no faltó, como tampoco la rúbrica definitiva de Juan Carlos Navarro.

A cuentagotas, los huéspedes de San Pablo sumaban puntos en el electrónico, con la mente puesta en el choque del próximo domingo ante Obradoiro en San Pablo. Finalmente, 99-83 que deja a los sevillanos a las puertas del descenso pero con una mejoría en el juego durante sus tres últimos partidos.

Ocho finales por delante con cinco partidos en casa deben ser razones suficientes para creer en la salvación.