Se cierra el telón de la Liga Endesa 2012-2013 para Estudiantes y Joventut. Los hombres de Maldonado se imponen con claridad (75-112) gracias a su enorme acierto exterior. El conjunto del Ramiro, tras una temporada difícil, dice adiós a la liga con una dolorosa derrota en el Palacio, ante un equipo notoriamente superior.

Tras lograr  alcanzar la Copa del Rey, disputada en Vitoria en el mes de febrero, hinchas y plantilla colegial querían que ese sueño persistiera y llegara hasta el final de campaña. Deseaban ver, de nuevo, una fase final de la máxima competición nacional. Los playoffs fueron un espejismo, no muy alejado de la realidad. Sin embargo, ese anhelo de volver a vibrar en una serie a tres o a cinco partidos se convirtió en quimera en el momento en el que empezaron a hacer acto de presencia las lesiones. La peor pesadilla comenzó a acechar en el momento más inoportuno. Se cebó duramente con el máximo anotador del plantel colegial, Carl English, al que no ha dejado disputar ningún encuentro más hasta la fecha. Así pues, la principal referencia ofensiva de la entidad madrileña se desvanecía. Y, para colmo, terminó alejando del parqué al baluarte del Estudiantes, al eterno Germán Gabriel. Con este panorama, los playoffs fueron una utopía. Ahora, que acaba el curso baloncestístico, el Asefa ha finalizado la liga regular en una cómoda posición (duodécimos, con un balance de 15-19). A partir de hoy, el club debe hacer balance del año y planificar con tiempo y esmero la plantilla para la próxima temporada.

El partido entre dos de las mejores canteras del baloncesto español se abrió con un festival anotador, por parte de los dos equipos. La Penya lo bordaba desde más allá de la línea de 6,75, con un excelso Corey Fisher y un entonado Ehambe. El Estudiantes replicaba de la mano de sus hombres “bajitos”, Granger y Kuric. El choque, que no tenía trascendencia alguna para ambos, se mantuvo equilibrado hasta el término del primer cuarto (23-23).

Espectáculo de triples verdinegros

El segundo cuarto fue una auténtica exhibición de lanzamiento por parte de la Penya. Hasta el minuto 20, los de Maldonado llevaban un inmaculado 11 de 19 en triples. El intermitente base americano de los de Badalona tenía buena culpa de ello. En este segundo parcial (que concluyó con un rotundo 14-35) el aspecto más positivo para los locales fue el regreso de la insignia estudiantil, de Germán Gabriel. A pesar de sus dolencias en el tendón de Aquiles, su innegable técnica e inagotable calidad permanece intacta.

El descanso era bienvenido por parte de los chicos de Vidorreta. Necesitaban oxígeno y alternativas para parar la sangría exterior del Joventut. Y, en el tercer período, la defensa de ambos equipos volvió a hacer aguas y los puntos encajados se sucedían con celeridad (de nuevo, empate a 23 en el resultado parcial).

El Joventut se despide a lo grande

El electrónico reflejaba un 60-81 antes del inicio del último cuarto. La remontada no era imposible. Pero el Asefa salió dormido y su oponente estaba, una vez más, enchufadísimo en los triples. Fisher brilló con luz propia (26 puntos y 9 asistencias) y tuvo el lujo de anotar, casi desde el medio del campo, y con el cronómetro a punto de marcar el final del duelo, el vigésimo triple verdinegro (20 de 35), que significaba un hito histórico en el acierto de triple. El anterior récord lo ostentaba, precisamente, el mismo Joventut (19 triples de 44 intentos en noviembre de 2009).