El partido en el Palacio empezó con una canasta de Ivanov después de coger un rebote ofensivo tras un tiro fallado por Kuric, fue la primera y la última vez que el “Estu” estuvo por delante durante el encuentro. El equipo estudiantil salió muy blando en defensa y estuvo bastante dormido en ataque lo que propició que el club murciano se marchara en el electrónico, a mitad del cuarto el marcador reflejaba un 4-11 a favor del UCAM Murcia tras una canasta de Berni Rodríguez.

El resto del cuarto siguió con la misma tónica, donde el Estudiantes sólo pudo meter 2 canastas más y en el que los 3 últimos minutos del cuarto no anotó ni un punto. Se llegaba al final del primer cuarto y el Estudiantes iba 10 abajo, y daba la sensación de que podía haber sido mucho peor para los colegiales.

El UCAM Murcia se dispara en el marcador

El segundo cuarto siguió de la misma manera que el primero. Un Estudiantes incapaz de anotar mientras que el UCAM Murcia lo hacía con bastante facilidad. Scott Woods con 3 triples casi consecutivos sin apenas defensa del equipo de Txus Vidorreta elevaban más aún la diferencia en el marcador, 12-31 para el equipo de Quintana, obligando así al técnico estudiantil pedir un tiempo muerto para pedirle más a los suyos. El tiempo muerto no tuvo el efecto deseado por Vidorreta en sus jugadores que no consiguió que el equipo se fuera con un marcador más ajustado al descanso. 27-44 era el resultado. La primera mitad del Estudiantes fue muy mala en todos los aspectos, por ejemplo, un 1/10 en triples y cogió 16 rebotes por los 24 del UCAM.

Después del descanso tampoco le fueron mejor las cosas al Estudiantes, donde tardó más de 3 minutos en anotar su primera canasta del cuarto,  de la mano de Xavi Rabaseda. El partido parecía haber llegado a su fin y los equipos bajaron la intensidad en el cuarto y el parcial del tercer cuarto fue un pobre 12-14 para el UCAM Murcia.

La garra de Rubio

Llegados al último cuarto todo hacía imaginar que los equipos se dejarían llevar hasta que finalizara el encuentro pero Guille Rubio no lo vio así, y decidió echarse el equipo a la espalda e intentar remontar el partido o por lo menos que el equipo murciano sudara para ganar. Tras una canasta de Ivanov para el “Estu” y la respuesta para el UCAM de Wood apareció la figura estelar de Rubio, que anotó 11 puntos seguidos y provocó el delirio de la afición estudiantil  haciéndoles creer que la remontada era posible. A falta de cinco minutos dejó la diferencia en 8 puntos (52-60) y el público que no había estado muy animado durante todo el encuentro, el equipo no dio motivos para lo contrario, despertó y rugió convirtiéndose en ese jugador extra que tan bien le viene a cualquier equipo.

Los últimos cinco minutos fue un toma y daca de ambos equipos, donde un triple del canterano Jaime Fernández dejó al Estudiantes a tan sólo 5 puntos, cosa impensable viendo cómo había transcurrido el partido. Pero el Estudiantes no pudo llevarse la victoria que cayó del lado del UCAM Murcia que había sido superior durante los primeros 30 minutos del partido. Si el Estudiantes hubiera jugado como en este increíble último cuarto posiblemente otro gallo cantaría.