El panorama parece de película de Hitchcock. Pero cualquier comparación con el bueno de Alfred es odiosa. Estudiantes siempre ha sido un equipo abonado a la irregularidad y al sufrimiento, pero eso no quiere decir que no se deba hacer nada para cambiarlo.

La temporada 2014/15 parecía ser un salto de calidad para poder luchar por Playoff o Copa, pero nada de eso. El equipo volverá a luchar por salvar la categoría, algo fuera de foco y a lo que el Estu no debe ni debería acostumbrarse nunca. El equipo no juega a nada y comienza a haber muchas dudas en torno a él. Y si la afición, uno de los pilares fundamentales del club del Ramiro, se impacienta y critica es que algo se está haciendo (muy) mal.

Las críticas van dirigidas, en su mayoría, hacia el entrenador Txus Vidorreta. La mayoría de sus detractores en estos momentos optaría por la destitución, ya que no está manejando su roster como debería. La minoría, que también le critica, cree que su cese sería la peor noticia para la estabilidad del equipo. Algo parecido a lo que pasó en la temporada del no-descenso, con los americanos y Pepu en el punto de mira. Recuerda mucho a aquello. A aquello y a la temporada pasada, donde Estudiantes se pasó la primera vuelta enclaustrado en los puestos de descenso. Los canteranos que debían dar el salto lo están haciendo en segunda división, mientras un tipo experimentado y físico (pero no de la casa) como Pep Ortega no está jugando apenas minutos. Ésas son el tipo de actitudes y gestos que la audiencia no aguanta en un club tan protector con la cantera como es éste.

Los jugadores están, en su mayoría, exentos de toda culpa. Hacen su trabajo lo mejor que pueden. Salvo la excepción de un Nunnally sin integrar, los demás se lo trabajan duramente. Simpson ha sido un gran fichaje y Bircevic estaba cogiendo buena forma hasta que se lesionó. Rabaseda o Jaime están mejor que el año pasado, y Salgado hace lo que puede en un excesivo reparto de minutos para/con él. Son muchos nuevos acoples, es verdad, pero en la jornada 7 ya no es excusa alguna como para justificar una derrota en la que en la segunda parte tu equipo concede 50 puntos y tú metes 23.

La planta noble de Magariños es la otra parte de la ecuación. Con esa es contra la que van dirigidas la mayoría de quejas. La situación económica es delicada, mucho, por lo que se puede confeccionar una plantilla -que en este caso es corta- con el dinero que hay y no otro. Pero son otros los puntos de discrepancia con la dirección deportiva. ¿Cuál es la idea? ¿En qué se basa el proyecto? ¿Por qué se deja de lado a la cantera y, de paso, los valores que hacen que Estudiantes sea un club referencia a nivel europeo?

Es bueno saber dónde se localiza la hemorragia para poder subsanarla

Economía de guerra. Se hacen malabares con poco dinero, eso lo debe entender todo el mundo. Pero algo está fallando de forma grave. El patrocinador, Tuenti Móvil, no debe estar contento viendo lo que se está viendo. La imagen es paupérrima. Si alguien decide echar a Vidorreta lo va a tener difícil, porque conllevaría una indemnización que no encajaría bien en el presupuesto.

Lo peor es que queda trecho, para mejorar o para empeorar más aún. El calendario hace que el Estu visite Bilbao o Málaga y reciba a Madrid y Barcelona en apenas un mes. Lo saben hasta los rivales: si Estudiantes quiere sobrevivir, que es el nuevo objetivo marcado, algo tiene que cambiar drásticamente.