Hace prácticamente un mes, el Estudiantes conservaba los derechos en ACB de Stefan Bircevic y Diamon Simpson tras el periodo de tanteo. Salvo ofertas exteriores, ambos serían jugadores colegiales un año más. Sin embargo, la renovación del serbio ha precipitado -entre otras causas- la salida y el fin de contrato de Simpson con el Estudiantes.

Con Bircevic, Nacho Martín y el regreso del canterano Fran Guerra, el club entiende que la renovación en la pintura está completa, y ahora busca en el mercado un pívot con un estilo de juego más diferente al de Simpson, con un mejor físico y con más importancia dentro de la rotación interior. El americano siempre mantuvo como primera opción de futuro la renovación con el Movistar Estudiantes, pero la llegada de ofertas más suculentas y su discutido rol en el equipo fueron claves para su desvinculación definitiva del conjunto colegial.

La salida de Simpson es, junto a la de Rabaseda-obviando la esperada de Aradori-, la más importante del Estudiantes, ya que Diamon se había convertido en uno de los hombres importantes de Txus Vidorreta. Aún sin disfrutar de una gran cantidad de minutos (20 de media), el jugador nacido en Los Ángeles promedió 8,9 puntos, 4,6 rebotes y 10,7 de valoración. Unos números más que notables. Además, se metió rápidamente a la afición en el bolsillo con su lucha y entrega en cada balón. El Estudiantes pierde también intimidación y espectáculo bajo los aros, pero gana, a falta del sustituto, regularidad en la pista y mayor poderío físico, uno de los apartados más discutidos de Simpson.

Ahora, el pívot vuelve al Ironi Ness Ziona de la liga israelí, donde despuntó como jugador y le valió para ganarse un contrato en la ACB. Allí espera repetir o mejorar los 16,8 puntos, 7,7 rebotes y 22,8 de valoración. Cifras que le auparon como uno de los mejores jugadores de la competición.

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Sobre el autor
Víctor Plaza
Baloncesto y Periodismo, aunque no necesariamente en ese orden.