Vuelve el 'Matagigantes'. El Movistar Estudiantes confirma la etiqueta que se ganó la temporada pasada. Esta vez la víctima no fue el Barcelona, Madrid o Unicaja, pero sí un equipo que ha derrotado, entre otros, a los blancos este verano: el Khimki ruso. El lugar del prodigio también cambió: el Palacio de los Deportes por el Magariños.

Los fichajes convencen: Graham (19) y Thomas (9), determinantes en la victoria.

Así, en un ambiente muy demente y con las gradas repletas como en las grandes ocasiones-1500 abonados se dieron cita en el mítico polideportivo-, Movistar Estudiantes derrotó al BC Khimki en tres grandes cuartos. Desde el segundo acto, los de Diego Ocampo ajustaron mejor en defensa y triunfaron en el aspecto ofensivo. Remontaron el marcador y dejaron grandes sensaciones.

A pesar de las bajas que presentaba el BC Khimki (Zoran Dragic y Petteri Koponen), la victoria cobra importancia analizando a la plantilla del equipo soviético que se presentaba hoy en la capital de España: Tyrese Rice, la bestia negra del Madrid en aquella final de la Euroliga; Alexey Shved, todo un NBA llamado a liderar al equipo; StanislavIlnitsky, habitual de Euroliga; Marko Todorovic, ex de Bilbao y Barça; o Paul Davis, uno de los pívots más dominantes del panorama europeo.

Con estos nombres, era de esperar que el campeón de la Eurocup abriera brecha muy pronto. Lo hizo: Estudiantes se vio rápidamente sobrepasado, con una preocupante fragilidad defensiva. Los rusos llegaron a marcharse 17 puntos arriba. Rice dirigía, pero el que provocaba verdaderas fisuras en la defensa colegial era Paul Davis, un quebradero de cabeza para la pintura madrileña. La victoria visitante parecía más que encarrilada, y la sensación de partido soporífero y aburrido planeaba en el ambiente.

Sin embargo, el equipo de Diego Ocampo tiró de coraje y recuperó distancias en un extraordinario segundo cuarto, basado en un juego fluido en ataque, a lo que se unió la mayor pasividad del Khimki y las técnicas incomprensibles del banquillo ruso, con Rimas Kurtinaitis a la cabeza. Menos mal que era amistoso...

A cada minuto que pasaba, Movistar Estudiantes se iba encontrando más cómodo sobre la pista. Jugadores como Brizuela, valiente en sus acciones, Graham, tirador encontrado, o Jaime Fernández, peleón y defensivo, levantaban a los aficionados de sus asientos. El encuentro parecía oficial, y al descanso el marcador lucía un interesante 49-47. Movistar Estu había conseguido reducir diferencias sin vergüenza alguna, con un contundente parcial de 16-0. Ver para creer.

Nacho Martín volvió a disputar minutos de juego tras su lesión

Durante el tercer cuarto, el Estu continúo con el espectáculo, basado en un excepcional acierto desde el triple (11/22 al final del choque). Thomas, con dos seguidos, amplió la ventaja. El Khimki no veía el aro del Magariños. Su falta de puntería unido a la intensidad colegial del Estudiantes le condenó a un parcial más que desfavorable. 

Los chicos de Ocampo incluso intentaban gustarse de la mano de Jaime Fernández y Brizuela. Ambos muy confiados y atinados. Entrenar en esa cancha cada día debe dar sus frutos.

El último cuarto fue un mero trámite, dada la ventaja colegial del momento (77-61). Aún así, el Khimki se acercó gracias a la dirección del ex NBA Shved, el mejor de los visitantes junto con Davis. No obstante, Salgado y Nacho Martín-que regresaba tras sus molestias musculares- se encargaron de sentenciar el partido y no dar opción al BC Khimki. El Magariños despidió a sus jugadores con una calurosa ovación.

Las ilusiones vuelven a Serrano, al menos a día de hoy. Es el objetivo de Ocampo: mantener este nivel durante lo que queda de pretemporada para llegar con buenas sensaciones al inicio liguero. Próximo rival: el Palma Air Europa el viernes 25 de septiembre.