Sergio Valdeolmillos llegó lógicamente contrariado pero con ganas de contestar las preguntas de los medios tras la derrota de Movistar Estudiantes en casa ante Montakit Fuenlabrada

En una primera valoración del partido, Valdeomillos contó que "nos quedamos tristes porque empezamos con cabeza y energía, pero al final del tercer cuarto Fuenlabrada supo pararnos y hacernos jugar estático, nosotros no estamos acertados de cara al aro, supieron neutralizar a nuestros jugadores claves y el último cuarto lo controlaron ellos. Nos hizo muchísimo daño algo que quizá no esperábamos: el juego interior dominado por Stevic. Defensas que hicimos bien antes del último cuarto ahí no salieron, faltó equilibrio, fluidez y continuidad en ataque; acabamos un poco desesperados sin ese equilibrio".

Una gran oportunidad perdida: "Era un partido en el que teníamos muchas expectativas porque nos permitía en las pocas jornadas que quedan salir de la situación y afrontar el resto de partidos con otro ánimo. No queda más que seguir trabajando y aferrarnos a las opciones que quedan. Hay que reconstruir la situación emocional y trabajar con los argumentos que tenemos".

Sobre el recién llegado Levon Kendall, buenas palabras: "Dio buen nivel de juego y nos puede ayudar mucho. Recién llegado ha jugado 30 minutos y ha aportado cosas".

Ese miedo escénico del equipo del que se lleva hablando meses es lo que paraliza la progresión: "No sé cómo se le quita el miedo a un equipo. Desde mi llegada intento llevar las cosas con normalidad, tanto las victorias como las derrotas. El deporte profesional es un tema de emociones y quiero que sean mentalmente estables. Tengo que confiar en ellos para que puedan salir de la situación". Otro problema puede ser la elección de jugadores en momentos determinados: "Soy consciente de que necesitamos más jugadores para salir de la situación. Empecé reduciendo la rotación cuando llegué para generar jerarquía, luego la he ido aumentando, pero no terminan de salirme las cuentas", comentó.

Valdeolmillos, si bien quiere explicarse, no puede dar una respuesta sobre cuál es el problema exacto del equipo: "Si supiera la clave para salir de esta situación, ya lo habríamos hecho. Hay que seguir. Estamos fastidiados por no haber ganado un partido que hemos tenido. La clave es la ambición y la mentalidad que se tenga cuando mañana volvamos a trabajar. No hay que bajar las caras, sino recordar esto para estar unidos y trabajar. Los cuatro partidos que quedan hay que dar lo mejor de nosotros mismos, no pensar en si juego más o juego menos sino trabajar con energía, trabajar y nada más", concluyó.

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Sobre el autor
Miguel Maestre Fernández
Amante de los pases al hueco, los tapones y otros géneros denostados