El conjunto catalán agotó antes de ayer su primera reválida para volver a ponerse por delante y recuperar el ansiado factor cancha. Por ello, la victoria hoy es completamente imprescindible en este match-ball que puede sentenciar una excepcional primera fase del campeonato.

Los griegos, capaces de ganar en cualquier cancha de la mano de jugadores como Diamantidis, tampoco lo tendrán fácil. Una hipotética derrota, aun sin eliminarles, les dejaría muy mermados cara a un quinto partido en el Palau Blaugrana, donde el factor cancha puede tener un valor muy significativo.

La historia les reúne de nuevo

Dos años de muchos cambios han vivido ambos conjuntos hasta volverse a reunir esta noche en el OAKA de Atenas, exactamente en las mismas condiciones y con la necesidad de que el Barça apele a la épica para asaltar el siempre complicado terreno heleno. No obstante, el Real Madrid ya fue capaz de vencerles allí en el complicado top16 donde un irregular Panathinaikos sufrió hasta cinco derrotas.

Pero todo queda atrás, y todo está abierto. Dos puntos han sido la máxima ventaja final entre ambos equipos a la conclusión de cada partido hasta ahora. Los cara a cara entre catalanes y griegos se han caracterizado por ofrecer un juego lento y muy trabado por las faltas. Los contragolpes y las transiciones rápidas han estado ausentes casi siempre. Este es el ritmo de juego que más interesa a un Panathinaikos que ha obligado a los azulgranas a defender durante 24 segundos ya buscar opciones lejanas de lanzamiento en el apartado ofensivo donde nunca han podido presumir de gran acierto en la eliminatoria.

Es por ello que para lograr el triunfo, Xavi Pascual y sus hombres tendrán que ser capaces de acelerar el juego en ciertos momentos así como de encontrar canastas desde cerca del aro a través de Tomic, Wallace, Lorbek y Jawai. De hecho, bien ha quedado claro que este es el camino a seguir cuando el Barça Regal ha salido reforzado y los de Argiris Pedoulakis han sufrido.

Además, será clave que los Navarro, Abrines, Tomic y compañía mantengan el acierto que han mostrado hasta ahora y que Jasikevicius siga imponiendo sus galones en la pista. Además, hombres como Marcelinho, Lorbek o Víctor Sada deben volver a aparecer como han hecho en tantas ocasiones. Rabaseda también estará a disposición de Pascual mientras la baja de Mickeal sigue haciendo daño a la rotación blaugrana.

Dominar el juego en ambos campos será la clave

Es obvio que en la plantilla helena hay muchos nombres capaces de desequilibrar el duelo, pero de momento, Dimitris Diamanidis, James Gist y Michael Bramos, están siendo los más incisivos. Frenarlos será clave, así como controlar el rebote defensivo y la dureza interior de hombres como Lasme y Sofoklis Schorsanitits.

Todo apunta a que este jueves, en el OAKA, se volverá a vivir un duelo que no se decidirá hasta el final, un nuevo final a cara o cruz. Si el Barça Regal quiere que salga cara y decidir en casa, en el Palau y ante los suyos, habrá una noche mágica, una noche para la posteridad en un escenario histórico, y si hay un equipo capaz de conseguirlo, es éste.