Se auguraba otra mañana contemplativa en el Palau entre un Barça entregado últimamente a las emociones fuertes en Euroliga y sometido al tedio cotidiano de una ACB poco competitiva y un Estudiantes que, como UCAM Murcia el pasado domingo, parecía no creer mucho en sus posibilidades.

Rabaseda no cuajó una buena actuación en su regreso a Barcelona

Así, se sostuvo apenas en el primer cuarto gracias al acierto del temporero esloveno Uros Slokar (8 puntos), beneficiado del frágil juego interior blaugrana con los titulares habituales en barbecho: Lorbek en vaqueros y Tomic en el banquillo. Del lado blaugrana Huertas, Navarro y Nachbar acribillaban desde el perímetro sin compasión -hasta siete triples en el primer lapso- para llevar el 27-21 al marcador. Partido ágil y dinámico, un espejismo ante lo que estaba por venir.

Segundo cuarto de horror

Aletargados y en franco desajuste, los muchachos de Txus Viidorreta estuvieron a punto de tirar el partido por la borda en un segundo cuarto muy espeso. La doble T -Tomic y Todorovic- imponía más que el inane Lampe en la pintura, y solo Quino Colom (17 puntos, máximo anotador del partido) acertaba desde el exterior para sumar unos pobres 8 puntos en 10 minutos. Mientras, el bando local transmitía cierta dejadez ante lo cómodo del duelo, pues parecía que el triunfo se podía sumar por inercia. 

Dejadez, remontada y Marcelinho

El Barça se dejaba llevar por la atonía, la rotación no brillaba como en otras fechas, los triples no entraban y Pascual no respondía. El Estu observó la herida y atacó a la yugular para plantarse 51-48 tras siete minutos de la segunda mitad. Sin ofrecer grandes alardes, simple convicción. Aquello de lo que habían carecido antes y que ponía ahora en un brete a los locales. En esas apareció Marcelinho Huertas, el adorado líder, para sumar siete puntos consecutivos (un triple, una bomba y una canasta contra tablero) y noquear a un rival falto de gasolina.

Pascual: "hemos sabido reaccionar a tiempo"

Estudiantes quedó grogui y cinco minutos más tarde anotó de nuevo. Ya era tarde, la brecha estaba abierta y Navarro no perdonaba (3/4 en triples, 18 de valoración) para lanzar al Barça en pos de la Copa del Rey. El último cuarto dejó otro anodino 15-8 entre dos equipos ávidos de enfilar los vestuarios.