Domingo por la mañana de rivalidad moderada, buen baloncesto y emoción casi hasta el final en el que el Barça ha terminado imponiendo su fondo de armario y capacidad resolutiva en un choque en el que fue muchos minutos a remolque del Fiatc Joventut, un conjunto joven, muy bien trabajado y peligrosísimo desde el 6`75.

El cansancio acumulado -apenas transcurridas 36 horas dede el envite de Top 16 ante EA7 Milan- han hecho mella en el conjunto de Xavi Pascual desde el arranque. A trompicones y frente a una realidad ya avistada por el técnico de Gavá en la rueda de prensa del viernes: el Joventut es una ametralladora. De hecho, toda la rotación de la Penya -salvo el veterano pívot Savané- lanza (y anota) de tres puntos.

El Barça apenas había disfrutado de descanso después del choque de Top 16

Así, y con 7-15 en el electrónico, Pascual viraba el timón: Huertas se sentaba para dar minutos al imprevisible Jacob Pullen como director de orquesta. Mientras, Lorbek se erigía con 11 puntos en el sorprendente líder de anotación ante las dudas de Navarro (0/4 en tiros de campo en la primera mitad). En los visitantes sólo un pero: demasiadas pérdidas de balón (ocho por dos del Barcelona).

Boki Nachbar muestra el camino, Oleson lo allana

El paso por vestuarios sentó bien a los locales, especialmente al trotamundos Nachbar que tomaba el relevo de su compatriota como referente anotador con 12 puntos (tres triples) en el tercer período para firmar su mejor actuación en la liga española. Con él, se animaban por fin los hombres de perímetro y el Barcelona acumulaba sus primeras y modestas ventajas (56-52, min.24), al tiempo que la diferencia en el rebote se empezaba a ensanchar con un Dorsey hambriento como nunca (10 rebotes). Con todo, la Penya -el equipo más bajito de la ACB como recordaría después Salva Maldonado- se mantenía a flote con mucha fe y un parcial de 0-7 para el 56-59.

La superioridad en la zona y en el rebote fueron determinantes

Brad Oleson -capital en el atisbo de remontada en la final de Copa y en el triunfo ante Milan- se postula como el "2" más determinante de este equipo al tiempo que Navarro se sumerge en una pequeña crisis de juego y confianza (o quizá de confianza y juego). Suyos fueron los triples que dispararon al Barça en el último tramo, incluído un 3+1 para el 75-66, la máxima brecha. Ni con esas, el repertorio exterior del Joventut es tan variado que -ahora Joseph, ahora Shurna, ahora Suárez- se turnaban para mantener el choque en un puño (78-74, min.35).

Fue un espejismo porque al final -como viene sucediendo initerrumpidamente desde 2006- el acierto de las figuras y la mayor profundidad de banquillo del Barcelona pudo con la voluntad y el ánimo de sus vecinos de Badalona, la muchachada de Maldonado, un muy buen equipo que es clase media-alta de la liga y que aspira con todo derecho a disputar los playoffs por el título.

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Sobre el autor
Eden Martínez Tovar
Licenciado en Comunicación Audiovisual y Máster en Guión de TV. Escribo en VAVEL desde el pasado junio. Me estrené pronosticando que Harden sería clave en las Finales de la NBA. Me equivoqué, como tantas otras veces.