2-2. Pocos contemplaban este escenario después del arranque de la serie en Valencia. Un equipo muy mermado por las bajas -tristón incluso por momentos- ante un grande ávido de agarrar el único título del curso. Pero llegó Barcelona, el Palau se frotó los ojos el martes y otra vez el jueves (aunque con menos público, Neymar y el arranque del Mundial tiran mucho) y ahora las tornas han cambiado, decidirá la Fuente de San Luis ("sí se puede", cantaban los animosos fans valencianos) y si es por estado anímico esta eliminatoria parece resuelta.

El bochorno de los tiros libres

Tras un arranque prometedor (11-6, minuto 5) y ¡hasta un triple de Papanikolau! -recuerden el 1/18 del pasado martes- Valencia asumió aquella táctica tan habitual de los rivales de los Lakers a principios de siglo: el "hack-a-Shaq", versión Ante Tomic. El croata de 2`17 es un tirador correcto (64% en liga, 71% en Top 16) pero está hecho un flan (hoy se ha quedado en 2 puntos). La secuencia rebote de Tomic, falta a Tomic y dos tiros fallados por Tomic se repitiría hasta tres veces ante el desespero del público, también temeroso de la destreza en estas lides de su suplente, Dorsey el fortachón (otros dos puntos para él). Mientras, Valencia 9/9, pleno.

Pascual: "Valencia ha sido claramente superior desde el minuto 5"

En ataque, sin problemas. Van Rossom muy enchufado, Doellman y Lishchuk en su línea habitual y Romain Sato recuperado para la causa. La diferencia aumentaba y no explotaba por el desacierto desde 6`75 de los discípulos del gran tirador serbio (0/6 al descanso). Pascual no daba con la tecla y no funcionaba nadie. Nadie. Ni Navarro, ni los eslovenos, ni el hoy titular Lampe....un páramo de acierto y liderazgo. Aún así, y con un 6/24 en tiros de campo, el Barça seguía vivo al descanso: 25-37.

Sin ganas, sin recursos, sin alma

El paso por vestuarios no espabiló al grupo local. La primera en la frente, con un sonoro triple de Lucic. Van Rossom (17 puntos), Doellman (14) y Sato (15) erre que erre...muy fácil. El puesto de base huérfano, las miradas gachas y los gestos huidizos en el banquillo (el "colapso", en palabras de su entrenador). La técnica al técnico, entra Jacob Pullen y el público se encomienda al autor de 12 triples en Valladolid. Dura poco el "efecto delirio". Las armas de Perasovic son pocas, pero selectas y bien conjuntadas. El Barcelona, un erial más allá de un Navarro que hoy superaba el récord de partidos disputados en playoffs (128) de Rafa Jofresa.

Pascual: "no sabemos competir en los momentos clave"

Así, las diferencias se disparaban por encima de los veinte puntos sin atisbo de reacción local. Mejor que el -38 de la Final Four de Milan pero otra derrota histórica y que si no se salva en Valencia el próximo domingo (19h. Teledeporte y Vavel.com) traerá consigo muchos cambios en la sección. En la plantilla y veremos si en el banquillo (Pascual) e incluso los despachos (Creus). El Barcelona no se puede permitir caer así, despedido entre pañuelos por los pocos presentes en un Palau semivacío y terriblemente decepcionado.