El Barcelona arrolló al Laboral Kutxa en el propio Buesa Arena ganando por 66-95 en un partido que dominó de principio a fin sin oposición del equipo local. Un comienzo arrollador y un trabajo constante para mantener y aumentar la diferencia dio el pase a la gran final de la Supercopa Endesa al equipo blaugrana, que disputará mañana el primer título ante su eterno rival. La gran actuación del equipo en global, principalmente con un gran Doellman en el primer cuarto y un líder nato como Navarro durante los cuarenta minutos no dieron opción al equipo vasco, que sigue sin poder hacer frente a los grandes en esta época.

El encuentro comenzó con pocos puntos, aunque los catalanes arrancaron con un 0-6 de parcial que cortó Heurtel con una buena canasta para no dejar escapar a los culés, que anotaban un triple por medio de Oleson para poner el 2-9. El mismo Oleson, ex del Baskonia, ponía más ventaja en el marcador con nueve puntos en su haber en sólo cinco minutos (4-15). Los hombres de Xavi Pascual se encontraban muy cómodos y tres triples de Abrines pusieron una ventaja muy amplia en el primer cuarto (9-26). Los números no engañaban y los blaugrana estaban siendo muy superiores, tanto que llegaron a estar cerca de los veinte puntos de diferencia aunque finalmente se quedaron en quince gracias al buen hacer de Heurtel (16-31). 

El arranque del segundo cuarto fue totalmente opuesto. En apenas 50 segundos un parcial de 5-0 del Baskonia redujo la diferencia hasta los diez puntos (21-31) pero Pleiss, otro exbaskonia, se encargó de cerrar la brecha con un dos más uno. El Laboral Kutxa, sin un gran juego, recuperaba algo de terreno pero seguía por detrás con más de diez puntos de desventaja a cuatro minutos del descanso (25-40). Los visitantes dominaban en todo momento el partido y volvían a tener una máxima de diferencia de 17 puntos (27-44) con un mate de Hezonja. En el último minuto la ventaja no decayó, más bien siguió incrementándose para felicidad blaugrana hasta llegar al término de los dos primeros periodos con un resultado de 29-49 con una canasta de Abrines sobre la bocina. 

El primer tiempo fue un dominio total del Barcelona, que comenzó con un vendaval que no acabó durante los veinte primeros minutos. El conjunto azulgrana arrancó de manera espectacular con Oleson, Abrines y Doellman en racha y lo aprovechó para conseguir una diferencia que mantuvo en todo momento por encima de los diez puntos. El Baskonia no sabía ni qué hacer ni cómo poder hacer daño a los visitantes, haciendo buenas jugadas de manera aislada aunque en la mayoría de las ocasiones el tiempo se les echaba encima. Un tiempo que no supieron gestionar ante tanta superioridad del rival.

El arranque del tercer cuarto como el resto del partido, con los hombres de Xavi Pascual aprovechando todas las ocasiones que tenían para hacer daño al rival y rozando ya los treinta puntos de diferencia en el electrónico (34-61). Los locales volvían a conseguir un parcial favorable de cinco puntos pero Navarro, una vez más, anotaba dos triples, uno de ellos espectacular, para que los vitorianos regresaran a la realidad que estaba siendo el encuentro. Las buenas acciones de Heurtel, que será la gran referencia del Laboral Kutxa esta campaña, ni siquiera eran capaces para disminuir la diferencia, que seguía siendo abismal cuando concluyó el tercer cuarto, donde los culés seguían ganando por más de veinte puntos (46-71).

Los últimos diez minutos fue un mero trámite para el Barcelona, que ya se veía en la final de la Supercopa Endesa ante el Real Madrid y Xavi Pascual dosificaba a sus jugadores para el gran clásico de mañana. El partido estaba totalmente roto y los dos conjuntos anotaban con facilidad para el bien de los locales, que tenían libertad por primera vez en el encuentro. Los minutos pasaban y los triples caían por parte de las dos escuadras, aunque los visitantes mantenían los más de veinte puntos de diferencia (57-83). Los aficionados comenzaban a salir del pabellón antes del final del encuentro, que concluyó con un resultado muy favorable a los culés, que se impusieron por 

El Barcelona se medirá con el Real Madrid en la final de mañana después de sobrepasar con claridad al anfitrión de la Supercopa Endesa. Al principio con Oleson, Doellman y Abrines y después con Navarro los catalanes no tuvieron enfrente rival para conseguir un triunfo plácido y asegurarse su presencia en la gran final. En el Baskonia, todavía mucho trabajo que mejorar alrededor de un Heurtel que, tal y como ocurrió la pasada temporada, fue de lo mejor del desastre vitoriano, que se vieron muy por detrás desde el incio de partido y que no transmitieron buenas sensaciones a una semana del comienzo de la competición.