La voz cantante de los primeros compases del encuentro era para el FIATC Joventut, que castigaba los errores ofensivos del FC Barcelona. Con las ideas un tanto revueltas, los de Xavi Pascual no acababan de encontrar la tecla correcta para estar cómodos en la pista, y aunque los puntos estaban muy caros, la Penya controlaba el tempo del partido.

Sería Ante Tomic el que desatascara a los locales, con una acción de bloqueo directo y continuación, mientras que Deshaun Thomas, muy activo en el rebote ofensivo, despertaba al Barça de la sesión matinal de baloncesto. El trío formado por Tariq Kirskay, Albert Miralles y Goran Suton penalizaba a los azulgrana con sus tiros lejanos, dejando en evidencia la defensa de los jugadores exteriores.

Ritmo altísimo de juego

La efectividad de FIATC Joventut no se mantenía  a lo largo del cuarto, con lo que el conjunto azulgrana aprovechaba para sumar en contraataque, de mano de Justin Doellman y Marcelinho Huertas.  Aun así, el partido estaba vivo, con un intercambio de puntos frenético en el que ambos equipos se precipitaban buscando ataques rápidos.  El 16-14 propiciaba un tiempo muerto de Xavi Pascual y las rotaciones en ambas plantillas, que seguían buscando la forma de poder despegarse en el marcador.

El juego interior del FC Barcelona, inédito hasta el momento, se hacía visible con Tibor Pleiss, que sumaba cuatro puntos seguidos

La entrada de Tibor Pleiss abría un nuevo frente en la defensa badalonense. El alemán, que buscaba el gancho para definir, estaba penalizando la poca intensidad defensiva de los de Salva Maldonado, y conseguía abrir una ventaja de siete puntos al término del primer cuarto, 25-18. Thomas, con cinco puntos, era el mejor del encuentro tras los primeros diez minutos.

La presencia de Tomas Satoransky aportaba aire fresco al FC Barcelona: su capacidad de lectura y el juego en equipo que proponía hacía sumar a sus compañeros. Escudado por un Álex Abrines de dulce, conseguía el +10 en el electrónico, y frenaba los efectivos ataque de FIATC Joventut.

Un parcial de 0-8, liderado por Clevin Hannah, devolvía la igualdad al Palau Blaugrana. Poco sólidos en defensa, los de Xavi Pascual cedían muchas licencias a una Penya que llegaba dispuesta a llevarse el derbi catalán. El entrenador azulgrana hacía entrar a Juan Carlos Navarro por primera vez en el encuentro, además de cambiar la dirección de juego y buscar en Doellman y Tomic el revulsivo que necesitaba el equipo.

Desequilibrio en el juego azulgrana

Hannah rompía los esquemas una y otra vez a los locales, buscando siempre el 1c1 desde fuera y finalizando con mucha efectividad, algo que mantenía vivo al FIATC Joventut (empate a 38 a cinco minutos para el descanso).

Con Maciej Lampe en pista, la defensa del FC Barcelona parecía mejorar, pero eran los fallos en ataque y la poca fluidez de su baloncesto lo que dejaba con malas sensaciones a los de Pascual. Por detrás en el marcador, y sin un rumbo claro a seguir, el FC Barcelona finalizaba la primera mitad 43 a 47.

Las buenas circulaciones de balón se sucedían en los ataques verdinegros, mientras que al juego azulgrana le faltaba alegría, actividad. Los puntos locales llegaban desde los tiros lejanos, y no desde el movimiento de sus jugadores. Además, los errores en canastas fáciles, como los que cometían Doellman y Tomic, frenaban la remontada local.

Un triple de Brad Oleson levantaba al Palau Blaugrana, pero la respuesta de la Penya era demasiado rápida y efectiva para los intereses locales, que deberían seguir remando a contracorriente para llevarse la victoria. Sitapha Savané, que ya sumaba 16 puntos, estaba jugando a placer en la pintura, con muy pocas dificultades, y aportaba la garra que exigía el partido. Los aficionados verdinegros, animándole a gritos de “MVP”, daban ánimos a un Savané que estaba bordando una de sus mejores actuaciones en lo que va de liga.

La falta de defensa en el FC Barcelona empezaba a ser preocupante, y la poca capacidad de reacción en ataque, agravada por el hecho de no tener a alguien en quien confiar la responsabilidad anotadora, cerraría un mal período para los locales (parcial de 17-20).

El 60-64 abría el último período en Barcelona, con los objetivos claros en ambos banquillos: para los locales, el caballo de batalla estaba siendo el poco trabajo defensivo ofrecido, con lo que subir si intensidad atrás y forzar los errores del FIATC Joventut debería ser su hoja de ruta. En el caso de los de Maldonado, intentar sumar en cada ataque y provocar los errores de los azulgrana sería la llave a un triunfo en el Palau.

Tras los primeros dos puntos para la Penya, y una falta técnica señalada a Abrines, el ambiente en la cancha se caldeaba, y el resultado, +9 para los visitantes, no hacía más que añadir emoción al último cuarto. Sería el mismo Abrines el que se aliara con Tomic para sumar de manera rápida, y hacer frente a un Hannah inspiradísimo, que rompía el muro azulgrana. Savané seguía castigando a los interiores de Pascual y volvía a aparecer, en forma de aro pasado y tirando de galones.

Doellman sumaba cinco puntos seguidos con los que el FC Barcelona se colocaba a dos puntos, momento en el que aparecían las dudas en el conjunto badalonés. Los errores se sucedían ataque tras ataque, y el FC Barcelona, más seguro de su juego, aumentaba su nivel defensivo. Un triple de Alex Suarez devolvía la tranquilidad al conjunto verdinegro, que se marchaba de cinco a tres minutos para el final.

Marcelinho, revulsivo

Una buena acción de Abrines en defensa, en la que recuperaba baklón, permitía que el FC Barcelona sumara dos canastas al contraataque y se volviera a colocar por delante en el marcador. Con el 78-77 y dos minutos por delante, la Penya contaba con dos opciones de tiro que fallaba, y los locales, de mano de un Marcelinho Huertas explosivo, volvían a anotar. 

Con el 80-79, Abrines erraba un triple y FIATC Joventut sumaba de dos mediante Goran Suton. El 80-81 era un hecho en el Palau, pero con 18 segundos por delante, Justin Doellman jugaba un excelente 1c1 desde la línea de 6’75 que colocaba a su equipo por delante. Sería Suton, otra vez, el que anotara desde lejos y rematara la faena verdinegra. Al final, 82-83 para un FIATC Joventut que jugó sin miedo en el Palau Blaugrana y que leyó, a la perfección, los errores azulgrana.