El Ulker Sports Arena recibía al FC Barcelona con un ambiente más relajado de lo previsto, aguardando a que el encuentro diera sus primeros pasos. El conjunto de Xavi Pascual ofrecía un ritmo alto, con canastas al contraataque y un baloncesto eléctrico. Pero los problemas llegarían en forma de faltas para Deshaun Thomas, que cometía la segunda en su cuenta personal y el equipo notaba demasiado su ausencia.

Tras encadenar dos ataques seguidos sin anotar, los catalanes veían cómo el Fenerbahçe sumaba un parcial de 8-0 con el que entraba, de lleno, en el partido. Justin Doellman rompía el mal momento azulgrana con un triple y devolvía la tensión al encuentro.

Las rotaciones favorecen al Barça

Con la entrada de Tomas Satoransky y Álex Abrines, el primer cuarto tomaba otro cariz. El primero dirigía al equipo con más efectividad que Marcelinho Huertas, mientras que el balear se conectaba con sus compañeros para sumar desde las acciones colectivas.

El equipo de Zeljko Obradovic leía los fallos del FC Barcelona sumando rápido y sin dar opción de recuperación a los catalanes

En Fenerbahçe, la referencia era Luka Zoric. Intenso y duro en la pintura, le ganaba la partida a los interiores culés. Ni Maciej Lampe ni Ante Tomic eran capaces de frenar las genialidades del croata, que se convertía en amo y señor de la zona. Al término del primer cuarto, el resultado sería de 21-19. Esta mínima diferencia se basaba en los errores de FC Barcelona y en el acierto de Fenerbahçe para castigarlos. Circulando el balón a través del poste bajo, los turcos mantenían la ventaja en el marcador.

Tibor Pleiss, que debutaba en este partido al inicio del segundo período, daba vida al juego interior azulgrana, desaparecido durante los primeros diez minutos. Aun así, las ideas ofensivas se le agotaban muy temprano al FC Barcelona, que veía cómo los locales iban abriendo brecha en el electrónico.

Nemanja Bjelica acompañaba a Zoric en la labor anotadora, jugando muy buenos uno contra uno desde la línea de 6’75 y mostrándose intratable en ataque. Era el momento de Fenerbahçe, se encontraba cómodo en la cancha y no dudaba en seguir sumando.

Antes del descanso, el Barça pecaba de exceso de relajación, algo que en las posesiones de Fenerbahçe se convertía en canastas sobre la bocina

Por parte del FC Barcelona, la falta de concentración en los segundos finales de posesión les condenaba a trabajar por dos. A pesar de su intensidad, la suerte y algunos errores de comunicación atrás, les reportaba seis puntos seguidos al conjunto de Obradovic.

Otra vez las rotaciones, ahora con Huertas y Oleson entrando desde el banquillo, devolvían las buenas sensaciones al Barça. El intercambio de puntos que empezaba entonces se acababa por decidir gracias a la superioridad que mostraba Emir Preldzic ante Juan Carlos navarro. Al descanso, el resultado sería de 44-41.

Tras el paso por los vestuarios, Fenerbahçe optaba por un juego más físico y duro. El FC Barcelona, que lo intentaba desde el poste bajo, se encontraba con un muro en forma de piernas y cuerpos y era incapaz de romperlo y sumar desde cerca. Por eso, encontraría las canastas desde lejos, tiros cómodos y segundas opciones después de rebote ofensivo. Doellman rompía la máxima desventaja hasta el momento, de siete puntos, y acercaba a su equipo hasta el -4.

Oleson salva los muebles

Brad Oleson ponía por delante al FC Barcelona después de muchos minutos con cinco puntos seguidos, y abría un nuevo frente a los azulgrana. Con el marcador a favor, el Barça le ganaba la partida a Fenerbahçe en uno de los terrenos en los que se mostraba más seguro, el del rebote ofensivo. De hecho, una acción de segunda opción protagonizada por Pleiss cerraba el cuarto con el 60-64 en el electrónico.

El protagonismo de Zoric para Fenerbahçe era contrarrestado por una actuación brillante de Oleson: el norteamericano convertía dos triples seguidos, con los que alejaba a su equipo hasta el +8, y aportaba, además, un plus en defensa.  La propuesta de Xavi Pascual, basada en buscar los 2c1 al balón e intentar recuperar el balón para sumar en ataque, surtía el efecto deseado.

A tres minutos para el final, la renta para el FC Barcelona era de seis puntos, una desventaja contra la que Bogdanovic y Zoric luchaban desde buenas acciones individuales. Los errores llegaban entonces a ambas canastas, fruto, quizás, de la exigencia que presentaba el partido.

Navarro hacía enmudecer al pabellón turco con un triple a menos de dos minutos para el final, pero sería un espejismo: el Barça contaría con hasta cuatro opciones de sumar y las echaba por tierra, llegando, así, a la última posesión del partido con una ventaja de tan sólo dos puntos. Preldzic intentaba el triple, pero erraba el lanzamiento y la victoria se la llevaba un FC Barcelona que se movió por rachas. Con el 78-80, el conjunto catalán se sitúa líder del grupo C, sin conocer, aún, la derrota en Europa.