La jornada 10 del Top 16 aguardaba un clásico de clásicos, FC Barcelona y Maccabi Tel Aviv volvían a verse tras un partido de ida en el que Jeremy Pargo borraba las opciones de triunfo catalán en Israel. Y como clásico, Juan Carlos Navarro y Ante Tomic copaban las primeras acciones del partido. Del lado amarillo, Brian Randle y Sofoklis Schortsanitis sumaban desde bien temprano, y enfriaban a un Palau Blaugrana entregado a la exigencia que pedía el encuentro.

Las segundas opciones y la superioridad en la pintura de Maccabi se imponía a la del FC Barcelona, que no conseguía parar a Baby Shaq y sus tiros cercanos. Xavi Pascual daría entrada a Bostjan Nachbar para dar más músculo a su equipo, dejando a DeShaun Thomas de exterior. Tras la primera ventaja cómoda del Barça (16-8, tras seis minutos de juego), llegaba el momento de Marcelinho Huertas, que se emparejaba con Pargo.

Mejor lectura táctica azulgrana

Pascual proponía una defensa de 2c1 sobre Schortsanitis, el jugador clave de Maccabi, con la que ahogar al interior griego e intentar recuperar balones atrás. Mario Hezonja , Tibor Pleiss y Brad Oleson debutaban a dos minutos y medio de finalizar el primer asalto, cambios con los que el entrenador catalán completaba casi al 100% las rotaciones.

El acierto exterior de Maccabi, con Devin Smith y Joe Alexander como referentes, mantenía vivo al conjunto de Guy Goodes, algo superado por el ataque dinámico de los azulgrana. Con el 26 a 16 finalizaba el primer cuarto, y Schortsanitis regresaba a la cancha para recortar, cuanto antes, diferencias en el marcador. El pívot heleno había sido el mejor de los primeros diez minutos, y su equipo le buscaba para crear el juego a partir de sus manos.

La lectura de Maccabi de la defensa contra Baby Shaq mejoraba, y castigando el 2c1 en la pintura, movería el balón más rápido, para encontrar los tiros liberados y sumar desde lejos. Aun así, Maccabi no acababa de encontrar su mejor juego, y tendría que ser Pargo el que desatascara el ataque macabeo, con 1c1 de calidad.

Satoransky tomaba las riendas de un FC Barcelona algo adormilado en ataque, y devolvía el +10 al Palau. Sus penetraciones rompían la defensa de Maccabi, muy permisiva, y guiaba al equipo hacia un baloncesto muy similar al de los visitantes. Fiando los puntos al lanzamiento exterior, el equipo catalán respondía con la misma moneda y mantenía la calma a tres minutos para el descanso.

El Barça conseguía frenar a Schortsanitis, con lo que Maccabi perdía fuerza en la pintura y seguridad en sus ataques

Dos fallos consecutivos del FC Barcelona hacían reaccionar al equipo de Goodes, que intentaba correr para sumar en transición y bajar de la barrera de los diez puntos. Más intensos en defensa, los amarillos hacían dudar al Barça y provocaban sus errores en ataque, pero sus pérdidas de balón les colocaban 47 a 34 al descanso. 

Un parcial de 0-6 volvía a conectar a Maccabi, que salía de los vestuarios con ganas de pelear por la victoria en Barcelona. Con el 47-40 empezaba otro partido en el Palau, en el que el Barça debería empezar a sumar y evitar las transiciones rápidas de los de Goodes. Tomic reaparecía a tiempo, y sofocaba los primeros murmullos de nerviosismo en el feudo azulgrana.

Tras tres minutos de juego, Maccabi sumaba su quinta falta de equipo, una circunstancia que marcaría el devenir del tercer cuarto. Leyendo a la perfección este escenario, Barça buscaría las faltas de los visitantes para sumar desde el tiro libre.

Volviendo a las segundas opciones como principal argumento, Maccabi bajaba la diferencia hasta los 11 puntos, y buscaba, por enésima vez, a Baby Shaq en la pintura, ahora emparejado con Pleiss. Pascual optaría por dar entrada a Tomic para frenar al interior de Maccabi, que seguía captando el protagonismo ofensivo de su equipo.

El último cuarto se presentaba más plácido de lo que Barça hubiera esperado antes de empezar el partido. Con el marcador a favor, y la capacidad de sofocar los intentos de Maccabi de forzar la remontada, no le quedaba otra que tener paciencia en ataque y elegir las mejores opciones para sumar.

La reacción de Maccabi no se hacía esperar, y desde la línea de 6’75, Smith ponía el 74-65 en el marcador, a menos de cinco minutos para el final. Pascual tiraría, entonces, de la artillería pesada para asegurar el triunfo, y elegía a un quinteto más que efectivo en ataque: a Thomas y Oleson (este último disputando, casi al completo, el último cuarto), se le unían Tomic, Doellman y Satoransky.

Las conexiones Oleson-Tomic volvían a hurgar en la herida de Maccabi, que seguía sin frenar al interior croata. Su 8 de 8 en los tiros libres aportaban la seguridad que su equipo necesitaba, y ayudaban a sentenciar un resultado que les acercaba a la segunda plaza del grupo E.