El baloncesto vive de sensaciones y, a día de hoy, Satoransky y el FC Barcelona disfrutan de las mejores posibles. El base natural de Praga se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva, firmando una exhibición tras otra y gobernando los partidos a su antojo desde la superioridad física que le otorgan sus 201 centímetros. El equipo blaugrana, por su parte, no ha parado de crecer desde el batacazo europeo frente a Olympiacos y ahora mismo se encuentra en un estado de forma excepcional.

Con grandes ajustes de Xavi Pascual (Lampe de titular, Doellman de sexto hombre) sólo falta la confirmación de los brotes verdes en la inclusión en la rotación de Mario Hezonja para cerrar el círculo a la perfección. Unicaja de Málaga, tras un primer cuarto de igualdad, no fue capaz de mantener la intensidad y vio cómo el ciclón culé le pasaba otra vez por encima (91-70) para poner un 2-0 en la eliminatoria. La serie viaja ahora al Martín Carpena, donde los hombres de Joan Plaza buscarán lavar su imagen y alargar al máximo este duelo en busca de una machada histórica.

Recital de Satoransky, triples malagueños

Como si de una prolongación del primer partido se tratara, se inició el segundo asalto de la eliminatoria con Satoransky como director y ejecutor de todas las operaciones blaugranas. Con un excepcional acierto desde el triple y alimentando continuamente a Ante Tomic, el base checo regaló un comienzo teñido de blaugrana (5-0). Unicaja, conocedor de sus errores, aumentó la agresividad buscando el aro y encontró mejores sensaciones desde la larga distancia. Suárez con un triple y Vázquez con una canasta a aro pasado igualaban el encuentro.

El primer cuarto creció y se desarrolló en este marco. Granger, Suárez y Toolson desde el triple (5/6 en dicha faceta entre los tres en el primer cuarto) daban las primeras ventajas en la serie a su equipo mientras que el Barça, con una gran circulación de balón, no paraba de buscar la superioridad interior de Ante Tomic. En los compases finales de estos primeros diez minutos, Joan Plaza trataba de sorprender al conjunto blaugrana imponiendo un zona en defensa. La buena lectura de los exteriores locales unida al acierto de un espléndido Tomas Satoransky (once puntos y 15 de valoración en el primer cuarto) permitieron al FC Barcelona no atascarse ante este ajuste y marcharse al primer parón con la máxima igualdad en el marcador (23-23).

Aparece el muro defensivo blaugrana

Si bien Ante Tomic comenzó siendo la principal referencia ofensiva del FC Barcelona, Tibor Pleiss le tomó el relevo en el segundo cuarto. El gigante alemán aprovechó su mayor envergadura para castigar desde dentro y dar las primeras ventajas importantes del partido (32-25, minuto 13). Unicaja, sin capacidad para brillar en el rebote ofensivo (una de sus grandes virtudes), veía cómo se le iba haciendo cada vez más pequeño el aro por culpa de una notable mejoría defensiva local.  Este atasco ofensivo de los malagueños era aprovechado por Álex Abrines, el mejor triplista blaugrana, para sumar dos aciertos consecutivos desde más allá del arco y poner, con un +12, la máxima ventaja hasta el momento en el marcador. Kuzminskas, con cinco puntos consecutivos, trataba de mantener a su equipo con vida en el partido.

Sin embargo, dos grandes acciones de Marcelinho Hertas ponían el +15 en el marcador y dejaban al conjunto de Joan Plaza en una situación muy complicada. En los compases finales del segundo cuarto, Suárez y Granger conseguían disminuir la ventaja, llegando al descanso con un marcador final de 50-37. Una gran diferencia forjada, especialmente, gracias a la amplia diferencia anotadora de ambos banquillos (31-17 favorable para los blaugranas) y al buen movimiento de balón de los locales (13 asistencias en 20 minutos de juego).

Jason Granger entra en escena

Si bien el FC Barcelona había bordado hasta el momento la defensa de las penetraciones de Jayson Granger, el uruguayo elevó su peso en el ataque visitante en este tercer cuarto. Tras ver cómo Doellman reanuadaba el partido con un triple para poner el +16, el base aumentó su agresividad y empezó a rasgar la pintura blaugrana a base de puntos en penetración y forzando faltas. Esta gran reacción visitante fue neutralizada por la conexión Tomic-Satoransky, con el pívot asistiendo y el checo finalizando fácil bajo el aro tras cortar a canasta. Sin embargo, las noticias blaugranas se tornaron negativas con la lesión en el tobillo de Pleiss tras pisar a su compañero en la lucha por el rebote.

El alemán se tuvo que marchar al banquillo y Xavi Pascual, con los problemas de faltas de Tomic, se vio forzado a jugar con menos centímetros en pista. Este hecho lo aprovechó a la perfección Unicaja de Málaga para dominar el rebote ofensivo, sumar fácil, ganar el tercer período y enjuagar la diferencia hasta los 12 puntos. La esperanza de victoria para los visitante permanecía aún intacta.

La vieja guardia escoltada por Mario Hezonja

El inicio de los últimos diez minutos también fue negativo para los intereses blaugranas. Suárez seguía destrozando desde el rebote ofensivo y Tomic se cargaba con cuatro faltas y se marchaba el banquillo. Sin embargo, fue ahí cuando apareció la guardia que dio la última Liga al equipo de Xavi Pascual. Bostjan Nachbar, con su primera canasta de la serie y un magnífico tapón, y Marcelinho Huertas, con un triple estratosférico, ponían el +17 en el marcador y hacían respirar más tranquilo al Palau Blaugrana. A pesar de esta gran diferencia, Unicaja, de la mano de Thomas y Granger siguió luchando hasta los últimos tres minutos.

Fue en esos compases finales cuando irrumpió el inabarcable talento de Mario Hezonja para cerrar el partido. Con tres fantásticas acciones defensivas y un mate propio de un concurso de All Star, el alero de Dubrovnik se encargó de poner el definitivo 91-70 y de seguir haciendo méritos para disfrutar de una mayor peso en la rotación en el tramo final de la que puede ser su última temporada en las filas del FC Barcelona.