Tras una multitud de rumores a lo largo de los últimos años, la imagen de Pau Ribas con la camiseta azulgrana se hizo realidad el pasado domingo en la Lliga Catalana. Y se produjo con una exhibición que le valió el MVP, tras anotar 26 puntos, y la confirmación de que llega al Palau para reafirmarse entre los grandes. Versatilidad, sacrificio y talento son tres condiciones intrínsecas del escolta badalonés que llega a Barcelona tras culminar una carrera en constante progresión.

Hijo de Jordi Ribas, jugador de la Penya a finales de los setenta, ha visto como 2015 transformaba todos sus sueños en realidad. Tras una gran temporada en Valencia, el escolta consiguió entrar en el quinteto ideal de la Liga Endesa, acceder en la convocatoria de la selección española y destacar entre los mejores del Eurobasket de Francia. Todo ello basado en la cultura del esfuerzo y de la imperiosa necesidad de mejorar día tras día, una condición que le ha permitido hacerse un hueco entre los mejores esta campaña.

Un jugador de equipo

A sus 28 años y 1,96 de altura, una de las condiciones que más destaca en Pau Ribas es su polivalencia. Derivando su posición entre la de escolta y alero, incluso en algunos momentos hasta de base, su juego le permite desarrollar diferentes figuras del juego aportando situaciones distintas en ataque. Se trata de un jugador muy completo, de equipo y del agrado de Xavi Pascual.

Su figura se postula fundamental dentro del nuevo Barça de la 2015-2016

Con un buen porcentaje de tiro y siendo un gran pasador, no le pesa la responsabilidad de liderar al equipo en los minutos cruciales. Dejando de lado la faceta ofensiva, Ribas también ha conseguido mejorar sus condiciones defensivas haciéndolo inherente esa facete a su figura y convirtiéndole en un defensor incómodo para su marca. Sacrificado en ambos lados de la pista, su figura se postula fundamental dentro del nuevo Barça 2015-2016.

Experiencia contrastada

El fichaje de Pau Ribas dotará al equipo de un perfil diferente que no existía hasta su llegada y aportará un conocimiento basto de la categoría que escasea en la última renovación del Barça de Xavi Pascual. Su paso por Badalona, Vitoria y Valencia le han proporcionado 303 partidos en la máxima competición estatal con una valoración media de 8.1. En su última temporada, promedió 10,4 puntos en una campaña donde lideró al conjunto valenciano.

De menos a más, su salto al Barça puede servirle de soporte idóneo para acabar de explotar. En el Palau ya se frotan las manos imaginando hasta dónde puede llegar su progresión.

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Sobre el autor
Christian Martínez Romeo
Quise ser el mejor futbolista del mundo pero ese puesto ya estaba reservado, así que decidí cambiar las botas por un papel y bolígrafo y con ello estoy pudiendo vivir el deporte en primera persona. Siempre optimista, combino los estudios de Periodismo con colaboraciones en diferentes medios.