Ni el mismísimo Quentin Tarantino, que ha estrenado película hace apenas unos días, podría haber firmado un guión mejor para el épico triunfo azulgrana en su visita al BarclayCard Center de Madrid (86-87). Emoción, sufrimiento, coraje, remontada y buzzer-beater final son algunos de los elementos que surgieron en la segunda victoria azulgrana en este Top 16, una conquista clave teniendo en cuenta la dificultad que presenta el conocido como grupo de la ‘muerte’, donde vencer en pista ajena se convierte en un reto de enjundia. 

Conscientes de que el encuentro vivido hace apenas un mes, donde el conjunto azulgrana ganó con solvencia, no se iba a repetir, ambos equipos salieron con ganas de mostrar la mejor cara que a la postre les permitiese llevarse el gato al agua. Los azulgranas vieron desde el inicio que la presea no resultaría nada sencilla y el talento de Sergio Llull y Rodríguez decantó la balanza en los primeros compases del duelo. Cuando peor lo estaba pasando el Barça fue cuando apareció la versión más luchadora, la que supo salir del fango sin su buque insignia Juan Carlos Navarro, lesionado al inicio del tercer cuarto.

Con una muestra de coraje y esfuerzo, quien destacó fue Justin Doellman. En un final donde ambos entrenadores decidieron jugársela a una canasta ganadora, el 'asesino silencioso' acabó decantando la contienda. Criticado por su irregular rendimiento en la Euroliga donde promedia 10,1 puntos por encuentro, no así en Liga Endesa, el ex de Valencia Basket resurgió para demostrar que todavía tiene mucho que decir en la Ciudad Condal. Su 26 de valoración gracias a 24 puntos, la increíble serie de seis de seis en triples y la fantástica canasta ganadora en el último segundo le convirtieron en el hombre del partido en una actuación de ensueño para el estadounidense, que volvió a exhibir la versión que encandilo a los aficionados de la capital del Turia y firmó su mejor encuentro desde que viste la camiseta azulgrana.

“Es una victoria muy importante. Y más en Madrid. Ganar fuera es complicado y sabe mejor en el clásico”, afirmó tras la conclusión del partido. El estadounidense echo mano de la humildad necesaria en un grupo dispuesto a ganarlo todo. "Ha sido una victoria de equipo. Mis compañeros me han dado el balón en la posición correcta, hay que darles mérito. Al final lo importante es que el equipo ha ganado y nos llevamos una victoria muy importante". 

En definitiva, era su día. Todas las miradas estaban puestas en él. El Capitán América apareció cuando se le esperaba. Doellman ha vuelto. O quizá es que nunca se fue.