Cuando tu único consuelo cuando juegas ante un rival directo en el grupo de la 'muerte' es haber salvado, por los pelos y sufriendo, un averaje de 17 puntos de ventaja que llevabas del Palau es que algo se ha hecho mal. El Barça de las mil caras se dio de bruces nuevamente con la realidad y lo hizo firmando un pésimo encuentro en Moscú que volvió a poner en liza las carencias del equipo ante un Khimki que aprovechó todas las facilidades para sumar un triunfo fundamental (75-61).

Sin el efecto Joe Dorsey que tan buen resultado dio ante Olympiacos, tan solo anotó 2 puntos y capturó cinco rebotes en 13 minutos, los azulgranas vieron que hay algo peor que perder un partido. Y es el no haber estado dentro del mismo en ningún momento de los 40 minutos. Arrancando sin la tensión necesaria que se presuponía para un duelo de vital importancia, la candidez defensiva y la pasividad en distintas facetas del juego propiciaron que los moscovitas lograran irse al descanso venciendo por 19 de diferencia (48-29). Lejos de remediarlo, incluso estuvo 23 abajo, el Barça tuvo que recurrir al honor para salvar unos últimos 15 minutos de juego que fueron poco o nada para un conjunto que cada vez más se complica el pase a cuartos (cinco derrotas en nueve encuentros).

Sin el efecto Dorsey, el Barça volvió a mostrar su peor cara en un encuentro donde nunca tuvo opciones de vencer

Ante un equipo compuesto a base de talonario, que es capaz de ganar a CSKA, Madrid y caer a la par con rivales de menos calibre en su liga, los azulgranas firmaron la peor anotación en el descanso de la temporada (29 puntos). Además, uno de los remedios de Xavi Pascual, con la defensa como sustento, naufragó ante el buen hacer ofensivo de Khimki que logró endosar 49 puntos al descanso que sentenciaron el duelo. Con Shved liderando a los suyos, 16 puntos y 22 de valoración, y la siempre dirección del talentoso Rice, los de Rimas Kurtinaitis controlaron la renda inicial a la perfección y gestionaron los nervios de un conjunto catalán desubicado en la pista.

Desaparecidos

Agustine (13 puntos), Davis (15) y Monia (8), ejercieron su papel bajo la pintura y trituraron cualquier opción azulgrana, con un desaparecido Tomic (5 puntos) y con Doellman (16 de valoración) como único sustento ante la debacle. El estadounidense y la voluntad de Ribas y Navarro, muy poco acertados en el encuentro, fueron las pocas notas positivas que sacó el conjunto de Pascual en una noche aciaga. El capitán azulgrana luchó contra el mundo en la segunda mitad pero, aquello que durante muchos años bastó para ganar, ya no es el arma que decanta encuentros. Simplemente la relajación rusa (56-33) permitió que el Barça salvase el average, pero no así la imagen de equipo sin carácter ni alma que se presenta vulnerable ante el calendario tan exigente que se presenta.

Sin el carácter necesario, los 49 puntos recibidos al descanso son la mayor anotación en contra de la temporada 

Con una situación límite, los azulgranas deben ganar los tres encuentros en el Palau (CSKA, Real Madrid y Brose) empezando por los rusos este viernes (20:45, Esport3) y ganar en la pista de Zalguiris y Laboral Kutxa. Todo ello a merced de los otros resultados y combinaciones que se produzcan en un grupo donde todavía nada está decidido. Por su parte, Khimki, con un balance de cinco triunfos y cuatro derrotas, visitará la pista del Brose Basket en Bamberg para asestar un golpe importante en la mesa y presentar así sus credenciales. 

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Sobre el autor
Christian Martínez Romeo
Quise ser el mejor futbolista del mundo pero ese puesto ya estaba reservado, así que decidí cambiar las botas por un papel y bolígrafo y con ello estoy pudiendo vivir el deporte en primera persona. Siempre optimista, combino los estudios de Periodismo con colaboraciones en diferentes medios.