El Movistar Estudiantes consiguió la primera victoria de la temporada lejos de su pista a costa de un Gipuzkoa Basket que fue a contracorriente durante los 40 minutos del choque para acabar perdiendo 76-82. El partido fue distinto al de la primera vuelta, aunque los madrileños volvieron a salir victoriosos para conseguir la séptima victoria de la campaña. A pesar de un comienzo parejo con canastas de Jordan por parte local el conjunto estudiantil logró, después de un 2+1 de Fernández y dos triples de Rabaseda, una primera ventaja en el partido (8-15). El primer cuarto estaba siendo de Jared Jordan, que anotó diez puntos en este periodo, pero los visitantes, con Salgado en pista anotando dos triples nada más entran, mantenían la ventaja al final del primer periodo ganando por 21-26.

En el segundo periodo la producción de ambos equipos no fue tan alta como en los diez primeros minutos, aunque el encuentro seguía teniendo claro color madrileño. Varios errores de los donostiarras, sobre todo en el pase, encontraban la respuesta en el otro lado. Un triple de Bircevic, totalmente sólo después de amagar un pase, y una canasta de dos de Rabaseda volvía a subir la ventaja del equipo visitante (27-37). La reacción local no se hizo esperar y Taquan Dean anotó cinco puntos consecutivos para reducir diferencias, aunque los de Vidorreta seguían haciendo un gran daño en todas las zonas. La defensa de casa hacía aguas y el equipo estudiantil llegaba al descanso ganando por 34-48 con un triple final de Van Lacke.

La serenidad defensiva del Gipuzkoa Basket no estuvo presente en el primer tiempo En el primer tiempo el Movistar Estudiantes fue muy superior en todos los aspectos. El equipo madrileño se imponía tanto en defensa como en ataque, donde anotaban con mucha facilidad ante la frágil defensa del Gipuzkoa Basket. La ventaja visitante era totalmente merecida e incluso podía ser mayor por la poca aportación de la segunda unidad de los de Ponsarnau, que, ante todo pronóstico, estaban cuajando uno de sus peores vinte minutos defensivos. En los primeros dos cuartos los de Vidorreta se impusieron de forma clara y encarrilaron el partido para conseguir el séptimo triunfo de la campaña.

Al regreso de los vestuarios el encuentro siguió el mismo ritmo. Es decir, la circulación ofensiva en los guipuzcoanos era pésima en muchos momentos, cometiendo muchos errores, aunque siempre les quedaría Taquan Dean. Seis puntos seguidos con dos triples dio esperanzas al público del Donostia Arena 2016 (42-50) para ver una posible remontada. A pesar de la mejoría defensiva el GBC no conseguía rebajar la distancia a menos de siete puntos y el Estudiantes aumentaba su puntuación apoderándose de la zona mientras los de casa lo intentaban desde la línea de tres. El cuarto finalizó con los visitantes ganando por 54-64, una ventaja psicológica para los diez últimos minutos.

Los locales se pusieron a cuatro puntos pero no pudieron remontar

El Gipuzkoa Basket no se encontraba cómodo y el ejemplo más claro era David Doblas, que lanzó dos triples que no entraron, mientras que sí lo consiguió Xavi Rabaseda para ir encarrilando, ya de manera definitiva, el partido. A pesar de los intentos locales la victoria tenía claro color estudiantil a cinco minutos del final (61-73). Los donostiarras seguían recortando la diferencia y conseguían ponerse a cuatro puntos (76-80) a menos de un minuto del final. Salgado falló el triple que pudo cerrar el encuentro, pero el rebote fue visitante y la séptima victoria de la temporada fue para el Movistar Estudiantes, que ganó por 76-82.

Javi Salgado, en su regreso a San Sebastián, ejerció de líder en el equipo de Vidorreta dirigiendo de manera magistral a su equipo y consiguiendo varios triples que sentenciaron el encuentro. Además, Slokar fue el máximo anotador con 15 puntos junto al base vizcaíno para cosechar el séptimo triunfo. En el cuadro local el gran partido de Jared Jordan y Taquan Dean no tuvo recompensa y, una vez más, un mal segundo periodo fue clave para no poder conseguir la victoria. El esfuerzo final por intentar conseguir una heroicidad se quedó sin recompensa.