El Gipuzkoa Basket no se encuentra en buen estado de forma y encadenó el domingo, ante un gran Real Madrid, su tercera derrota consecutiva de la temporada al caer por 86-70 en el feudo blanco. Los donostiarras fueron por detrás en el marcador y apenas pudieron bajar de los nueve puntos de diferencia en un cuarto que estuvo marcado, tal y como lo dijo el técnico posteiormente, por las pérdidas. En total, nueve pérdidas en diez minutos, a uno por minuto prácticamente, que dieron alas a los merengues para marcharse en el electrónico (23-14) a las primeras de cambio y dejar sentenciado el encuentro.

Jaume Ponsarnau diagnosticó de manera sencilla lo que había ocurrido en el primer periodo: "Las pérdidas del primer cuarto han marcado nuestro partido, hemos empezado mal ofensivamente y los blancos lo han aprovechado para correr. No hemos estado listos", manifestó el entrenador en rueda de prensa. Si bien es difícil plantar cara al conjunto de Pablo Laso, más si cabe en su propia pista, las probabilidades de hacerlo disminuyen si encadenas tantos balones perdidos en un espacio muy pequeño de tiempo. A pesar de estar a menos de diez puntos en el marcador, la sensación era que el cuadro donostiarra estaba sentenciado.

A partir de entonces el Gipuzkoa Basket sí que compitió y minimizó las pérdidas, acumulando sólo cinco balones perdidos en los siguientes tres cuartos. La diferencia se ampliaba aunque un gran Jordi Grimau, 18 puntos de valoración después de estar varias semanas lesionados y sin llegar al 100%, hizo que los blancos no se consiguieran ventajas excesivas antes del descanso, algo que sí ocurrió después de volver de los vestuarios. El encuentro quedó visto para sentencia con un Real Madrid que dominaba y machacaba a ritmo de triples a los guipuzcoanos.

En el marcador ilustraba un claro 77-52 favorable para el equipo local, aunque la mentalidad y el orgullo visitante rebajó la distancia hasta los doce puntos con un 0-13 de parcial favorable. "No me quejo de la mentalidad con respecto al trabajo del equipo, argumentaba Ponsarnau, si bien sirvió para maquillar el resultado final (86-70) y que la derrota no fuera tan apabullante como pintaba unos pocos minutos antes de finalizar el encuentro. Lo mejor, según el técnico, la información obtenida para crecer en las próximas jornadas, donde llegan los rivales directos en la lucha por la permanencia.

Por último, Dani Díez volvía al Palacio de los Deportes para enfrentarse a su Real Madrid y demostró la gran campaña que está realizando. El alero se fue hasta los 14 puntos, máximo anotador del encuentro, y capturó seis rebotes, segundo de la Liga Endesa en este apartado, para un total de 14 puntos de valoración. El Madrileño aprovechó la ocasión para dejar su sello en el su propia tierra a la espera de poder regresar el próximo verano a la capital de cara a ser importante en la plantilla madridista las próximas temporadas.

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Sobre el autor
Beñat Escribano Garamendi
Redactor del RETAbet Gipuzkoa Basket y del Eibar en VAVEL.