El RETAbet Gipuzkoa Basket es un equipo a la deriva. Así se demostró en la histórica derrota (79-121) del domingo ante el Valencia Basket, donde no pudieron competir ni contar con Andrés Rico, Txemi Urtasun y Travis Wear, que se negó a jugar ante su inminente salida en los próximos días. Tres bajas con las que era casi imposible competir (y si estuvieran disponibles también) ante el segundo clasificado de la Liga Endesa, que se paseó por el Donostia Arena 2016.

Desde el comienzo se decantó el encuentro para los visitantes. Apenas en unos minutos los Taronja lograron una ventaja considerable (5-14) que fueron aumentando poco a poco. En medio encuentro los donostiarras habían encajado 60 puntos, encajaron 121 al final y 21 canastas (de 33 intentos) fueron desde la línea de tres. Los de Pedro Martínez tuvieron un acierto descomunal tanto de dos (62%), de tres (64%) y desde el tiro libre (93%). Nada que hacer.

Impotencia total por parte del RETAbet Gipuzkoa Basket, que en la presente temporada han encajado tres de las cuatro derrotas más abultadas del club. A pesar de los 27 puntos de Marcus Landry, otra vez el mejor con diferencia, sólo cuatro jugadores pasaron de los 5 puntos de valoración. En el Valencia Basket, en cambio, todos los jugadores anotaron al menos cuatro puntos y registraron 164 puntos de valoración, 100 más que su rival en una mañana para olvidar.

La campaña está siendo para olvidar para los donostiarras. El descenso está cada vez más, ya con pie y medio, y el próximo encuentro, otra vez en casa ante el CAI Zaragoza, se presenta a vida o muerte para seguir con vida en la Liga Endesa. Desde luego, jugando como ayer será imposible y los ejercicios de impotencia, a falta de seis jornadas, irán a más. Al igual que el resto del año, el equipo va a la deriva y se avecina un final con el peor desenlace posible.