Las opciones que le quedan al RETAbet.es GBC para salvarse son mínimas, pero su entrenador Porfi Fisac insiste en que no sabe lo que es rendirse. "Ahora es cuestión de orgullo y compromiso".

La primera piedra que le queda al conjunto donostiarra de cara a este final de temporada es el Laboral Kutxa Baskonia, un equipo que llega con todas las fuerzas tras clasificarse para la Final Four de la Euroliga. Una de las grandes razones de esta espléndida temporada baskonista es el pívot griego Ioannis Bourousis.

Bourousis empezó tarde en el mundo del baloncesto. Desde bien pequeño quería ser nadador, pero tras el paso de los años, debido a su gran tamaño y altura no podía dedicarse a la natación, por lo que a los 18 años decidió darse a sí mismo una oportunidad en el mundo de la canasta. Empezó su carrera profesional en el AEK de Atenas, en el año 2001, y tras destacar siendo joven, el Barcelona en fijó en él, siendo así la ciudad condal su próximo destino. Tras disputar sólo tres encuentros con la elástica blaugrana, decidió volver a Grecia, esta vez firmando por el Olympiacos, donde triunfaría durante las cinco temporadas que jugó en el conjunto griego.

Durante su estancia en el Olympiacos, tuvo una oferta de la NBA (12 millones de dólares en tres temporadas), de los San Antonio Spurs concretamente, donde el entrenador Gregg Popovich se enamoró del griego tras verle jugar en la Euroliga. Aún así, Bourousis decidió quedarse en Grecia, antes de marcharse al Olimpia Milano, donde sería entrenado por el actual seleccionador español, Sergio Scariolo. Dos temporadas duró en Milán, ya que en verano de 2013 firmó por el Real Madrid, equipo con el cual ganaría una Euroliga (superando en la final al Olympiacos, precisamente), una Liga Endesa, una Copa del Rey y dos Supercopas.

En verano de 2015, tras tener menos importancia en el conjunto blanco y debido a que su relación con el entrenador Pablo Laso no era la mejor, decidió salirse de la capital española y Perasovic no dudó en llamarle para que fuese uno de los pilares del conjunto baskonista, donde hasta el momento promedia 13 puntos y 7 rebotes por encuentro para una valoración total de 19,8 créditos. Todo carácter baskonista que está llevando al Laboral Kutxa Baskonia a lo más alto de Europa.