El RETAbet Gipuzkoa Basket está hundido. No quedan muchos más calificativos para describir la situación de los guipuzcoanos, que volvieron a caer estrepitosamente una jornada más. En esta ocasión fue el Laboral Kutxa quien se llevó el triunfo (101-73) sin apenas pisar el acelerador en el Buesa Arena. Con muy poco, y sobre todo en el segundo periodo, los vitorianos lograron una victoria más que abultada, dejando a los visitantes, una vez más, con una derrota que rondó cerca de los treinta puntos de diferencia, algo que se ha convertido habitual esta temporada ante todo tipo de equipos.

Los donostiarras suman 25 derrotas en 30 partidos. Desde la primera jornada son colistas de la Liga Endesa y están a un paso, que podría ser la próxima semana, de consumar el descenso matemático, el tercero en las cuatro últimas campañas. En caso de derrota ante el FIATC Joventut los de Porfi Fisac estarán en descenso. Movistar Estudiantes y Río Natura Monbús juegan el sábado, por lo que antes del encuentro de Badalona el domingo (12:30 horas) se podría conocer el descenso del cuadro de San Sebastián a la división de plata del baloncesto español.

El partido del domingo, al igual que la campaña, está siendo un ejercicio de impotencia absoluta para el equipo guipuzcoano. A pesar de intentarlo en numerosas ocasiones en ningún momento se ha podido entrar en la lucha por la permanencia. Ni ganando ante los estudiantiles en Madrid ni venciendo a los gallegos en casa en la segunda vuelta. Ni el cambio de ténico, ni los fichajes... ni nada. Nada ha servido para que el RETAbet Gipuzkoa Basket pudiera dar la vuelta a una situación que se vio perjudicada desde el verano y el descenso, cuestión de días, pondrá al club donde se ha merecido esta campaña.

Restan cuatro partidos en la Liga Endesa. Los donostiarras deberían ganar los cuatro para tener mínimas esperanzas de permanencia, aunque visto lo visto resulta prácticamente imposible. El GBC, abonado a ejercicios de impotencia durante todo el año, tiene cuatro jornadas para luchar por el orgullo de un club que está yendo a la deriva y que deberá luchar en los despachos el futuro de cara al año que viene. Lo más cercano, por ahora, es el descenso deportivo a LEB Oro. A partir de ahí, habrá que esperar qué es todo lo que ocurre en San Sebastián.