Zoran Vrkic, una vez finalizada la temporada, reconoció, en una entrevista concedida a Solobasket, que a RETAbet Gipuzkoa Basket le faltó agresividad durante gran parte de la campaña, sobre todo en los primeros meses: "El equipo estuvo falto de agresividad defensiva para ser más competitivos, especialmente al principio. Empezamos la temporada con un tipo de defensa que no encajaba con los jugadores que teníamos. También necesitamos a alguien como Agbelese desde el principio, para rebotear y proteger el aro. Tampoco tuvimos fluidez en ataque durante toda la temporada. No había movimiento de balón y no leíamos bien el partido para saber dónde teníamos ventaja y dónde no".

El alero, que no seguirá en San Sebastián después de haber rescindido el contrato, apuntó que en todo momento ha querido luchar con la mejor actitud posible para ayudar a sus compañeros en beneficio por el equipo: "En todos los partidos intento dar lo mejor de mí tanto en defensa como en ataque y jugué para ayudar al equipo en todo lo posible. La actitud no fue la misma en el caso de todos los jugadores y ese fue un gran problema, pero yo estuve siempre al 100%, luchando, dispuesto a morir por el equipo. Al final, los entrenadores tienen el trabajo de coger lo mejor de cada jugador y decidir quién está en la cancha. No quiero hablar de sus decisiones".

El croata, por otro lado, manifestó que le hubiera gustado tener un rol más importante, aunque reconoció que todavía tiene que ganarse el respeto de la Liga Endesa para tener un mayor protagonismo: "Todo el mundo quiere jugar más y tener un rol más protagonista. Estoy seguro de que tengo la calidad que pudo haber ayudado al equipo a ganar más partidos de los que ganamos, si fuese usado más adecuadamente. Pero también entiendo por qué no tuve un mejor rol. Todavía necesito hacerme un hueco y ganarme el respeto en esta liga y mostrar más de la calidad que tengo".

A pesar de haber tenido dos técnicos con los que hubo muchos cambios en el equipo Vrkic señaló que tanto Jaume Ponsarnau como Porfi Fisac le han ayudado para ser mejor jugador a día de hoy: "He aprendido muchas cosas de ambos entrenadores personalmente y estoy agradecido por ello. Tenían muy diferentes puntos de vista sobre el baloncesto. Ambos entrenadores, Jaume y Porfi, contribuyeron de un modo u otro en el hecho de que ahora soy mejor jugador de lo que era".