Roberto Guerra reflejaba el sentir de todo el Herbalife Gran Canaria tras la victoria ante el Blancos de Rueda Valladolid (78-62) al asegurar que estaban muy contentos tras el triunfo, que les daba el pase al Playoff. "Esto no ha terminado, queda lo más bonito", reconoció el jugador sobre la participación del Granca en la disputa del título de Liga. Su rival será el Laboral Kutxa.

Encuentro trampa

El alero admitió que el encuentro ante los vallisoletanos era "peligroso" ya que a pesar de que "no se jugaban nada", no duda que tenían "sus motivaciones como cualquier equipo". Asimismo, reseñó que ellos comenzaron el partido "muy tranquilos", mientras que al Herbalife le pudo en los primeros compases la ansiedad. "Empezamos un poco nerviosos con un encuentro igualado", aclaró Guerra que, no obstante, declaró que protagonizaron "un buen arreón en el segundo cuarto (28-9)" que les permitió tener "un final de duelo tranquilo".

Sobre sus sensaciones declaró que se encontraba "en un estado de forma muy bueno" y sobre todo "con ganas de afrontar el Playoff". Aun así, son conscientes de que se van a enfrentar a un rival "complicadísimo" y que tendrá "ventaja de campo". Pese a todo, considera que no deben cerrarse "ninguna puerta". "Queremos jugar como sabemos y si así lo hacemos, sabemos que somos un buen equipo", apuntó.

Moral por las nubes

Guerra quiso dejar claro que el conjunto amarillo "está motivadísimo" y que saben "cuál es el camino para ser competitivos", por lo que considera que pueden "ganar a cualquier conjunto". Asimismo, argumentó que al ser tres encuentros tienen "más posibilidades". Sin embargo, es consciente de que el Laboral Kutxa es "cabeza de serie y un gran equipo". Por último, valoró su papel en la campaña, en la que al principio asumió que sería "complicado" para él entrar en el conjunto, aunque estaba seguro de que tendría su "oportunidad". "Poco a poco he ido ganándome mis minutos y siendo importante en la rotación, y muy contento por lo que ha sido la temporada regular", zanjó.