La serie a priori más igualada demostró nuevamente que los expertos no se equivocaban cuando daban ganador en tres partidos. Como ocurrió en Málaga, el partido fue muy parejo y equilibrado, llevándose el gato al agua el conjunto que mejor gestionó los minutos finales. En Málaga fue el acierto de Caner-Medley y la defensa malagueña; en Gran Canaria fue la garra y concentración de los amarillos.

Los primeros minutos fueron de tanteo y de mucha intensidad, con un gran predominio de las defensas donde pareció sentirse más cómodo el conjunto de Joan Plaza, que no permitía al Gran Canaria anotar más de 6 puntos transcurridos los primeros siete minutos. Sin embargo, los malagueños tampoco se mostraban acertados en ataque y la igualdad reinó, donde no hubieron ventajas reseñables y terminaba el cuarto con 12-13.

Atasco amarillo

En el segundo periodo se mantuvo la igualdad hasta su ecuador, aunque Herbalife Gran Canaria había conseguido su primera ventaja con un triple de Ben Hansbrough y el estancamiento malagueño en los 20 puntos. Brad Newley seguía encontrando el aro rival con continuas entradas a canasta y Unicaja se servía de los rebotes ofensivos para mantener el encuentro parejo. Posteriormente, fue el equipo amarillo el que se atascó en 23 puntos, endosando Unicaja un parcial de 3-10 que le dio la primera renta seria del encuentro a falta de dos minutos (23-30).

Entonces, un triple de Bellas, seguido de otro de Báez volvieron a acercar a Gran Canaria al marcador, aunque respondió también de tres Granger para mantener la ventaja. Con ventaja malagueña se llegó al descanso 29-36, gracias a tener la mitad de pérdidas que los amarillos pese a estar muy parejos en el resto de apartados estadísticos. Newley mantenía a los insulares en anotación, mientras que Caner-Medley, bien secundado por Granger, Toolson y Stimac daban la ventaja a Unicaja.

Luego llegó un tercer periodo marcado por el desacierto en ambos conjuntos, hasta que un triple de Granger, nuevamente excelso, daba la máxima ventaja a los malagueños y obligaba a Pedro Martínez a pedir tiempo muerto, poco después de recibir una falta técnica (33-42). Fue entonces, en medio de un cúmulo de errores, cuando llegó el momento de los bases y apareció Albert Oliver. El veterano director anotó tres triples seguidos, aunque se encontró con la respuesta de Calloway para llegar al cuarto decisivo con 44-48.

Oliver tiró del Granca

El acierto de Oliver en el tercer cuarto llenó de fe y coraje a los amarillos, que con un fuerte arranque de último cuarto igualaron el partido a falta de ocho minutos. Poco después, Gran Canaria recuperaba la ventaja con el cuarto triple del propio Oliver, aunque respondió de inmediato Carlos Suárez para devolver la igualada al marcador (56-56).

Entonces, apareció de nuevo Granger para dar de nuevo ventaja a Unicaja. Pero la emoción se mantendría hasta el final, ya que Tomás Bellas anotó dos tiros libres para poner un punto arriba a los amarillos antes de la última posesión. Unicaja tenía saque de banda a falta de 3,6 segundos y Fran Vázquez lo intentó de tres, pero su lanzamiento no entró y el partido acabó con victoria amarilla 63-62.

La serie se resolverá el martes en el Carpena y en este encuentro, para el que Pedro Martínez confesó no saber realmente la razón táctica de la victoria, sí destacó jugadas como a falta de dos minutos un rebote que tenían ganado los interiores malagueños, donde Eulis Báez peleó desde el suelo y acabó en manos de Beirán para completar un 2+1. A falta de frescura y con los jugadores muy mermados físicamente, los amarillos se llevaron la victoria por garra y fe.