Que las machadas pueden suceder es más que una realidad, y más si se trata de la Copa del Rey. El torneo del KO se caracteriza siempre porque da igual cómo lleguen los equipos, lo que importa es el partido y este jueves se acaba de demostrar. El Dominion Bilbao Basket dio la campanada al vencer al FC Barcelona Lassa (72-73) y ahora el Herbalife Gran Canaria ha sorprendido a todos eliminando al mejor equipo que llegaba a la competición, el Valencia Basket.

Una victoria tan sufrida como tensa, que pudo haberse decantado para cualqueirea de los dos equipos pero que al final ha manejado mejor los tiempos solo uno, y ese ha sido el equipo canario. El cuadro dirigido por Aíto García Reneses se ha mostrado como un equipo sólido, que se ha entendido a la la perfección en ataque y que ha estado muy ordenado en defensa. Solo así se explica que hasta tres jugadores amarillos hayan obtenido cerca de veinte puntos de valoración. Alen Omic, Kevin Pangos y un antológico Pablo Aguilar sirvieron de guía a un Herbalife Gran Canaria en su mejor versión de la temporada.

Inicio sólido del Valencia Basket

El Valencia Basket, por su parte, vio como su baloncesto sólido y sin fisuras se desplomó sobre todo en un desastroso inicio de segundo cuarto que empañó un brillante comienzo. Un asombroso parcial de 0-21 a favor de los canarios empezó a iniciar la caída de los del Turia, que ven como encajan su segunda derrota de la temporada en España.

Fotografía: ACB

Hay que decir que la primera parte fue toda una montaña rusa. Fue el Valencia Basket el que tomó el timón del partido desde el salto inicial. Con Fernando San Emeterio como motor de los suyos, el conjunto dirigido por Pedro Martínez trató de sacar distancias en lso primeros compases del encuentro. Fue allí donde se vio la peor versión del Herbalife Gran Canaria. Los valencianos se hicieron dueños y señores del rebote y Alen Omic lo pasó bastante mal en sus primeros duelos con Bojan Dubljevic y Luke Sikma.

Tan solo Sasu Salin se erigió como la luz al final del túnel para los insulares, que vieron como el Valencia Basket les aplicaba un serio 14-3 nada más comenzar el encuentro y que se iban al segundo cuarto con doce puntos de ventaja. Parecía ya roto el partido y muy cuesta arriba para los de Aíto, pero la experiencia del técnico del 'Granca' la llevó a ejercer la machada en el segundo cuarto.

Cinco minutos de ensueño

300 segundos necesitó el Herbalife Gran Canaria para poner patas arriba A Coruña. Un parcial sublime, hasta entonces nunca antes visto y menos ante una de las mejores defensas de Europa. Un asombroso 0-21 que le dio la vuelta al partido y que permitió que el los canarios empataran al Valencia Basket justo cuando se llegó al descanso (42-42). El héroe en la sombra fue DJ Seeley, que hizo posible la gesta anotando dos triples de manera consecutiva. En la pintura, Pablo Aguilar no tuvo piedad ninguna contra el que fuera su equipo la temporada pasada y fue el máximo anotador del partido para los canarios (16 puntos).

Fotografía: ACB

Así, en solo cinco minutos, el 'Granca' anotó más puntos que todos los que había obtenido en el primer cuarto. Rafa Martínez hizo del tiempo muerto un bálsamo y en los últimos tres minutos del la primera mitad, el Valencia consiguió un parcial muy similar al del comienzo del partido (14-3), con el que se llegó al descanso. El choque era de ida y vuelta y no parecía que se fuera decidir en el tercer cuarto.

Tras el tiempo de descanso, la dupla formada por Justin Hamilton y John Shurna trató de desequilibrar la balanza y casi lo consiguió. El de Newport Beach se hizo dueño y señor de la pintura y durante esos minutos estuvo intratable en el rebote (llegó a capturar diez en todo el partido). El Valencia Basket metió una marcha más y parecía que el Herbalife Gran Canaria estaba resentido físicamente tras el enorme esfuerzo del segundo cuarto. Diez puntos de ventaja para los de la Fonteta al término del cuarto (67-57) pero con otros diez minutos aún por disputarse.

Aguilar y Omic ejercieron de verdugos

Y fue ahí donde tanto el equipo como la afición se hicieron la misma pregunta: Si el Dominion Bilbao Basket pudo con el Barcelona Lassa...¿por qué no se puede creer en la remontada al Valencia Basket? Es público jaleó desde la grada e incluso los aficionados locales se apuntaron al "Pío Pío" que resonó en A Coruña durante el último cuarto. Fue ahí donde apareció al fin el poderío en el aro de Alen Omic. El pívot esloveno luchó contra viento y marea y se hizo con el control en la pintura junto un solvente Pablo Aguilar.

Fotografía: ACB

Solo así se explica que en el ecuador de la recta final el Gran Canaria decidiera el partido con otro increíble y abultado parcial (4-19). Tan solo faltaba sentenciar desde la línea de tiros libres. El Valencia Basket no tardó en llegar al bonus y el que se convirtió en el factor 'punto a punto' fue Kevin Pangos. La veteranía y la casta de Albert Oliver se apuntaron a la fiesta y tampoco error desde la línea de los tiros libres. Podrá parecer fácil anotar desde ahí, pero fueron esos lanzamientos los que horas antes habían condenado al Barcelona Lassa, así que la presión había que mantenerla.

Y sí, se esperaba uno de los campeonatos coperos más intensos e igualados desde hacía mucho tiempo, pero no de esta manera. Barelona Lassa y Valencia Basket quedan apeados en los cuartos de final y Dominion Bilbao Basket y Herbalife Gran Canaria serán los que se vean las caras en semifinales. Desde luego, nadie ha quedado indiferente en este comienzo de la competición. Que se anden con ojo Real Madrid y Laboral Kutxa Baskonia. La ilusión y la épica son muy pegadizas.