El FC Barcelona Lassa se mantiene como líder de la Liga Endesa al derrotar hoy al FIATC Joventut en el Palau Olímpic de Badalona por 59-85, tras un encuentro en el que los azulgrana han decantado la balanza a su favor en la segunda mitad con un parcial de 26-50.

Una de las claves ha sido el gran partido de Justin Doellman (21 puntos) y la superioridad de Ante Tomic y Samardo Samuels en el juego interior, con 20 puntos entre ambos, frente a sólo dos de los pívots badaloneses Goran Suton, Ousmane Drame y Milovan Rakovic. También resaltar los once puntos de Markus Eriksson saliendo del banquillo.

Con un Palau Olímpic de gala, el FIATC Joventut ha pagado los nervios en los primeros compases del partido, con un FC Barcelona Lassa agobiante en defensa. Sin embargo, la picardía de Alberto Abalde ha hecho reaccionar al conjunto verdinegro, que gracias al buen entendimiento en la pintura entre Albert Miralles y Nacho Llovet ha podido competir de tú a tú con los de Xavi Pascual (17-19).

Las cosas no han podido ir mejor al inicio del segundo periodo para los de Salva Maldonado. Brandon Paul, con un triple imposible, y Albert Sàbat, tras marear a Carlos Arroyo , han puesto por delante al conjunto badalonés . Sin embargo, la fortaleza física de los azulgranas en defensa ha cortado en seco la ofensiva badalonesa, que ha resucitado a tiempo gracias a Abalde y al triple final de Demond Mallet (33-35).

El FC Barcelona Lassa se ​​ha mostrado demoledor desde el primer segundo de la reanudación. Dos triples consecutivos del exverdinegro Pau Ribas han hecho enmudecer a los aficionados badaloneses que aún no habían vuelto a sus asientos. A pesar de los intentos de Albert Sàbat para hacer reaccionar a los suyos, el Barça se ha escapado a base de triples y sólo el orgullo ha permitido a los de Salva Maldonado no decir adiós definitivamente al partido (48-59).

Demond Mallet ha sido el encargado de ponerse el equipo a la espalda, pero el poder defensivo de los azulgranas ha sido un muro inexpugnable para los verdinegros, incapaces de encontrar el ritmo anotador necesario para intentar la remontada. La falta de acierto y un Barça insaciable han condenado a la Penya en el derbi catalán.