El escolta formado entre el Minguella y las categorías inferiores de la Penya no ha sabido confirmar su buen estado de forma y su valía en ACB después de un fantástico baloncesto en la campaña 2014-2015.

Como decimos, se esperaba muchísimo más de él esta temporada. Con las bajas que sufriría el equipo en periodo estival y las buenas sensaciones dadas el curso pasado -donde robaba balones, encestaba bandejas y alentaba al público con inteligencia sobre el parqué- han puesto las especativas muy altas en este jugador. A pesar de su bajón, tanto en lo estadístico como en las sensaciones, en Badalona se le sigue apreciando como canterano ejemplar que es. Eso sí, esta es su cuarta temporada con ficha del primer equipo, cosa que debería hacerle consolidarse en la liga a cualquier jugador con esa carrera y nacido en el año '92. 

Sus minutos totales, si los comparamos con los del año anterior, han sido más bajos. El exterior ha jugado un total de 442 minutos, por 600 que jugaría en la 2014-2015. En cuanto a puntos y asistencias se refiere, también ha bajado su aportación (110-148 y 41-49 respectivamente). Su media de minutos ha sido de 31, añandiéndole dos faltas personales, 1'2 rebotes, 1'5 asistencias, 3'5 puntos y 3'5 de valoración. Sus porcentajes han sido de 52% en tiros de 2 (muy notable), 31% en triples y 71% en tiros libres (faceta en la que nunca fue un gran seguro). Es bien cierto que no ha podido acabar la temporada por una lesión que le tendrá apartado por un tiempo, pero aún así, la cara ofrecida esta liga por parte del catalán no ha sido para nada buena y para nada la esperada por la afición verdinegra. La lesión se la hizo en la falange del segundo dedo de la mano izquierda, lo que le impidió jugar los dos últimos compromisos ligueros.

Su pico de puntos esta temporada han sido los 10 que anotó ante el Movistar Estudiantes -partido en el que jugaría 34 minutos-. Pero como muchos saben, Albert es de esos chicos que no destaca en la anotación, sino en las sensaciones y otras estadísticas. Los famosos 'intangibles' son lo suyo. En cuanto a la valoración, su mejor partido fue frente al Fuenlabrada en el Olímpic de Badalona donde alcanzaría los 18 dígitos. Para acabar con los datos meramente númericos, cabe mencionar que ha acabado con valoración negativa en hasta siete partidos (incluyendo los tres últimos disputados), algo muy difícil de sobrellevar a nivel de competitividad ACB. 

Además de todo lo númerico y ya explicado, de Ventura se esperaba también labor de vestuario, un liderazgo en la pista y un sentir el equipo que tenía que haber contagiado más y hacer calar el mensaje más a sus compañeros. Al igual que con Mallet, se echó en falta ese trabajo de vestuario y de química que no depende de un sólo sujeto pero que es importantísimo para que un equipo baile a un lado o a otro de la final cuerda del éxito.

Nota: 5

No podemos valorar con mejor nota a un jugador del que se esperaban tantísimas cosas. De la misma forma, no se le puede suspender a una persona implicada al 110% y con unos valores muy deportivos y muy 'Joventut model' de los que hace gala. La explicación más evidente de este cinco se debe a que un jugador profesional llamado a contribuir de forma notable no puede realizar siete partidos con valoración por debajo del cero, sin mantener ninguna regularidad durante el curso.