Objetivo cumplido y a pensar en la siguiente. La temporada del Obradoiro se puede resumir con esas palabras. Los problemas arrastrados por la plantilla dirigida por Moncho Fernández —lesiones de hombres importantes y la marcha de Muscala— lastraron a un grupo que estaba unido y ya se asomaba a repetir la hazaña lograda la campaña anterior, en la que el por aquel entonces Blusens Monbus se clasificó al playoff por el título como octavo clasificado.

Mantener los pies en el suelo

Pese al premio de estar entre los ocho mejores del país, el equipo seguía teniendo como objetivo la permanencia un año más, asentarse en ACB. Ni siquiera las oportunidades de competir en torneos europeos -Eurochallenge en primer lugar y Eurocup en segundo dieron abrieron las puertas al club gallego- trastocó los planes de la directiva, que pensó en todo momento en la viabilidad del equipo mostrando tener una cabeza fría que prefirió tener los pies en la tierra para asegurar la vida del Obradoiro a largo plazo.

Por ello, la situación económica obligó a recortar el presupuesto con respecto a la temporada 2012/2013 y, con la marcha de algunos jugadores importantes como Levon Kendall, Salah Mejri, Andrés Rodríguez o Robbie Hummel, José Luis Mateo trabajó en la confección de una plantilla de similares características. Junto a Moncho Fernández pasaron una semana en Las Vegas para ojear jugadores del los ‘training camp’ de la NBA y poder darles a algunos la oportunidad de competir profesionalmente en una liga potente y conocer un baloncesto diferente. La experiencia de Hummel —consiguió un hueco en Minnesota Timberwolves después del año en Santiago— ya había colocado al Obradoiro como un posible destino para los no drafteados o los que consiguieran rondas bajas. Así llegaron Mike Muscala, Nick Minnerath y Durand Scott. Xanthopoulos, Mario Delas e Iñaki Sanz completaron la plantilla de doce en la que repetían Rafa Luz, Ben Dewar, Corbacho, Pavel Pumprla, Oriol Junyent y Micky Stobart.

Comienzo titubeante

Las primeras jornadas llegaron demasiado pronto para un equipo que aún estaba conociéndose, más aún cuando el croata Mario Delas apenas tuvo dos semanas de entrenamiento junto a sus compañeros debido a que asistió al Eurobasket con su selección. Estaba llamado a ser un hombre importante desde el puesto de pívot y la falta de química le costó tres derrotas seguidas al conjunto dirigido por Moncho Fernández en el inicio del campeonato.

Xanthopoulos dirigiendo una jugada contra el Fuenlabrada | ACB Media

Ante Canarias, La Bruixa d’Or y CAI Zaragoza ya se empezaba a ver la calidad de Muscala y algunos detalles de Minnerath que se fueron diluyendo con el paso del tiempo. Además Corbacho, el referente desde el perímetro empezó con malos porcentajes. En el Polideportivo Fernando Martín de Fuenlabrada llegó la primera victoria de la temporada, con un gran Dewar, secundado por Delas, ya inmerso en el equipo.

Sin embargo, esa victoria fue un pequeño oasis dentro del desierto en el que estaba el Rio Natura Monbus. FIATC Joventut y Valencia Basket también derrotaron al cuadro gallego que se colocaba con 1-5 en la clasificación. La derrota contra el conjunto taronja fue dolorosa por lo abultado del resultado, aunque con el paso de las jornadas, los valencianos demostraron que eran más que una mera revelación de inicio de campeonato.

Un poco de aire fresco en forma de victorias

Con Corbacho más acertado desde la línea de tres el Obradoiro venció de forma contundente al Barcelona, siempre favorito al título. En ese encuentro se demostró el potencial que tenía como unidad, como equipo, el club santiagués, que encadenó una segunda victoria consecutiva frente a Gipuzkoa Basket. Aún así tardaron en confirmarse esas buenas sensaciones y no llegaron los grandes resultados hasta el final de la primera vuelta. Mientras, las derrotas seguían subiendo en el casillero —Herbalife, Real Madrid, Valladolid, Laboral Kutxa, Estudiantes y Cajasol—. Entre medias, Fontes do Sar ejerció como talismán para derrotar a Unicaja.

 

El 4-11 de la clasificación aún mantenía fuera del descenso al Obradoiro gracias a los tropiezos continuos de Tuenti Móvil Estudiantes y Blancos de Rueda Valladolid. Las continuas derrotas tuvieron una víctima, Nick Minnerath. El norteamericano no estaba jugando al nivel esperado y se marchó al Le Havre francés. Sin él, el Rio Natura Monbus inició una senda positiva que hizo soñar a la afición.

Imparables hasta el cambio forzado de cromos

Minnerath contra Canarias | ACB Photo

No hubo movimientos precipitados para sustituir a Minnerath ya que el veteranísimo Junyent, durante la racha negativa, intentó tirar del carro. Aportó más puntos de lo que era habitual en él en las temporadas precedentes pero lo mantuvo durante varios meses, pasando por una segunda juventud. Dio lecciones a sus rivales más jóvenes demostrándoles que el físico no lo es todo y, con un juego de pies envidiable, se hizo dueño de la zona.

Las jornadas positivas empezaron en Murcia, en la vuelta de Pete Mickael, y continuaron contra Bilbao Basket para cerrar la primera vuelta con seis victorias. Le prosiguió otro partido ganado contra Iberostar Tenerife antes del parón copero. Mientras la mitad de los equipos pensaban en Vitoria, José Luis Mateo buscó un sustituto a Minnerath y lo encontró en el letón Kaspars Berzins. Primer cambio de cromos. El segundo fue el de Muscala por Albert Homs, jugador cedido en el Marín Peixegalego. El americano, que estaba convirtiéndose en una de las grandes revelaciones de la Liga Endesa, recibió la oportunidad de su vida al querer Atlanta Hawks, equipo que tenía sus derechos, incorporarlo en su plantilla por tener una plaga de lesiones en los puestos interiores. El jugador no lo dudó y cruzó el Atlántico, no sin antes hacer un partido perfecto en el tiro —6/6 en tiros de 2 y 1/1 en triples— contra el Joventut.

Precisamente contra el conjunto de Badalona, Oriol Junyent vio truncada sus grandes actuaciones al sufrir una grave lesión de ligamento en la rodilla derecha. El Rio Natura, por lo tanto, se presentó en el CID de Gran Canaria con tres pívots, uno de los cuales apenas había disputados minutos importantes, Micky Stobart, y otro que llevaba dos semanas en Santiago, el letón Berzins. Pumprla, polivalente, actuó de cuatro en algunas ocasiones y eso permitió vencer en territorio insular a los pupilos del ‘alquimista’ Moncho Fernández.

Contra el Real Madrid de los récords no fue posible la machada y se acabó la racha de seis partidos consecutivos venciendo. Esa serie de resultados permitió al Obradoiro coquetear con los puestos de play-off. El cromo de Junyent encontró un recambio tras el partido contra el conjunto de Pablo Laso. El indicado fue Travis Peterson, procedente de la liga ucraniana. Debutó con buenos números en lo personal en la apabullante derrota en Zaragoza del club gallego.

Final de temporada para confirmar la permanencia

El tercer base del equipo, Iñaki Sanz, apenas había disfrutado de 19 minutos en toda la liga, ya que arrastró durante bastante tiempo dolores en la rodilla que le impedían incluso caminar con normalidad. Ese puesto vacante, la dirección técnica del equipo la decidió invertir en otro hombre alto, ya que Albert Homs ocupaba plaza de alero y los puestos de base estaban bien cubiertos con Rafa Luz y Xanthopoulos. El elegido fue el veteranísimo Richi Guillén, quien hacía recordar a los aficionados de Sar a Junyent, por la edad y por el conocimiento en el juego.

 

Quedaban aún nueve jornadas y la permanencia ya era casi un hecho puesto que La Bruixa d’Or y Blancos de Rueda Valladolid estaban descolgados en la zona caliente de la tabla. Las victorias en la recta final fueron escasas, tres, y algunas sufridas como frente al Valladolid —en el que se certificó matemáticamente la permanencia— y Bilbao, esta para cerrar la temporada. El partido contra Murcia para despedir a la afición del Fontes do Sar fue plácido y permitió dejar al público con buen sabor de boca de cara a la campaña 2014/2015. En ella, una vez más, el objetivo del club compostelano será conseguir la permanencia cuanto antes y buscar algún premio extra, como la clasificación a la Copa del Rey o a los playoffs. Pero para ello aún queda mucho verano en el que habrá varios movimientos en la plantilla obradoirista.

Puntuaciones del Rio Natura Monbus

Moncho Fernández

8 | No ha sido un año sencillo para el entrenador santiagués. Los continuos cambios de jugadores le hicieron que siempre hubiera un periodo de adaptación para incorporar a los nuevos. En el momento en que llevaba bastante tiempo unido el grupo consiguió las seis victorias seguidas que le dieron un respiro al equipo a la hora de conseguir el objetivo.

Moncho durante un tiempo muerto | X.A. Soler - La Voz de Galicia

Pavel Pumprla

9 | Hace un excelente trabajo en la sombra que ha llamado la atención a equipos más poderosos del continente. Su aportación al grupo no se muestra en las estadísticas ya que la garra, el esfuerzo y el sacrificio son apartados que solo se pueden valorar viendo los partidos. El checo ha realizado una excelente temporada.

Mario Delas

7 | Le costó adaptarse al equipo ya que llegó tarde a los entrenamientos debido a que estaba disputando el Eurobasket con su selección. Se esperaba que fuera la gran baza interior pero no fue regular. Alternó partidos de grandes números con otros mucho más discretos. Destacó en una faceta poco habitual en él, el lanzamiento de tres puntos, acabando con un 36 % de acierto.

Durand Scott

6 | Se le vio poco suelto en ciertos partidos, lo que le cambia su estilo de juego radicalmente: la libertad y las individualidades. Aún así se supo contener y jugó en equipo en la gran mayoría de ocasiones. Dependió siempre de la suerte que tuviera en su primer lanzamiento. Si lo fallaba podía desconectar del partido fácilmente. La lateralidad y elasticidad que tiene Scott le permitieron hacer defensas perimetrales sobresalientes.

Iñaki Sanz

5 | Aprobado, ya que su labor es la de aportar en los entrenamientos para hacerlos más competitivos y dar algunos minutos de descanso a los titulares. Una lesión en la rodilla le lastró y le impidió jugar y entrenar, lo que le obligó a ser apartado del equipo en detrimento de Guillén. Tan solo disputó 19 minutos en liga.

Micky Stobart

6 | Su trabajo es en la sombra, aunque con las ausencias en el juego interior tuvo que disputar minutos de calidad. Es el jugador que todos los entrenadores desean tener a su disposición.

Pumprla y Stobart | Ángel Medina G. - EFE

Benjamin Dewar

7 | Su compromiso con el equipo fue absoluto y, a pesar de no estar muy afortunado en ataque, en defensa hizo un gran trabajo. Estaba un poco lastrado por el dolor en sus rodillas, pero siguió jugando para ayudar al Obradoiro a lograr el objetivo. Siempre apareció cuando el equipo necesitaba un triple para levantar el estado de ánimo.

Kaspars Berzins

7 | A pesar de llegar en mitad de la temporada se adaptó bastante bien al juego del equipo y realizó muy buenos números. Cuajó en los planes de Moncho Fernández como un hombre importante en la zona tanto en ataque como en defensa.

Oriol Junyent

10 | El veterano jugador catalán estaba pletórico, con unos números de ensueño a su edad pero una lesión cortó la gran temporada que estaba haciendo. No se sabía el alcance y siguió luchando para volver con el equipo, aunque al final se confirmó lo peor y estaría ocho meses de baja. Su entrega y compromiso con el equipo fueron de matrícula y la afición obradoirista se lo reconoce día tras día. El número que lleva en su camiseta, el 15, será retirado en el Fontes do Sar.

Oriol Junyent superando a Joey Dorsey | Xoan Rey - EFE

Albert Homs

5 | Todavía es joven, aunque sufrió un estancamiento hace unos años en el que pasó de ser el futuro del baloncesto español a no tener hueco en ACB. El Obradoiro pensó en él para crear una base de cara al futuro y lo cedió al Marin Peixegalego. Junto a él llegó el senegalés Diatta Diop que también estuvo a préstamo en el Conservas Cambados de liga EBA. Homs volvió al equipo ante la plaga de lesiones y la marcha de Muscala y tuvo un papel casi testimonial en los partidos.

Vasilis Xanthopoulos

5 | Llegaba para ser el primer base y Rafa Luz le fue comiendo terreno hasta monopolizar los minutos importantes. En ocasiones se le notó cortado a la hora de llevar la batuta sobre el parqué. Cuando jugaba más suelto aportó cosas muy interesantes para el Obradoiro pero también le pesó la responsabilidad. En líneas generales acabó con unos números discretos, a años luz de los de Andrés Rodríguez, a quien teóricamente iba a suceder como base titular.

Mike Muscala

10 | Espectaculares los 20 partidos que disputó Muscala con la camiseta gallega. Promedió 17 puntos de valoración. Su sueño era jugar en la NBA y su juego no pasó desapercibido para Atlanta Hawks, equipo que lo reclamó en febrero. Cumplió su sueño y le dio un respiro a nivel económico al Obradoiro que, además, cuenta con más reconocimiento en Estados Unidos para poder traer jugadores jóvenes las siguientes temporadas.

Alberto Corbacho

8 | Sin tanto espacio como en otros años tiene que variar un poco su estilo de juego. Amaga más, pasa más bloqueos y tira aún más desequilibrado. El balear era el quebradero de cabeza de todos los entrenadores. Si le dejas recibir fácil, triple. Si no le dejas ni un centímetro te araña faltas personales —menos de las que reclama—, y si le haces un dos contra uno los demás compañeros saben aprovechar el desajuste. Promedió tres triples por partido con un 37% de acierto, aunque en ocasiones, tal obsesión por anotar a la desesperada hizo que los partidos cayeran del otro lado de la balanza.

Nick Minnerath

4 | El hombre de los tatuajes no cuajó en Santiago. Prometía en pretemporada y en los primeros partidos, pero esas ilusiones se desvanecieron. Además, pequeñas riñas de Moncho le llevaron a descentrarse por completo debido a su carácter. Al final decidió marcharse al Le Havre francés.

Richi Guillén y Travis Peterson agradeciendo el apoyo de la afición |
obradoirobasketfoto-fru.blogspot.com

Travis Peterson

8 | Su gran conocimiento del juego le hizo que la adaptación a los sistemas de Moncho Fernández fuera más sencilla. Además se destapó como un buen anotador de media distancia con su 2,08 de estatura. Dejó muy buenas sensaciones en los doce partidos que vistió la camiseta obradoirista.

Richi Guillén

9 | 37 años y jugando en LEB en el filial del Unicaja. Le llegó la oportunidad de volver a la Liga Endesa y no solo no desaprovechó esta oportunidad sino que demostró que aún tiene cuerda para rato. 13 puntos de valoración fue su promedio en los nueve partidos que jugó.

Rafa Luz

8 | Llegó a ser muy cuestionado después de la sexta jornada contra el Valencia Basket y su respuesta fue un partidazo frente al Barcelona en uno de los puntos de inflexión de todo el equipo. El brasileño le fue quitando protagonismo a Xanthopoulos y lo agradeció con grandes partidos pese a sus 22 años. Llevó el peso del equipo en su dirección y, con un poco de confianza, llegará a ser un excelente base de futuro.

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