El líder de la competición durante la regular contra el equipo revelación. Comienzo de una serie de cuartos atractiva y siempre peligrosa al mejor de tres partidos. Con esas premisas el duelo arrancó con sendos triples cruzados de Mirotic (MVP de la temporada) y Corbacho (máximo anotador desde el perímetro). En la pintura el morbo de ver a Begic contra Mejri (el que puede ser su sustituto la próxima campaña). Intercambio de canastas y mucha igualdad en el marcador hasta el ecuador del cuarto. Ambos quintetos confrontaban y el de los compostelanos aguantaba el pulso.

Los hombres interiores del Blusens se cargaban de faltas, pero el resto del equipo estaba leyendo a la perfección las transiciones y se adelantaban en el electrónico. Primeras rotaciones en ambos conjuntos, pero sin desequilibrios en los sistemas tácticos, por lo el duelo se mantuvo parejo y de baja anotación. La defensa del Madrid se mostró demasiado blanda e indolente, lo que aprovecharon los gallegos para terminar el primer cuarto por delante 22-25 gracias al triple del veterano Oriol Junyent.

Abriendo brecha

Pese al gran trabajo del Obradoiro, los madridistas comenzaron a distanciarse gracias a la mayor calidad individual de sus hombres. Carroll y Darden aportaron puntos importantes y la balanza comenzaba a desequilibrarse. El experimentado Moncho Fernández no dudó en pedir tiempo muerto ante un parcial negativo de 10-4. Pese a ir por detrás en el resultado, los gallegos nunca perdieron la concentración e intentaron igualar las tornas forzando faltas de tiro. El base del Monbus Andrés Rodríguez seguía demostrando su inmensa calidad repartiendo el juego, pero sus compañeros comenzaban a estar ciegos cara al aro.

El Madrid imprimió una velocidad más al partido que le permitió correr la pista, lo que resulta mortal de necesidad para sus rivales. Mirotic y Rudy comenzaban a entrar en la pomada, culminando canastas de gran calidad. Les secundaba un Chacho Rodríguez liberado en su marca y muy colaborador en el último pase. Los blancos estaban en un momento dulce, materializando varias canastas coast to coast que abría la diferencia por encima de la barrera psicológica de los diez puntos. Los compostelanos entraron en barrena, perdiendo muchos balones y seleccionando mal los tiros. Parcial demoledor de los merengues y a vestuarios con 50-36.

Obradoiro despierta

Tras la reanudación la ventaja local se siguió ampliando gracias a la mordiente defensa de Draper, un especialista en marcar con el culo pegado al suelo. Sus robos fueron bien utilizados por Rudy, que de manera selectiva seguía apareciendo para encontrar el aro gallego. Llull se cargaba con su cuarta personal de manera tremendamente prematura, pero la rotación merengue permitía cubrir su ausencia con solvencia. La máxima diferencia llegaba al +20 para el Madrid, mientras que sólo Corbacho sumaba para los suyos, demostrando que es un cañonero de élite.

Los compostelanos llegaron al bonus de faltas cuando aún restaban tres minutos, por lo que los madridistas siguieron sumando desde la línea (esta vez muy acertados en esta faceta). El Monbus subsistía a base de triples, faceta en la que Hummel se mostró participativo. Una canasta de Levon Kendall tras remontar la línea de fondo acercaba a los suyos y Laso saltó cual resorte desde el banquillo. Cuarto mucho más disputado en el que los visitantes se acercaron ligeramente (66-56) deparando algo de lucha para el final.

Cómodo final

Pese a la leve reacción de los compostelanos, el Madrid volvió a encontrar un parcial favorable de 6-0 al comienzo del último cuarto. Espartaco Reyes puso su tienda de campaña en la zona y se hizo con preciosos rebotes ofensivos. Ganando de +16 y con el ritmo del partido claramente dominado, los blancos se permitieron nuevas rotaciones para dar refresco a sus hombres importantes. Moncho Fernández pidió un desesperado tiempo muerto, como última esperanza de enderezar el duelo.

Con el paso de los minutos la segunda unidad merengue se fue imponiendo con claridad, los puntos desde el banquillo fueron una de las claves que desequilibraron el duelo. Con los brazos ya bajados, los del Blusens comenzaron a pensar en el crucial segundo partido del domingo (si es que la huelga convocada por la Asociación profesional de jugadores lo permite). Corbacho y Kendall aún anotaban gracias a su calidad natural, pero todo estaba visto para sentencia. Cómoda victoria del Madrid (90-75), que se hizo con el ritmo del partido gracias al Chacho y supo gestionarlo a base de rotaciones y concentración.

Protagonistas

Rudy Fernández (17 puntos, 3 rebotes, 7 faltas recibidas para 20 de valoración) estuvo tremendamente afilado en los tiros (10/10 desde los libres), e hizo apariciones puntuales pero quirúrgicas que permitieron tirones ofensivos de los suyos. El balear llega en buen momento de forma a los Playoff y hace grandes números sin aparente esfuerzo. Sergio Rodríguez (15 puntos, 5 asistencias) volvió a manejar a la perfección el tempo del encuentro y repartió juego a la vez que paseaba su gran muñeca. Nikola Mirotic (11 puntos, 8 rebotes, 2 robos, 6 faltas recibidas para 22 de valoración) volvió a irse a números destacados sin apenas romper a sudar, el ala-pivot es un factor dominante.

Por el Blusens Monbus destacar al tremendo escolta que es Alberto Corbacho (14 puntos, 4/7 en triples). Raza blanca, tirador son las señas de identidad de este fino estilista del perímetro, que enchufa casi sin querer. Buen encuentro de Levon Kendall (14 puntos, 8 rebotes), que se partió la cara en la pintura junto a Salah Mejri (15 puntos), pero no pudieron aguantar la polivalencia de la amplia rotación interior madridista.