El líder de la regular y solvente ganador de la serie de cuartos (2-0 ante el equipo revelación Blusens), frente a un CAI Zaragoza combativo y muy bien trabajado tácticamente por José Luis Abós, que se impuso al Valencia Basket en una serie de alta tensión. Duelo clásico de la ACB pero inédito a estas alturas de Playoff. Con esas premisas comenzaba el encuentro en el Palacio de los Deportes. Intenso intercambio de canastas en que las figuras del Madrid, comandadas por Mirotic y Rudy, estrenaban su casillero anotador.

Los maños respondieron con calidad, gracias a un Van Rossom en magnífico estado de forma, y un Pablo Aguilar (criado en las categorías inferiores del Madrid) que ha encontrado la continuidad y madurez en tierras zaragozanas. Una ligera superioridad merengue en las marcas obligó a Abós a pedir el primer tiempo muerto. Muchas rotaciones desde el principio, demostrando que ambas franquicias tienen un banquillo muy jugoso. El triple de Llull permitió a los merengues culminar el primer parcial con ligera ventaja (18-16), pero la lucha se mantenía abierta.

Aguantando el pulso

El segundo cuarto amaneció con los puntos de Felipe Reyes en la pintura, respaldados por el manejo de balón y claridad en las entradas a canasta del Chacho Rodríguez. Pese al buen hacer ofensivo de los madridistas, el CAI no perdía la cara al encuentro gracias a un compensado trabajo en equipo (hasta siete de sus jugadores habían conseguido anotar). Carroll comenzaba a inocular su veneno desde la larga distancia, pero el nórdico Stefansson respondía con acierto desde el 6.75.

Buenos minutos de baloncesto, donde hasta Tremmell Darden se sumaba a la fiesta. En respuesta salían Llompart y Joseph Jones, dos refuerzos de garantías que permiten reacción y recuperación a los maños. Nuevo tiempo muerto con el marcador en un pañuelo, demostrando que ambos técnicos son expertos estrategas y amarran el partido con tremendo celo. El Madrid seguía sumando gracias a un Llull superior en su marca, pero el CAI leía inteligentemente sus ataques y forzaba personales al rival. Los blancos llegaron al bonus cuando restaban dos minutos, y los zaragozanos empataban el duelo. A vestuarios con 42-40 tras una primera parte realmente igualada.

El Madrid abre brecha

Tras la reanudación el Madrid conectó un parcial de 11-4 guiado por un Rudy híper activo. Abós pidió un tiempo en el que recalcó:"Tenemos que hacer faltas y estar mucho más fuertes en los bloqueos". Los blancos conseguían una máxima diferencia de +9 y alcanzaban la barrera psicológica de los diez puntos. El CAI se mostraba bloqueado en ataque, por lo que volcaron sus posibilidades en defensa, metiendo demasiadas manos en las marcas y cargándose de faltas. Jones intentaba tirar de los suyos, pero Mirotic no perdonaba desde el perímetro.

Pese a su buen hacer ofensivo, a los blancos les volvía a atacar el síndrome Gepeto (muñeca de madera) desde la línea de personales (9/18 para un paupérrimo 50 %). Esa carencia fue adecuadamente compensada por el dominio en la pintura, materializado por Reyes y Begic, que pusieron la tienda de campaña en la zona e hicieron mucho daño en el rebote ofensivo. Un imperial Mirotic entró en modo MVP de la liga y abrió las distancias para cerrar el cuarto con 66-53.

Cerrando el partido

La balanza se seguía desequilibrando del lado merengue gracias al excelso partido de Mirotic, que anotaba con solvencia y ayudaba en la faceta reboteadora. Los movimientos en el poste bajo de Espartaco Reyes hacían más sangre, demostrando que el capitán es un maestro en la pintura. Inexorablemente la ventaja comenzaba a ser un desfiladero insondable. El Madrid se mostraba voraz en el rebote ofensivo, mientras unos maños maniatados e indolentes no encontraban la forma de frenar el grifo anotador del rival.

La calidad de Roll y el pundonor de Jones permitieron sumar puntos a los aragoneses, pero no era suficiente para fomentar una remontada realista. En medio de la refriega Rudy culminó un espectacular alley oop marca de la casa llevándose un tremendo golpe en la caída y haciendo saltar las alarmas. El escolta balear tuvo que tomar el camino de vestuarios preocupando sobremanera a la afición blanca. Un monstruoso Reyes cerró el partido rebañando todo balón en la zona. Final del primer duelo con 84-76 y trabajada victoria de los pupilos de Laso para tomar la ventaja en la serie.

Protagonistas

Nikola Mirotic (18 puntos, 11 rebotes, 6/8 en tiros de campo para 26 de valoración) dio otro auténtico clinic de como jugar a este deporte. El MVP de la temporada demostró su caché destruyendo a los rivales en ataque y mostrándose intenso y participativo en defensa. El joven ala-pivot tiene una facilidad innata para jugar al baloncesto y resulta imparable cuando está en estado de gracia. Enorme partido de Espartaco Reyes (16 puntos , 8 rebotes para 19 de valoración), que una vez más dominó la zona con mano de hierro. El eterno capitán capturó 6 rebotes ofensivos y decisivos. Rudy (14 puntos) y Begic (10 puntos, 4 rebotes) cierran los destacados.

Hasta cinco hombres del CAI llegaron a las dobles figuras ofensivas y todos merecen mención: Rudez (16 puntos), Aguilar (11), Jones (12), Van Rossom (10 puntos, 5 asistencias) y Roll (10), demostraron que el férreo equipo maño es un bloque en el que no destaca una estrella, pero muchos pueden aportar trabajo y calidad. Los de Jose Luis Abós se vieron superados por la potencia de fuego blanca, pero guardan sus armas cual cuchillo afilado en una serie larga como esta.

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.