Segundo duelo en el Palacio con apenas 48 horas de diferencia. En el primer encuentro los merengues ganaron gracias a su mayor amplitud de banquillo y el dominio de la pintura. Tanto Mirotic (18 puntos, 11 rebotes), como Felipe Reyes (16 puntos, 8 rebotes, 6 de ellos ofensivos), fueron la pesadilla de los zaragozanos. La baja de Norel ha mermado de centímetros el potencial del CAI, y Pablo Aguilar y Joseph Jones son dos luchadores incansables, pero sin demasiada envergadura. El Madrid capturó ocho rebotes más y sumó siete pérdidas de balón menos.

El juego interior puede volver a ser una de las claves, junto a la intensidad en las marcas de los hombres bajos. La tripleta formada por Draper, Sergio Rodríguez y Llull, estuvo bien apoyada por un híper activo Rudy, y entre los cuatro secaron las opciones de juego de Llompart y Van Rossom. Gracias a defender con el culo pegado al suelo, turnándose para estar más frescos y no llegar tarde a la hora de meter la mano, los bases maños no pudieron manejar el tempo del partido y tirar con cierta soltura, como suelen hacer.

El factor Rudy

El escolta balear no está totalmente descartado para este segundo enfrentamiento. Tras abandonar el partido apoyado en varios miembros del equipo técnico, en el Palacio se hizo un silencio sepulcral y la gente se temía lo peor. Las rápidas pruebas médicas hechas al mallorquín descartaron lesiones óseas o musculares, pero el fuerte golpe fue tremendo. Laso dijo que era optimista con su participación, pero que no forzarían lo más mínimo, por lo que puede que le reserven para el tercer duelo, o que vea considerablemente mermados sus minutos en pista.

Este es un elemento clave para los blancos. Rudy se ha convertido en el líder natural de la plantilla. Bien es cierto que este año las posibilidades tácticas son múltiples, y los hombres de enorme calidad no escasean (Llull, Chacho, Mirotic, Carroll), pero lo cierto es que cuando el partido está trabado o cuesta arriba, ha sido Rudy el que tomaba los mandos de la nave y se lanzaba cual kamikaze contra las defesas rivales. Si finalmente no participa, será un incentivo más para que el CAI vaya a por todas buscando más a Michel Roll y Gobulovic, ambos un tanto desdibujados en el primer partido.

Palabras de los protagonistas

Horas antes del duelo ha hablado Carlos Suárez. El alero de Aranjuez es figura clave para la contención aunque su capacidad anotadora se ha visto tremendamente reducida esta campaña. El Chimpa pide mucha concentración: “El CAI Zaragoza está en semifinales por algo. Eliminó a un gran equipo como el Valencia Basket que era favorito en esa eliminatoria. Ya pasó que perdieron el primer partido y luego sacaron adelante la serie, por lo que no podemos estar relajados y tendremos que salir muy concentrados porque será un partido muy duro”.

Otra de las claves puede ser el dominio del rebote. En el primer duelo el Madrid estuvo horrendo en los tiros libres (9/20 para 45%), pero compensó esta faceta gracias a una enorme superioridad en la captura del rebote, sobre todo ofensivo, permitiendo segundas oportunidades. Suárez lo destacó: “El equipo ha estado sobresaliente en este aspecto durante toda la temporada. El rebote es fundamental. En ataque, nos permite tener segundas opciones, y en defensa, correr y conseguir canastas fáciles”.

"No hay conformismo, vamos a dar guerra seguro", Llompart. Por parte de los maños habló Pedro Llompart, un tanto decepcionado con los últimos minutos de su equipo, donde no encontraron la forma de volver al partido: "Lástima que tras el descanso han roto un poco el partido. Ellos han estado más acertados, nosotros no les hemos podido seguir el ritmo con ese acierto. Además, ha faltado un poco de energía ya que la serie contra Valencia ha sido muy dura para todos".

Pese al cansancio, el capitán Pablo Aguilar tuvo importantes palabras de ánimo para los suyos, muy consciente de que cada duelo es un mundo: "Ahora ya hay que olvidarse del partido, el equipo ha hecho un buen trabajo en el 90% de los minutos y tenemos que quedarnos con las cosas buenas.