Segundo round en esta final entre pesos pesados, especialmente caliente tras la remontada blanca con polémica arbitral incluida en el primer duelo. El Palacio de los Deportes absolutamente abarrotado y repetición de los quintetos iniciales salvo la entrada de Joe Ingles por Rabaseda en las filas azulgranas. Con esas premisas comenzó un partido claramente dominado por el Madrid, que puso un parcial de 8-0 en el marcador. Los culés tardaron cuatro minutos en ver aro (1/8 en tiros de campo), por lo que Xavi Pascual saltó cual resorte pidiendo tiempo muerto y metiendo en pista al experimentado Lorbek.

Mirotic se mostraba tremendamente activo tanto en ataque como defensa (donde le puso dos gorros consecutivos a un indolente Tomic). Pese a la sangría inicial las rotaciones permitieron reajustes en la defensa catalana, obligando al Madrid a jugar más en estático y elegir peor sus selecciones de tiro. El marcador se frenó de manera drástica y los blaugrana fueron limando puntos (devolvieron parcial de 0-9) gracias a tiradores fiables como Brad Olesson. Final del primer cuarto con un escueto 10-11 y tensión que se cortaba con cuchillo.

Domina el banquillo blanco

El ritmo del partido se volvió a incrementar bajo la batuta maestra de Sergio Rodríguez y el acierto anotador de Tremmell Darden (que no tiene continuidad pero si explota puntualmente). Jasikevicius entraba por vez primera en pista después de perderse el primer duelo con una costilla tocada. El Madrid estaba defendiendo con mucha agresividad, metiendo mucho la mano y apoyando en las ayudas. Sin embargo, el desgaste llegó con prematuras personales y llegada al bonus en el ecuador del cuarto.

Con las fuerzas muy igualadas entró en juego el factor Rudy. El escolta balear se estaba centrando en su marca, pero concatenó cuatro puntos consecutivos (uno con rebote ofensivo incluido) y los blancos ponían una diferencia de +8. Pascual pidió un inmediato tiempo, absolutamente obsesionado en no dejar correr al Madrid. En el particular duelo de estrellas respondió Navarro, dando algo de claridad anotadora a un Barcelona muy espeso en general. La ensalada de palos se seguía repartiendo en la zona cual buffet libre, momento para los jugadores con carácter como Espartaco Reyes y Lorbek. El eterno capitán merengue ganó la batalla interior y los madridistas se fueron a vestuarios con 36-26, curiosamente un +10 igual que en el primer partido, sólo que esta vez por delante.

Cuarto disputado

Tras la reanudación el Barcelona puso en pista una zona 2-3 que hizo mucho daño al ataque blanco. Además se mostraron muy fluidos cara al aro y sellaron un parcial demoledor de 3-11. En tres minutos los blaugranas habían metido los mismos puntos que durante todo el segundo cuarto. La caraja blanca era importante, Draper como base puro y Llull de falso escolta no se estaban entendiendo bien y perdían balones. Mirotic veía su tercera personal y visitaba el banquillo desconcentrado y taciturno.

Los blancos reaccionaron gracias, una vez más, al pundonor y acierto de Felipe Reyes, que espoleó a los compañeros y Rudy se unió a la fiesta. Entre ambos percutieron la defensa culé y les metieron en el bonus de personales. Cambiaban totalmente las tornas con parcial de 6-0, y ahora era Xavi Pascual el que convocaba a los suyos a la banda. Dijo:"Vamos a hacer buenos tiros, podemos ganar o perder pero jugando. Fuerte defensa de uno contra uno y rebote defensivo al tiro libre". Grandes consejos del sector pijo Pascual, un magnífico estratega. El Madrid llegó a una máxima de +14, pero con el triple de CJ Wallace el cuarto terminó 55-46.

Final de infarto

El último parcial amanecía con una pésima noticia para los blaugranas. Lorbek estaba fuera del partido con un fuerte golpe en la cara. El jugador estaba mareado y atendido en vestuarios. Su ausencia, sumada a las faltas de Tomic, dejaba la pintura culé un tanto desguarnecida. Pese a ello, Navarro se echó el equipo a las espaldas con sus clásicas entradas a canasta y misiles inteligentes. El Barcelona despertó con un parcial terrible de 0-9, y la Bomba explotó con peligro de deflagración poniendo a los suyos a dos puntos. El Madrid estaba demasiado atascado en ataque.

Llull subió su intensidad y ataque con buenos coast to coast y Reyes seguía siendo el amo de la zona. Los dos equipos en un pañuelo, y hasta el gigante Mavrokefalidis acertó desde el perímetro. Con ambos en bonus de personales hubo varias posesiones fallidas mientras los jugadores se iban cargando de faltas, como Tomic que vió la 5ª e hizo el hit the road Jack. Exactamente el mismo camino que siguió poco después Reyes. Mucha tensión, mínimas diferencias y carrusel de tiros libres. Olesson metió los suyos a falta de 7.7 segundos para el final y puso al Barcelona un punto arriba. Última posesión para el Madrid pero el tiro a cinco metros del Chacho no entró, y un indolente Carroll tampoco supo rematar el encuentro. El Barcelona remontó rompiendo la ventaja de campo y se llevó el duelo por 71-72. La serie empatada (1-1) y tercer duelo en el Palau Blaugrana.