El Madrid, vigente campeón de Supercopa y Liga, defendiendo el título ante un emergente Bilbao Basket que ha renovado ostensiblemente su plantilla. Primer título de la temporada 2013/14 sin apenas respiro para los internacionales que disputaron el Eurobasket. Con esas premisas comenzó un duelo dominado por los bilbaínos gracias a su mayor acierto en los tiros de campo, pero bien respondido gracias a las contras blancas. Ambos conjuntos midiéndose de cerca en las marcas y marcador escueto alcanzando el ecuador del primer cuarto.

Saliendo desde el banquillo Jaycee Carroll erupcionó cual microondas y conectó dos misiles desde el perímetro. A Bourousis le hacían constantes 2 contra 1 y el pívot doblaba inteligentemente balones a los hombres exteriores del Madrid. Pese a ello, los de negro aguantaban gracias al acierto de Mumbrú y la inteligente rotación de su banquillo. Comienzo realmente disputado que culminó con un primer cuarto ligeramente dominado por los merengues gracias al triple quirúrgico de Mirotic desde la esquina (25-24).

Carroll rompe el partido

En el segundo parcial, Sergio Rodríguez se puso a los mandos de la nave blanca incrementando la calidad en las transiciones. Gracias a sus magníficas lecturas en las transiciones el Madrid firmó un parcial de 8-0 y Rafa Pueyo tuvo que pedir inmediato tiempo muerto. Los merengues se mostraban clarividentes en ataque a la par que endurecían la defensa, secando el grifo anotador de los vascos. Pese a ello, en los momentos de necesidad aparecían los hombres franquicia, como el reciente fichaje Germán Gabriel.

Pese a la resistencia rival, los madridistas seguían haciendo sangre desde la larga distancia. Carroll (que llegaba a los 12 puntos) y Rudy se turnaban para profanar el aro rival. Tremenda secuencia de canastas que implementaba la diferencia por encima de la barrera psicológica de los diez puntos. El grifo anotador de los blancos seguía manando mientras las rotaciones propiciaban nuevas opciones de tiro. Gracias a ello, los pupilos de Laso llegaron al descanso con un contundente 53-35 en el marcador.

Sentenciando desde el perímetro

Tras la reanudación, la maquinaria blanca seguía funcionando a la perfección desde la larga distancia. Un iluminado Nikola Mirotic percutía sin piedad desde el 6.75 y elevaba la diferencia de los merengues hasta un máximo de +23. El recién llegado Rafa Pueyo pedía un nuevo tiempo muerto, consciente de que los daños recibidos en la cruenta batalla eran irreparables. El Madrid siempre sumaba aprovechando las numerosas pérdidas de balón del rival y conectaba el juego con fluidez (17 asistencias). Auténtico festín desde la zona exterior que hacía las diferencias prácticamente insalvables.

Los del Bilbao Basket continuaron las rotaciones conscientes de que hay que ajustar muchas piezas de cara a la larga temporada, pero totalmente sentenciados en el partido. La potencia de fuego de los blancos fue absolutamente abrumadora, así como la superioridad en las marcas individuales, que permitió poner en pista a noveles como Dani Díez. El Madrid había matado el parcial (73-51) a base de dinamita y talento de su amplia plantilla. Todo visto para sentencia.

Paliza final y protagonistas

Con el partido decidido, ambos entrenadores aprovecharon para utilizar estrategias varias y poner en pista a todos sus jugadores disponibles. Los de Laso seguían desplegando un reseñable show-time en el que todos sus hombres participaban para cerrar definitivamente el partido. Jugadas espectaculares y buen ritmo físico, demostrando que los merengues están bien rodados para afrontar la exigente temporada que tienen por delante. Tremendo acierto del Madrid desde el perímetro (19 triples) que propició diferencias groseras, mientras que los bilbaínos bajaban definitivamente los brazos. El Madrid, a la final en busca de revalidar el título tras ganar por un abusivo 100-61 .

Por los blancos destacar a Jayce Carroll (18 puntos, 6/8 en triples), absolutamente insolente desde el perímetro y muy colaborativo en todas sus acciones, demostrando que el microondas mormón puede ser decisivo. Insultante partido de Sergio Chacho Rodríguez (14 puntos, 12 asistencias, 4 robos), algo que ya no es una novedad, teniendo en cuenta el excelso estado de forma en el que se encuentra. Afilado en los tiros y quirúrgico en las asistencias, el playmaker canario es un auténtico espectáculo, de lo mejor de Europa.

Por los bilbaínos destacó Álex Mumbrú (16 puntos, 7/7 en tiros libres), un tremendo veterano que sigue demostrando su calidad contra viento y marea. Pese a que les pintaran la cara, tambien nombrar el trabajo de Germán Gabriel (13 puntos, 3 rebotes), otro internacional que se une a las filas vascas y que siempre suma pundonor y criterio aunque se vea superado por una avalancha rival como hoy.