Partido muy caliente el que se espera en Kaunas para abrir el Grupo B. Dos rivales clásicos del baloncesto europeo que terminaron a tortas la pasada campaña. El partido fue bronco en sí y tremendamente igualado, pero tras su finalización la tensión llegó a esperpento cuando los dos hermanos Macius (prácticamente los fans oficiales del equipo) agredieron a Rudy en los aledaños del pabellón. Desde entonces la afición báltica parece tener una cuenta pendiente, y ello sumado a que el Madrid es uno de los grandes de Europa promete muchas emociones.

Desde lo puramente deportivo, destacar que la estadística es muy favorable para los merengues. Las cuatro veces que ambos se han enfrentado en la Euroliga desde la temporada 2000/01 han sido victorias madridistas. La última fue el ya nombrado partido que los de Laso se llevaron en la prórroga por 104-105 gracias a una actuación memorable de Mirotic (31 puntos, 11 rebotes, 37 de valoración). Pero ambos conjuntos cuentan con renovadas plantillas y las prioridades no son las mismas. Tras disputar la pasada final el Madrid es favorito en casi cualquier cancha, mientras que los bálticos salen para romper pronósticos.

El gran reto del Madrid

Ganar la máxima competición europea es la gran cuenta pendiente de los merengues. Ya han pasado 19 años desde que se lograra, y el curso pasado se rozó literalmente con los dedos. A una plantilla completa y competitiva se suman refuerzos del juego interior. El rendimiento de Mejri en la exigente competición es toda una incógnita, pero la calidad y capacidad de Bourousis está fuera de toda duda. No en balde, el pasado año promedió 14 puntos y 8 rebotes con el Armani Milán, unas cifras que de repetirse en el equipo blanco prácticamente les llevarían a la Final Four en volandas.

"Muchos aficionados nos dicen en la calle que este año sí que hay que llevarse el título", Reyes. Pero la clave de este proyecto no son las individualidades, sino el juego como grupo, las rotaciones competentes, los cambios de ritmo desde el profundo banquillo, y el carácter de sus estrellas para defender con el culo pegado al suelo. Todo ello debe materializarse para poder aguantar un año tan largo, en el que a los sospechosos habituales con pedigrí de favoritos (Olympiacos, Barcelona, CSKA, Panathinaikos o Maccabi), se suman nuevas plantillas hechas a base de talonario. Equipos formados por mercenarios de lujo, pero que tienen mucho que decir, como el temible Fenerbahçe del genial Obradovic.

Por todo ello arrancar con buen pie en la competición tiene relevancia, y la pista del Zalgiris es muy exigente. La buena noticia es que Laso cuenta con sus 12 hombres, y que tras el triunfo en la Supercopa frente al Barça, y la aplastante victoria contra el Valladolid en el estreno liguero, todos parecen perfectamente engrasados para completar la maquinaria blanca.

Sangre nueva y vieja guardia lituana

La plantilla que presentan los bálticos en la presente campaña es una mezcla ilusionante de veteranos y noveles. A los ya vetustos Javtokas, Jasikevicius o Lavrinovic se suma una nueva generación plagada de talento en la que destacan jóvenes figuras como Kaspars Vecvagars, Arturas Gudaitis y Mindaugas Kupsas. Todo ello culminado por la reincorporación del exmadridista Martynas Pocius. Su lesión de fractura en el tobillo no le permitió continuar en el exigente Madrid, pero de sobra es conocida su calidad. Cierra el círculo uno de los pocos extranjeros del equipo, se trata del norteamericano Justin Dentmon, un base habilidoso que puede enchufar desde la larga distancia.

"Hemos preparado bien este partido, y espero que mi experiencia nos ayude a ganar", Pocius. El Zalgiris es un eterno quiero y no puedo en los últimos años. Ganar en su pista es siempre complejo, pero en concepto de regularidad cojean, y las campañas europeas se les hacen demasiado largas. Pese a ello, 14.000 almas llenarán el Zalgirio Arena y la híper motivación contra Rudy y sus huestes va a ser un aliciente extra que creará una atmósfera de auténtico infierno. La plantilla del Madrid está preparada para aguantarlo, pero habrá que ver como se portan los árbitros, un tanto contagiados del síndrome casero desde hace lustros.

Declaraciones

Horas antes del duelo, técnicos y jugadores de ambos bandos han dado su opinión sobre el mismo. Pablo Laso, siempre precavido y muy preocupado porque los suyos estén en máxima tensión ha dicho:"Ha cambiado con respecto al año pasado. Va a ser muy importante estar concentrados en la defensa. Jugamos ante un equipo muy competitivo y en una cancha con mucho ambiente".

"La fuerza del Zalgiris se multiplica cuando juega sus aficionados haciendo ruido", Laso. El coach vitoriano tiene muy claro cuáles son las claves del triunfo:"Defender bien y controlar el rebote para jugar en transición será muy importante para intentar sumar la victoria. Tenemos que salir a la cancha centrados, jugar juntos como equipo y tratar de disfrutar de un gran ambiente como el que se vive en el Zalgirio Arena".

Por su parte Sergio Rodríguez también quiso mandar un mensaje de moderación, consciente de que la competencia es cada vez mayor:"La Euroliga siempre está cara. Hay grandes presupuestos. Siempre hay equipos que dan mucha guerra. Nosotros tenemos la ventaja de tener el mismo grupo que el año pasado".

Un recién llegado como Ioannis Bourousis puede ser factor clave. Ya ha ganado este título y su saber estar en los momentos de la verdad está fuera de toda duda. El gigante heleno lo tiene claro:"Voy a intentar aportar experiencia, aunque hay muchos jugadores en la plantilla que la tienen. Lo que tengo que hacer es adaptarme rápido al juego del equipo. Lo mejor es ir partido a partido".