Gran partido en el Palacio entre dos clásicos del baloncesto español. En los prolegómenos, Pablo Laso recibió el galardón al mejor entrenador de la pasada campaña, un merecido premio para el coach vitoriano. En lo puramente deportivo, el Laboral tuvo como baja de última hora a Lamont Hamilton. Sensible pérdida teniendo en cuenta que los blancos se han reforzado especialmente en la pintura. Los merengues comenzaron como motos, muy concentrados en defensa y propiciando malos pases del rival, que aprovecharon para matar en dos contras consecutivas. Con 9-2 en el marcador Scariolo tuvo que pedir el primer tiempo muerto.

El Madrid estaba entrando muy fácil en la zona vasca, rompiendo por el centro con buenas bandejas y moviendo el balón con fluidez. Sin embargo, el buen comienzo también trajo una excesiva relajación en las marcas, y el Baskonia reaccionó doblando balones al espigado Pleiss (un chaval muy joven pero con 2.16 de altura). Laso pedía tiempo y lo dejaba claro: "La carrera muchachos, tenemos que parar la carrera". Minutos de total electrocución del Madrid que intentó solucionarlo con las entradas de Chacho, Carroll y Mejri. Los de Scariolo estaban volcando todo el juego en Pleiss (llegaba a 15 puntos con 7/7 en tiros), que seguía haciendo sangre en la zona blanca. Cuarto de alternancias y muy igualado que culminó 26-25.

Y Carroll cogió su fusil

El segundo parcial amanecía con otro arreón merengue. Al menor descuido los killers blancos aparecen en escena para percutir el aro rival, como hizo el asesino mormón Carroll desde el larga distancia. Jaycee colocó la mira telescópica de lujo y concatenó cinco triples consecutivos, de los de llegar y tirar en movimiento. Espectacular la muñeca del estadounidense. Consciente del cromo que les estaba haciendo el mormón, Hodge intentó marcarle cual chicle, pero el daño ya estaba hecho. Pleiss volvía a pista. Con tantas bajas los del Baskonia tenían una rotación mucho más corta y sus hombres no podían descansar demasiado.

Momentos de baloncesto espectáculo y ritmo frenético, en el que bajo la frenética batuta de Sergio Rodríguez el Madrid le comenzaba a saltar las tuercas a los vitorianos. Junto al festival de Carroll destacar los buenos puntos interiores que aportaba Salah Mejri. El pívot tunecino tiene una envergadura espectacular y metía para abajo alley-oops kilométricos. Los blancos superaban los 50 puntos y los 70 de valoración demostrando que son una auténtica locomotora cuando sus hombres están concentrados. Laso seguía moviendo el banquillo y percutiendo en el cansancio rival, pero el Baskonia no se quería ir del partido y respondía desde el perímetro. A vestuarios con un 58-42 y festival asesino de Carroll (22 puntos, 6/7 en triples) en apenas 13 minutos.

El Madrid abusa del rival

Tras la reanudación continúo la fiesta del perímetro. Ambos conjuntos fueron por la vía rápida y se dedicaron a intercambiar misiles desde el 6.75. En esa guerra tenía las de ganar el Madrid, que contaba con una jugosa ventaja en el marcador y gusta de intercambios rápidos de canastas. Nocioni tomó el peso del Baskonia demostrando que está sobrado de carácter (en ocasiones demasiado), pero su pundonor ayudó a que sus compañeros todavía no bajaran los brazos. Mientras, Rudy y Mirotic corrían la pista cual rayos y seguían viendo aro con solvencia. Un desesperado Scariolo volvía a convocar a los suyos a la banda, pero se le estaban acabando las variantes. El cuarto culminó 82-60 y el Madrid imparable en la anotación.

Las diferencias superaban ya los 30 puntos, una ventaja lapidaria que cerraba el partido. Con todo totalmente sentenciado el duelo se convirtió en un corre calles de jugadas rápidas. Los vitorianos llevaban tiempo pidiendo la hora, mientras que los blancos seguían con ganas de sangre y las distancias rozaban lo estratosférico. Carroll seguía inoculando veneno y Scariolo sudaba gomina en cada tiempo muerto. Ya desesperado, el Laboral Kutxa metió demasiado la mano y llegó al bonus de personales de manera prematura. Final del encuentro con un aplastante 105-72 en el marcador. Los merengues fueron una apisonadora y ratifican el liderato de la Liga Endesa. Auténtica exhibición en el Palacio.

Protagonistas

Impresionante exhibición del asesino mormón Jaycee Carroll (25 puntos, 3 rebotes, 7/12 en triples para 24 de valoración). El escolta tenía la muñeca engrasada y fue un francotirador implacable que destruyó la defensa vasca a base de misiles en tan sólo 26 minutos en pista. Tremendo espectáculo de este tirador puro que cuando tiene el día es una pesadilla total. Gran trabajo también de las dos nuevas incorporaciones merengues en el juego interior. Tanto Bourousis (13 puntos, 4 rebotes) como Salah Mejri (12 puntos, 7 rebotes, 4 mates) demostraron su capacidad en ataque y defensa, y se lucraron ampliamente de la baja de Lamont Hamilton.

El show-time del Madrid fue posible gracias a Sergio Rodríguez (14 puntos, 13 asistencias para 21 de valoración), el Chacho está clarividente en el manejo del balón, y repartió una cantidad excelsa de asistencias, mientras que también aportaba puntos. Realmente es una maravilla como reparte juego el canario. Gracias a ello hasta cinco madridistas pasaron de los dobles dígitos en anotación, entre ellos Mirotic (13 puntos, 4 rebotes) y Rudy (11 puntos), una pareja de auténticas estrellas que remataron la faena.

El Laboral Kutxa fue barrido de la pista, pero dos hombres dieron la cara pese a la paliza. El joven talento alemán Tibor Pleiss (25 puntos, 8 rebotes, 9/13 en tiros de campo para 32 de valoración) estuvo imperial en la pintura, demostrando que pese a su corta edad está madurando rápidamente. Buenos movimientos en la zona y mucho mérito por pelear contra las torres blancas. El eterno Andrés Nocioni (15 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias) no tuvo su mejor partido, pero el Chapu siempre aporta en varias facetas y se echa el equipo a la espalda.