Un Madrid con los deberes hechos (6-0) y ya clasificado para el Top 16, visitaba la abarrotada cancha de un Brose situado en la parte baja del Grupo B (2-4) y en serios apuros para continuar en la competición. Partido de reencuentros, ya que dos ex-madidristas (Velickovic y D'Or Fischer) forman parte ahora del conjunto bávaro. Con esas premisas amaneció un duelo con intercambio de canastas y marcador muy bajo debido a los numerosos fallos en el tiro. Un rapado Velickovic se mostraba activo en el poste bajo, en la posición de cuatro que tanto le gusta.

Paulatinamente los alemanes iban dominando el ritmo del partido y todo les estaba entrando. La defensa del Madrid se mostraba demasiado impasible, por lo que los locales se llegaron a poner ocho arriba. En medio de la pájara merengue entró en pista Sergio Rodríguez. Gracias al Chacho las diferencias se minoraron, aunque el cañonero belga Anton Gavel seguía haciendo sangre desde el perímetro. Primer parcial tremendamente igualado que terminó con 20-20. Los bávaros se mostraban muy combativos.

Se mantiene el pulso

Tras la caraja inicial, el Madrid comenzó a ponerse las pilas guiado por la calidad deslumbrante de Nikola Mirotic. El ala-pívot se iba de sus marcas gracias a movimientos de manual, mientras que Rudy aparecía puntualmente para hacer daño desde lejos. Parcial de 1-8 para los blancos y tiempo muerto de Fleming. Pese a los intentos de reestructurar la defensa, los alemanes se estaban viendo claramente superados por la segunda unidad merengue, comandada por un Carroll muy activo desde el 6.75. El capitán Reyes volvía a disputar minutos después de perderse los últimos dos partidos.

Cuando parecía que el Madrid iba a romper el partido, entraron en pista Sharrod Ford y Jamar Smith, dos recambios de calidad que volvieron a situar al Brose en el duelo. De nuevo igualdad pese a que los blancos siempre iban ligeramente por encima en el electrónico gracias a las apariciones estelares del asesino mormón Carroll (3/4 en triples), corriendo el perímetro cual poseso para llegar y armar su muñeca. Final de la primera mitad (38-43) y a vestuarios con todo por resolver.

Dominio sin ruptura

Con esa ligera pero constante ventaja para los merengues transcurrieron los primeros minutos tras la reanudación. Un triple de Rudy en una posesión relámpago hizo que el Madrid rompiera la barrera psicológica de los diez puntos (42-53), propiciando un inmediato tiempo muerto del Brose. Aprovechando la ventaja, Laso fomentó más rotaciones y puso como base a Dontaye Draper. Gracias a ello, el juego ofensivo se cargó más en Rudy. El escolta balear culminó varias canastas individuales de mérito y la ventaja se iba acrecentando de manera inexorable.

Sin muchos aspavientos el Madrid estaba dominando claramente el duelo, apretando mucho más en defensa y dejando en evidencia a los bávaros en los uno contra uno. Pese a la superioridad de los merengues, el Brose tuvo un conato de reacción gracias a un parcial de 7-0. Esto sentó como un tiro a un siempre intenso Pablo Laso, que pidió tiempo y reprendió a los suyos. Los blancos se llevaron el tercer cuarto (49-60), pero todavía no podían relajarse.

Aparecen las estrellas

Los alemanes no daban por perdido el partido y volvían a la pomada gracias a los puntos de un Sharrod Ford en estado de gracia. Loable intento de remontada, pero el Madrid mantenía la ventaja gracias a las magníficas jugadas de calidad de Sergio Rodríguez. Pese a ser un asistente superlativo, el canario se estaba centrando en su faceta anotadora. Los aficionados que abarrotaban el Brose Arena llevaban a los suyos en bolandas, pero el Chacho permanecía on fire. Sin embargo, el resto del equipo parecía apático, y los alemanes se pusieron a sólo tres puntos (69-72) tras finalizar un 2+1. Tiempo muerto de Laso.

A falta de 3:00 minutos para el final las cosas estaban igualadas, pero apareció la calidad y saber estar de Mirotic y Rudy. Los dos cracks del baloncesto demostraron su madurez y nervios de acero enchufando en ataque y robando en defensa. Gracias a ello sellaron las posibilidades del rival y propiciaron la victoria del Madrid. Trabajado triunfo ante un Brose que se jugaba mucho y dio la cara incluso por encima de sus posibilidades. Final del duelo 69-89. Como un coche de carreras implacable, los merengues pisaron el acelerador en los compases finales y volvieron a desdibujar al rival.

Protagonistas

El Madrid despertó en la segunda mitad, y principalmente dos fueron los artífices de la nueva victoria. Nikola Mirotic (20 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 4/5 en triples para 21 de valoración) fue una torreta de alta precisión desde el perímetro, al tiempo que defendió con intensidad. Otra actuación para quitarse el sombrero de este fino estilista del baloncesto. Rudy Fernández (13 puntos, 3 rebotes, 8 asistencias, 4 robos para 20 de valoración) tampoco le fue a la zaga. Despliegue magnífico del escolta balear, demostrando que puede asistir como un playmaker y sus manos son muy rápidas.

También gran partido de Sergio Rodríguez (19 puntos, 4 asistencias, 3/5 en triples para 19 de valoración), otro killer que se encuentra en un estado de forma excelso. A la vez que cambia a su antojo el ritmo de los partidos, el Chacho enchufa desde múltiples posiciones y asiste con solvencia. Imprescindible. Subrayar también el enorme trabajo de Ioannis Bourousis (6 puntos, 12 rebotes, 4 faltas recibidas para 19 de valoración). El gigante heleno es una roca en defensa y un experimentado estratega que da una seguridad inigualable.

El Brose plantó cara y puso las cosas difíciles hasta el final. Destacar a Sharrod Ford (12 puntos, 8 rebotes), Maik Zirbes (12 punto, 5 rebotes), Anton Gavel (11 puntos) y Jarrod Smith (9 puntos, 4 asistencias). Todos hicieron un trabajo sobrio e incansable durante muchos minutos, pero las carencias se vieron en los momentos de la verdad, donde las figuras rivales les ganaron claramente en las marcas individuales.