El imparable Madrid visitaba la cancha de todo un clásico europeo para abrir el Top 16 de la Euroliga. Los serbios abandonaban su clásica Sala Pionir para albergar baloncesto en un pabellón aún más grande (más de 20.000 almas) y totalmente abarrotado con un ambiente infernal. Con esas premisas amaneció un duelo eléctrico, con posesiones rápidas por ambos bandos. Los locales tienen un equipo muy joven e inexperto, pero plagado de talento y llevado en volandas por la increíble marea humana que compone su afición. Fuego cruzado entre los dos conjuntos, pero los madridistas pagando el caserismo arbitral en la Euroliga y cargándose de personales de manera demasiado prematura.

Los blancos (hoy vistiendo el azul) fueron dominando ligeramente gracias a la calidad inigualable de Mirotic y Rudy. Lluvia de tortas en la pintura y lucha férrea en cada transición. El base norteamericano del Partizán Kinsay estaba haciendo daño gracias a su portentoso físico, pero por los merengues comenzaba a funcionar la maquinaria en bloque, por lo que abrieron una jugosa ventaja y cerraron el primer parcial con un favorable 17-29.

El Partizan se aferra al partido

Conscientes de que su equipo lo necesitaba, los aficionados balcánicos apretaban más que nunca. Gracias a ello consiguieron frenar el grifo anotador de los merengues, por lo que Laso pidió un inmediato tiempo muerto en el que fue claro: "hacerles trabajar que ahí encontraremos cosas. Moverles para terminar con el pick&roll". Los serbios seguían incisivos en cada defensa, robando balones gracias a marcar cual chicles y haciendo realmente incómodas todas las posesiones del Madrid. La afición no paraba de botar en las gradas, mientras las diferencias se recortaban a cada minuto (parcial de 15-8).

La momentánea caraja del Madrid fue cortada gracias a las buenas asistencias de Sergio Rodríguez, que repartió pases de lujo a sus compañeros. Pero los balcánicos estaban enchufados y su pívot Lauvergne (máximo reboteador de la Euroliga) comenzaba a producir tras un inicio taciturno. Resistiendo y haciendo la goma, los del Partizan se aferraban al encuentro. Con un engañoso 39-47 se llegaba al descanso. El Madrid se mostraba netamente superior, pero la intensidad de jugadores y afición rival auguraban un partido difícil.

Ganadores natos

Tras el descanso ambos conjuntos volvieron muy fríos a pista. Una ingente concatenación de errores en el tiro propició que el electrónico permaneciera clavado durante muchos minutos. Las defensas se seguían imponiendo sobre los ataques y el ritmo era espeso y cadencioso, lo cual nunca es positivo para los madridistas. Draper fue el fallido base durante todos estos minutos, mientras que el resto de compañeros parecieron contagiarse de la falta de acierto y actitud. Cuarto realmente pírrico con más naranjas y melones que tiros propiamente dichos, y que culminó con un cicatero 10-11. Pésimos diez minutos, pero los blancos seguían arriba (49-58).

Conscientes de su mayor calidad individual y superioridad de plantilla, los blancos salieron más concentrados en el último parcial. Defendieron de manera contundente y sacaron alguna canasta meritoria, aunque sin demasiadas florituras. Los del Partizan se veían impotentes para remontar el partido, por lo que cometieron numerosas personales y llegaron antes al bonus de faltas. De manera trabajada, y tras el último tiempo muerto de Laso, los blancos implantaron un parcial de 2-12 que cerraba el partido. Chacho volvió a ser decisivo gracias a su magia y capacidad de romper a los rivales. Sin duda la cancha de los serbios es complicada, pero los merengues se llevaron una merecida victoria por 64-80, comenzando el Top 16 con buen pie y ampliando su imperial racha de triunfos hasta el 26-0.

Protagonistas

Partido trabado en Belgrado. Pese a ello, una vez más volvió a destacar Sergio Rodríguez (16 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias, 4/8 en triples para 20 de valoración). Lo del Chacho ya es una tónica absoluta. Mortífero en los tiros desde la larga distancia y excelso en el manejo del balón. Si el partido se vuelve espeso y cadencioso, aparece el de La Laguna para irradiar baloncesto por los cuatro costados.

Enorme el encuentro de Rudy Fernández (16 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 2 robos para 20 de valoración). Cuando las cosas se ponen feas, los pabellones calientes y en contra, aparece el escolta mallorquín más híper motivado que nunca para derribar las defensas a base de calidad y bemoles. Cierra el triunvitaro de lujo Ioannis Bourousis (15 puntos, 10 rebotes, 8/9 en tiros libres, 7 faltas recibidas para 26 de valoración), otro monstruo del baloncesto europeo para el que las canchas adversas y ruidosas son el pan de cada día. El gigante heleno se comió a sus defensores en la zona y terminó intimidando a los rivales como un hombre contra niños.

Por el Partizan destacar al base estadounidense Terence Kinsey (17 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias para 18 de valoración), que se echó el equipo a las espaldas en varias fases del juego, y percutió contra la defensa merengue de una manera un tanto kamikaze, pero loable. En segundo plano Bogdanovic (15 puntos), un fino estilista y ex de la cantera madridista, que sin tener su mejor día suma a base de tremenda calidad, y Lauvergne (13 puntos, 13 rebotes), una auténtica máquina de capturar rechaces lleno de pundonor, pero limitado en otras facetas.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.