El impecable e imbatido Madrid recibía en el Palacio a un sorprendente Bayern de Múnich, que ha construido un poderoso equipo a base de talonario. Ambos conjuntos llegaban con 2-0 en el Top 16 y la sensación de que el duelo era un primer paso para ir decantando el disputado Grupo F. Bajo esas premisas comenzó un enfrentamiento igualado, con posesiones largas, estáticas y marcador escueto. Desde el inicio los pupilos de Svetislav Pesic pusieron en pista su entramado defensivo intentando atrapar a los blancos cual mosca en una telaraña. Cada transición costaba un mundo y las marcas eran pegajosas.

Desde la larga distancia teutona estaba percutiendo Lucca Steiger, que conectó dos triples venenosos forzando el primer tiempo muerto de Laso. El coach vitoriano exigió:"¿Podéis preocuparos cada uno de los vuestros? Hay que estar más agresivos". El parcial llegó al 9-16, mostrando que el Bayern es un equipo muy serio y perfectamente equilibrado. Moviendo perfectamente el balón en ataque y defendiendo con el culo pegado al suelo, los alemanes estaban dominando a los merengues como hacía mucho tiempo que no se veía. Con algo de polémica arbitral (como las dudosas tres personales de Llull), los del Bayern se llevaron el primer parcial 17-24. Partido difícil.

Tensa lucha de poderes

Tras el daño inicial, los de Laso salieron mordiendo en el segundo parcial. La primera rotación guiada por Sergio Rodríguez y Carroll cambió el cadencioso ritmo del partido e impuso un parcial favorable de 10-4. Las distancias se reducían sobremanera y ahora era el estratega Pesic el que se veía obligado a pedir tiempo. Tremendo vendaval de los blancos que le daban la vuelta al partido gracias a un tiro de cinco metros del asesino mormón. Gran reacción en la Rudy también puso clarividencia en los tiros de campo. Sin embargo, los teutones no se dejaron intimidar por el arreón y se mantenían en el electrónico con un afilado Steiger.

El eterno capitán Felipe Reyes conectó un 2+1 marca de la casa y levantó a los aficionando del Palacio de sus asientos. Los blancos habían tomado temperatura, pero el rival respondía con un triple de John Bryant. Auténtico duelo en el O.K. Corral y minutos de calidad baloncestística. Los dos equipos se estaban midiendo en la corta distancia a base de cañonazos, mientras que las decisiones arbitrales seguían levantando ampollas y Laso se tenía que morder literalmente la lengua en el banquillo para evitar la técnica. Benzig se sumaba a la orgía anotadora con un misil imposible, aunque los alemanes fueron los primeros en llegar al bonus de faltas. Impresionante cuarto que cerró el Chacho enchufando desde el perímetro sobre la bocina para firmar el 48-47.

Marea blanca

Sin el más mínimo respiro la segunda mitad comenzó con otra racha atronadora de un Madrid desenfrenado en ataque que impuso un demoledor parcial de 14-3. Tras el triple relámpago de Rudy, Pesic saltó cual resorte pidiendo tiempo muerto puesto que los merengues le estaban saltando las tuercas a los alemanes. El Bayern intentaba reajustar las defensas al máximo para frenar la sangría anotadora, y seguía cargando sus armas en el juego exterior, pero el Madrid se mostraba imparable. Los aficionados del Palacio animaban con más intensidad que nunca, liberándose un tanto del agravio arbitral sufrido en los compases iniciales.

Los blancos estaban forzando preciosas faltas de tiro que convertían de manera inmaculada (14/14 en libres) y la distancia rozaba ya los 20 puntos, demostrando que el Madrid encolerizado tiene una potencia de fuego temible. En los partidos calientes Rudy entra en modo microondas y estaba haciendo un tremendo roto a la defensa del Bayern con magníficos porcentajes de tiro. A la mínima reacción teutona Laso pidió tiempo y dijo encolerizado: "triples otra vez, hay que marcar y salir a defender a los pívots". Llevado por los nervios Pesic hizo un pésimo favor a los suyos y le pitaron una técnica que terminaba de poner la lápida a su equipo. Espectacular cuarto del Madrid que conectó la friolera de 41 puntos y lo cerró 89-68.

Rotunda victoria y protagonistas

La monstruosa ventaja alcanzada por los merengues les permitió gestionar el último cuarto y hacerse con el cómodo triunfo final. Laso seguía rotando el interminable banquillo blanco moviendo las piezas de un puzzle perfecto en el que todos los hombres salían motivados a pista y aportaban en las distintas facetas del juego. El tormento de los bávaros se prolongó, viéndose totalmente impotentes para remontar un partido que se las prometía feliz en los primeros minutos. Otra absoluta exhibición de un Madrid divino que destrozó al rival por un alienígena 111-87 entre los vítores del Palacio. Con ello ponen el 3-0 en el Grupo F del Top 16 y alcanzan la legendaria marca de 30-0 en victorias oficiales consecutivas. Imperial.

Entre los destacados remarcar con letras de oro el excelso partido de Rudy Fernández (24 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 5 faltas recibidas para 30 de valoración). El escolta balear destapó el tarro de las esencias mostrándose intenso y asesino en los porcentajes de tiro (4/7 en tiros dos, 4/6 en triples, 4/4 en libres). Fueron sus lugartenientes de lujo Nikola MIrotic (16 pts, 4 rbts, 3 asists, 21 de valoración), Sergio Rodríguez (19 pts, 7 asists, 23 de valoración), Sergio Llull (13 pts, 4 asists, 3/5 en triples) y Reyes (11 pts, 6 rbts). Simplemente imparables.

El Bayern comenzó muy serio y poderoso, pero ante la avalancha irrefrenable de los merengues se fue diluyendo cual azucarillo. Destacar el gran trabajo de Malcolm Delainy (22 puntos, 3 rebotes, 6 asistencias, 8 faltas recibidas para 23 de valoración), que fue el único capaz de aguantar el tipo durante todo el encuentro. En segundo plano Bryce Taylor (14 puntos, 4 rebotes), Lucca Steiger (12 puntos, 4/8 en triples) y Robin Benzing (12 puntos), intensos al principio, pero literalmente atemorizados al final.