Duelo entre gigantes europeos, dos de los conjuntos más laureados de todos los tiempos enfrentándose en la cuarta jornada del Top 16. El Madrid de los récords que marcha imperial frente a unos rusos poderosos y comandados por Messina, el ex-entrenador blanco. Muchos alicientes para aliñar un partido que comenzó con un ritmo lento, de transiciones largas y muy tácticas, lo que fomentó un marcador muy escueto. Cada canasta costaba un mundo y los buenos ajustes defensivos obligaban a tiros forzados por ambos bandos. Desde el inicio quedó claro que ambos conjuntos se respetan sobremanera y no querían ser los primeros en cometer errores.

Ante la ausencia de Kyle Hines era el ala-pívot Vorontsevich el que se estaba haciendo fuerte en la pintura. También causaba una notable baja para los blancos Jaycee Carroll, recuperándose de unas molestias en la rodilla. En el ecuador del cuarto y con 8-6 en el marcador, llegó el primer tiempo, demostrando que la lucha se vivía no sólo en la cancha, sino también en las estrategias de los entrenadores. Por el Madrid sólo veía aro Tremmel Darden, por lo que los moscovitas se fueron marchando en el electrónico. La incorporación de Krstic desde el banquillo terminó de desestabilizar la defensa merengue. Los de Laso vivieron minutos de electrocución y terminaron perdiendo el primer parcial por un contundente 23-10.

El CSKA desdibuja al Madrid

Los problemas del Madrid se siguieron reproduciendo en el segundo parcial como una auténtica pandemia. Una defensa desajustada que llegaba tarde a las marcas y nunca apoyaba con ayudas sumada a un ataque deslabazado, con malas selecciones de tiro y sin fuerza para luchar por el rebote ofensivo. Demasiados errores en un conjunto blanco desdibujado. Las diferencias se aumentaban por encima de los 15 puntos para un CSKA serio, matemático, que terminaba jugadas de pizarra y siempre encontraba hombres solos desde las esquinas. Una auténtica sangría que Laso intentó frenar poniendo en pista a sus especialistas defensivos como Marcus Slaughter.

La absoluta empanada de los blancos se materializaba en paupérrimos porcentajes de tiro, como el hediondo 1/9 (11 %) en triples. Viéndose apalizados por vez primera desde la final de Euroliga, Laso pidió un nuevo tiempo muerto intentado buscar una reacción anímica en sus irreconocibles pupilos. Los dos misiles consecutivos desde el perímetro de Sergio Rodríguez propiciaron una tímida reacción del Madrid, pero el experimentado Krstic seguía destrozando en la zona. A las malas noticias se sumaba que los blancos estaban cometiendo una ingente cantidades faltas y llegaron al bonus de personales. Gracias al pundonor del Chacho y la calidad de Mirotic la primera mitad terminó 40-30. Claro dominio local, pero todavía quedaba partido. 

Igualando la balanza

Tras la reanudación el Madrid firmó un magnífico parcial de 0-7 y volvió desde los mismísimos infiernos para apretar de nuevo el partido. Tremmel Darden seguía demostrando su inmensa sangre fría y saber estar en partidos tensos y Messina tuvo que pedir un inmediato tiempo muerto. Todo se reseteaba en un duelo realmente loco. Ahora los blancos estaban seleccionando mejor las canastas y comenzaban a dominar en ciertas individualidades, pero el CSKA no se ido había del partido por completo, y respondían con canastas de mérito. Buen intercambio de golpes entre ambos conjuntos en una lucha mano a mano mucho más lógica que la debacle de la primera mitad.

Pese a su evidente reacción, el Madrid seguía cometiendo errores graves como no cerrar el rebote defensivo, permitiendo segundas oportunidades a los rusos. Además los de Messina lanzaban rápidas contras con pases en largo, recetando su propia medicina a los blancos. Debido a ello los moscovitas volvían a marcharse en el marcador y rozar la barrera de los diez puntos. Los merengues no estaban dominando el ritmo del partido, y sólo se acercaban a base de arreones fomentados por la calidad individual indiscutible de sus hombres, pero no por un buen trabajo en grupo. Draper dio mayor consistencia a la defensa contra los bases rivales y cortó jugadas. De manera muy sufrida terminaba el tercer cuarto (59-55). Mucha tensión.

Se acabó la racha

El Madrid encaró el comienzo del último cuarto con dos bases para ganar en movilidad, pero eso le hizo perder en centímetros, y el armario empotrado Sasha Kaun se lucró haciendo un auténtico roto en la pintura. Las distancias aún rondaban los cinco puntos, pero el Madrid nunca lograba ponerse por delante en el marcador, y Rudy seguía totalmente ciego de cara al aro. Laso pedía calma desde la banda, consciente de que alguno de sus jugadores estaban jugando de manera precipitada al culminar las jugadas. Otro importante mazazo fue la fiabilidad de los rusos desde la larga distancia. Cañoneros de lujo como Fridzon o Micov tenían la muñeca caliente, pero también estaban tirando demasiado solos.

En los últimos cuatro minutos el partido se volvió bronco, por momentos rozando lo violento. Piques entre Bourousis y Krstic, y también entre Sergio Rodríguez y Teodosic. Parece que ganar al Madrid era demasiado importante para los rusos y saltó la testosterona en exceso. Lo cierto es el CSKA fue superior durante todo el partido y el Madrid siempre fue a remolque. Final con 85-71 y primera derrota de los blancos en los últimos 32 partidos. El Grupo F del Top 16 se aprieta sobremanera y deja una partido de vuelta muy caliente en el Palacio. Ahora Madrid y CSKA empatan con 3-1.

Protagonistas

Enorme partido de Nenad Krstic (18 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 7 faltas recibidas, 25 de valoración). El experimentado pívot serbio fue un auténtico tormento para sus defensores y superó a todos ellos en las marcas. Estuvo saneado en los porcentajes de tiro y se permitió meter un triple, demostrando que su muñeca funciona a la perfección.

Gran encuentro también de Andrey Vorontsevich (14 puntos, 3 rebotes) que comenzó el partido como una moto y luego fue dando el relevo a sus compañeros. Los dos cañoneros oficiales Vladimir Micov (14 pts, 3/3 en triples) y Vitali Fridzon (11 pts, 4 rbts) hicieron mucho daño en momentos puntuales. Cierra el grupo de derribo el polivalente Víctor Khryapa (4 pts, 6rbts, 9 asists), que está vez se dedicó a hacer de falso playmaker, demostrando su inmensa calidad.

Por el desdibujado Madrid destacar sobremanera el esfuerzo de Sergio Rodríguez (19 puntos, 3 triples, 4/4 en libres, 19 de valoración). El Chacho le puso pundonor al partido y fue de los pocos que se mantuvo concentrado hasta el final. Sergio Llull (15 puntos, 4 asistencias, 3/4 en triples, 18 de valoración) acercó al Madrid en algún momento gracias a sus misiles desde el perímetro y le puso fe al duelo. En segundo plano Mirotic (13 puntos, 5 rebotes) y Tremmel Darden (11 puntos).