La jornada vespertina del jueves daba el pistoletazo de salida con el encuentro que inauguraba la Copa del Rey 2014. Un Carpena más colorido que nunca daba la bienvenida a los dos equipos encargados de descorchar la botella de la fiesta del baloncesto español, Real Madrid y Herbalife Gran Canaria.

A priori, los blancos partían como favoritos al llegar a la Copa como líderes invictos de la Liga Endesa. Y sin duda, ha vuelto a demostrar en la pista por qué son actualmente el equipo más temido de Europa.

Vendaval blanco

Llegaba como favorito, y para nada defraudó el arranque de los de Pablo Laso. La maquinaria blanca, como viene siendo habitual, puso en marcha su apisonadora y entre Rudy y Mirotic endosaron el primer parcial (14-6), lo que obligó a Pedro Martínez a pedir tiempo muerto. Aunque de poco sirvió, pues únicamente anotarían 3 puntos más los canarios, por 5 de los madridistas. 19-9 al término del primer cuarto.

Ya en el segundo periodo, la intensidad madridista no cesó en ningún momento y el acierto que mostraban era tremendo. Cabe destacar la figura de Sergio Rodríguez que, una vez más, volvió a darle la frescura habitual al juego de su equipo y además, dejaba su huella con un par de jugadas espectaculares. Por parte del Gran Canaria, únicamente Oliver y Tavares lograban anotar para mantener a los isleños en el partido. Pese a todo, la superioridad era muy evidente y el choque llegó al descanso con 21 puntos de diferencia (41-20).

Monologo blanco el que pudimos ver durante toda la primera mitad del encuentro, con un Mirotic superlativo en ataque (11 puntos, 2 rebotes y 13 de valoración), y por parte del conjunto amarillo, Samuel Tavares era el único que sostenía a su equipo con 8 puntos, 3 rebotes y una valoración de 12.

Tras la salida de vestuarios, el Real Madrid no bajó el pistón, no estaban por la labor de dar ningún tipo de tregua a los de Pedro Martínez. Con un acierto menor en ataque, los de Laso demostraron porque también son la mejor defensa de la liga. Pese a todo, los canarios lograron ganar el parcial del tercer periodo (20-23), aunque la diferencia en el marcador muy considerable aun (61-43).

Para poco más dio el último cuarto, al que se entró con el choque prácticamente resuelto. Los últimos 10 minutos fueron un constante intercambio de canastas. Además, mientras los equipos ponían el espectáculo, las aficiones daban ritmo a la fiesta. Al final del encuentro se llegó con el resultado de 83-60. La sofisticada maquinaria de Pablo Laso ha dado el primer paso hacia su objetivo final. La conquista de la Copa.