Último partido de la primera vuelta del Top 16 de Euroliga en el Grupo F. Un Madrid co-líder y con una racha monstruosa de victorias oficiales frente a un clásico como el Zalgiris, al que se enfrentó y apalizó en la ronda anterior. Los blancos sufrían las bajas de Carroll (esguince de tobillo) y Draper (rotura del dedo gordo del pie derecho). Los lituanos no podían contar con Darius Lavrinovic, recientemente fichado por el Valencia Basket. Con esas premisas amaneció un duelo de alternancias en el marcador, posesiones precipitadas y pésimos porcentajes de tiro desde más allá del perímetro. La fulgurante contra del Madrid culminada por Rudy obligó a Stombergas a pedir el primer tiempo muerto del encuentro.

Como respuesta, el núcleo duro de los lituanos comandado por Justin Dentmon y el veterano Javtokas, fabricaron buenos puntos que mantenían a los suyos en el partido. Pese a ello, el Madrid seguía dominando el ritmo y fue el primero en disfrutar el bonus de personales. Los bálticos perdieron varios balones consecutivos perfectamente aprovechados por unos blancos que huelen la sangre y no perdonan errores. El triple imperial de Mirotic y las buenas combinaciones dentro de la pintura permitieron a los merengues culminar el primer cuarto con una jugosa ventaja de 34-21. Puro Run&gun de los merengues, masacrando al rival a base de voltios.

Un Madrid implacable

En el segundo parcial se mantuvieron las diferencias con fuego cruzado durante varios minutos. La polivalencia en las combinaciones del Madrid era muy superior a la del Zalgiris. Especialmente destacado el trabajo del chaval Dani Díez, que erupcionó desde el banquillo para dar minutos de consistencia defensiva y puntos en ataque. Bajo la batuta del Chacho y con Mirotic repartiendo lecciones de baloncesto en la pintura, los merengues seguían percutiendo el aro lituano y demostrando superioridad en todas las facetas del partido.

La zona 3-2 de los blancos estaba dando excelente resultado. Salah Mejri disfrutaba de más minutos de lo habitual debido a las prematuras faltas de Bourousis, pero solventaba la papeleta con notable, intimidando con su inmensa envergadura y defendiendo bien en estático. Primera mitad ampliamente dominada por el Madrid, que se marchaba al descanso con un taxativo 60-37. Todo un festival anotador potenciado por la superiorid en tiros de campo (72% del Madrid por 50% del rival) y los rebotes (18 a 13). Evidente alegato para cerrar la primera mitad y prácticamente sentenciar el partido.

Paliza en toda regla

Para sellar definitivamente el partido apareció de manera fulgurante Rudy Fernández. El escolta balear erupcionó con dos triples consecutivos y una magnífica canasta a aro pasado. La distancia superaba ya los 30 puntos y el duelo se había transformado en una auténtica orgía de puntos por parte de los merengues. Paliza en toda regla con transiciones rápidas y acertadas del Madrid aprovechando la defensa de brazos lánguidos de los bálticos. El Madrid había horadado definitivamente la piedra y subyugado a un Zalgiris que hincaba la rodilla. Los verdes prácticamente se despedían del partido y la lucha por sobrevivir en el Top 16. Final del demoledor tercer cuarto con una escandalosa ventaja de 92-50. Stombergas seguía protestando en la banda, pero era el único que parecía vivo en las abatidas filas de los lituanos. Paliza de escándalo.

Con un abismo cercano a lo sonrojante en el electrónico, el Madrid se limitó a dejar transcurrir los minutos y cosechar otra victoria en la Euroliga. Partido demoledor, contundente y sin perdón de los pupilos de Laso, que salieron concentrados e incisivos desde los instantes iniciales y demolieron las tenues defensas de un Zalgiris muy blando e inconsistente. El duelo culminó con una contra explosiva culminada de manera espectacular por el gigante Mejri, todo un festín. Final del partido con una resultado abrumador de 108-72, que permite al Madrid recuperar el liderato del Grupo F y aumentar su basketaverage de manera exponencial. Todo un recital de jugadas espectaculares ante un rival que se convirtió en auténtico cadáver casi desde los compases iniciales. Con el aplastante triunfo el Madrid alcanza el 6-1 y da un golpe en la mesa del Grupo F.

Protagonistas

Implacable Madrid con números de fantasía en el que varios jugadores masacraron al rival. Monstruoso Sergio Llull (15 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias, 28 de valoración). El Aeroplano de Mahón volvió a sobrevolar el espacio aéreo rival con una contundencia insolentemente incontestable. Rudy Fernández (20 puntos, 4 asistencias, 4/8 en triples, 19 de valoración) fue otro factor clave que le saltó las tuercas y tornillos a los bálticos de manera insolente. A la orgía de juego desatado se sumaron Sergio Rodríguez (12 puntos, 3 rebotes, 9 asistencias, 20 de valoración) y el gigante tunecino Salah Mejri (7 puntos, 9 rebotes, 4 robos, 2 tapones, 7 faltas recibidas para 20 de valoración). Ojo que el africano está en un momento excelente de forma.

Por el desdibujado y apalizado Zalgiris tan sólo cabe destacar a Justin Dentmon (21 puntos, 4 rebotes, 6 asistencias, 17 de valoración), sin duda el mejor de su equipo, insuficiente para dar guerra a los blancos, pero luchador durante la mayor parte del duelo. En segundo plano el veterano Javtokas (15 puntos), que siempre se parte la cara en la pintura, pero el resto del equipo fue una calcomanía irrisoria.

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.