Segundo duelo consecutivo en el Palacio. Tras el festín en Euroliga, el líder imbatido Real Madrid recibía en la competición doméstica a un Tenerife algo venido a menos tras la significativa marcha de su hombre franquicia Blagota Sekulic (acumulan seis derrotas consecutivas). Además, su relevo Lazaros Papadopoulos se ha resentido de la rodilla, por lo que club y jugador han decidido de mutuo acuerdo rescindir su breve contrato. Con esas premisas amanecía un partido de baja anotación y muchos errores en los tiros. Ambos conjuntos se mostraban ciegos desde la larga distancia y el electrónico subía de manera agónica, a cuentagotas.

El argentino Juan Pi Gutierrez estaba haciendo daño en la pintura, siendo el baluarte ofensivo de los isleños. El Madrid no se encontraba cómodo en pista y abusaba en exceso de triples precipitados. Paulatinamente fueron cambiando de estrategia y se centraron en arrastrar a los hombres altos y buscar la puerta atrás. Darden se cargó con dos personales prematuras y el equipo llegaba al bonus. Minutos de alternancias en el marcador y los dos conjuntos bailando un chotis. Sergio Rodríguez salío a pista para anotar una bandeja de calidad y Alejandro Martínez pedía el primer tiempo muerto. La segunda unidad merengue hizo mucho daño a los canarios y el primer cuarto culminó 21-16.

El Tenerife resiste con honor

El segundo parcial comenzó con la entrada a pista de Sául Blanco, duda hasta última hora, que despejó todas las elucubraciones sobre su estado físico con un mate de raza y un triple consecutivos. El partido se calentaba tras los pasos que le pitaron a Dani Díez cuando ya la estaba metiendo para abajo. Las transiciones se estaban acelerando de manera frenética, y el Tenerife se mostraba tremendamente concentrado. Los canarios robaron varios balones consecutivos que materializarton en mortales contras y daban la vuelta al marcador. Parcial monstruoso de 5-13 y el Madrid totalmente desubicado. Los tiros exteriores seguían sin entrar, y los blancos se mostraban preocupantemente ausentes en los rebotes (26-29 en el ecuador del cuarto).

Al rescate llegó Sergio Rodríguez. El Chacho estaba siendo el único de los merengues capaz de ver el aro con cierta solvencia. Absolutamente on fire el de La Laguna se echó el equipo a las espaldas y enchufaba desde el perímetro el primer triple de los suyos. Parece que híper motivados por el canario, el resto de compañeros se vinieron arriba, y Llull también encontró el modo francotirador. Pero el Tenerife no se amedrentaba y Juan Pi Gutiérrez estaba volviendo locos a sus defensores. Gracias al triple sobre la bocina del Chacho, la primera mitad culminó 41-40. Duelo muy abierto y los canarios muy serios y luchadores.

Los blancos sufren

La encarnizada pugna se mantuvo tras la reanudación. Mirotic conectaba su primer triple del encuentro tras una primera mitad muy desacertada, pero Luke Sigma respondía sacando puntos de gladiador en la pintura blanca. Con los dos conjuntos desatados se vio un magnífico intercambio de canastas, una lucha a cara de perro en que se rifaban tapones en la zona y rápidas contras cada vez que alguien cometía el mínimo error. El Madrid no conseguía despegarse de los tinerfeños, mientras Laso deambulaba dubitativo en la banda, buscando soluciones ante tan enquistado duelo. El malestar de los merengues se materializaba en la tercera personal de un ausente Mirotic.

Tras el tiempo muerto del coach vitoriano del Madrid, los blancos recrudecieron las marcar y cargaron mucho más la presión en la defensa. La consecuencia fue secar el grifo de los canarios, pero cargándose de faltas personales, por lo que llegaban al bonus. Varias decisiones arbitrales cuanto menos dudosas, permitieron a los isleños sumar desde la línea de tiros, con el consiguiente enfado generalizado del Palacio. Auténtica pelea en la que el Tenerife aguantaba los golpes y respondía con desparpajo. El triple de Heras y los libres de Egoyen permitieron a los isleños cerrar el tercer parcial con 54-59. Partidazo de los canarios.

Despertando al final

Minutos finales, con un Madrid contra las cuerdas y enorme empanada en los rebotes. Los tinerfeños estaban ganando todas las segundas oportunidades, mostrando una lucha y concentración encomiables. El triple inmenso de Felipes Reyes con falta a Rudy incluida, pareció despertar por fín a los blancos. El Madrid apretaba el acelerador e imponía un parcial de 11-2, por lo que Alejandro Martínez pedía un inmediato tiempo muerto. Sergio Rodríguez cogió la batuta de la orquesta merengue, mientras que Llull se centró definitivamente en la faceta de escolta bajo. El resultado fue positivo y el Aeroplano de Mahón enchufó un triple diáfano desde la esquina. Los de Laso abrían una ligera ventaja en el marcador.

Le había costado un mundo, pero la bestia blanca parecía desencadenarse definitivamente con otro nuevo triple de Llull. Los tinerfeños aún respondían con alguna canasta en la pintira de Sigma, o las entradas de Blanco, pero su potencia de fuego era cada vez menor. Ello fomentó que los canarios se precipitasen en ataque y el Madrid robara muchos balones. El parcial del último cuarto fue asesino (33-17) y los blancos se hicieron con un nuevo triunfo, mucho más sufrido de los esperado. Final del partido con 87-76. Los merengues alcanzan el 21-0 en la Liga Endesa, una marca insultante. El Iberostar Tenerife planteó un partido magnífico, pero los minutos jugaron a favor de la infinitamente superior calidad de los merengues.

Protagonistas

Tres hombres dominaron de manera excelsa por el Madrid. En la pintura erupcionó el eterno capitán Felipe Reyes (18 puntos, 4 rebotes, 2 robos, 7 faltas recibidas, 27 de valoración). Espartaco se partió la cara en los momentos de intensidad y reforzó sobremanera a los suyos cuando más perdidos se encontraban en el partido. Completó su actuación con porcentajes de tiro encomiables (4/5 en tiros de 2, 1/2 en triples, 7/9 en libres), ratificando que su muñeca ha mejorado exponencialmente con los años.

Monstruoso partido de los dos Sergios. De nuevo la pareja letal, Zipi y Zape, volvieron a masacrar al rival. Sergio Rodríguez (22 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias, 4/7 en triples, 22 de valoración) fue un torbellino a los mandos y conectó desde la larga distancia sin piedad. Sergio Llull (20 puntos, 4 asistencias, 3 robos, 3/5 en triples, 22 de valoración) le volvió a dar la perfecta réplica que cierra todos los partidos con victoria a base de apisonadora. Tanto el Chacho como el Aeroplano de Mahón están en modo superlativo.

Impresionante y encomiable partido del Iberostar Tenerife. Destacar sobremanera a Juan Pi Gutiérrez (15 puntos, 8 rebotes, 17 de valoración), que estuvo incisivo en varias facetas del juego y dio la cara en los momentos difíciles. También brillante la actuación de Saúl Blanco (15 puntos, 5 rebotes), recién recuperado de una lesión, pero que salió como una moto y percutió contra la férrea defensa merengue sin ningún miedo. Cierran el grupo de destacados Ricardo Úriz (12 puntos, 5 rebotes, 4 robos ) y Luke Sigma (10 puntos, 5 rebotes), que también aportaron sin complejos.