Segundo asalto en el Palacio apenas 48 horas después de la primera batalla que venció merecidamente el Madrid. Los blancos con la baja de Draper (se fracturó un hueso del brazo derecho y estará fuera toda la serie), frente a unos helenos heridos en el orgullo, y más competitivos que nunca. El partido amaneció como terminaba el anterior, con canasta de Rudy, que comenzaba a marcar su territorio desde los compases iniciales. Comienzo un tanto errático en el manejo de balón, con ambos equipos perdiendo posesiones y fallando canastas fáciles. El triple de Spanoulis era respondido por otro misil de Rudy, y la igualdad imperaba en el electrónico.

La anotación por parte de los helenos se encontraba más repartida que en el primer partido, todos parecían concienciados en tirar y así impedir que Spanoulis estuviera demasiado sobremarcado. Dunston se hacía fuerte en la pintura y sumaba a base de rebotes ofensivos. A cambio el Madrid tiraba de sus jugadas clásicas, como el alley-oop culminado por un Rudy volador, o el triple desde la frontal de un afilado Mirotic. Los blancos se estaban calentando desde la larga distancia y también Llull se sumaba a la fiesta del 6.75. El Madrid apretó el acelerador aprovechando que los griegos habían llegado ya al bonus de personales, y bajo la batuta virtuosa de Sergio Rodríguez cerraron el primer cuarto 30-23.

El Madrid bombardea desde el perímetro

Más rotaciones blancas en el segundo parcial. Ahora era Felipe Reyes el que pisaba la pista y lo primero que hacía era enchufar otro triple, tremenda la confianza con la que los merengues están tirando de tres, incluso los que no son expertos en esta materia. Muñecas afiladas y Espartaco Reyes dándose un festín aprovechando que los helenos tenían una importante caraja en las marcas. La ventaja del Madrid se iba por encima de los diez puntos, y el Olympiacos comenzaba una estrategia kamikaze, concientes sus hombres de que el rival les estaba cociendo a tiros decidieron tirarse a por el aro buscando personales. 

El dominio merengue era evidente en todas las facetas. Salah Mejri puso un pincho estratosférico que terminaba de amedrentar a los griegos. Bartzokas pedía tiempo muerto y abroncaba a los suyos, totalmente indignado con la pasividad e impotencia de sus pupilos. Tras varios minutos de electrocución, el Olympiacos volvió a centrarse en la defensa y a seleccionar mejor los tiros, con un Petway muy acertado de cara al aro. Con mayor tensión se volvió a vivir otra falta antideportiva contra Rudy con la consiguiente tangana, que empieza a ser una tónica de la serie. Desde luego ambos conjuntos se tienen muchas ganas y se reparten de todo menos caramelos. Gracias a la canasta de fantasía del Chacho con crossover incluido la primera mitad terminó 53-44. Impresionante el Madrid desde el perímetro (9/13 en triples, 69% de aciertos).

Manteniendo la ventaja

Tras la reanudación Spanoulis volvía fresco a pista y los griegos apretaban de nuevo el marcador. Aún haciendo un encuentro discreto el Olympiacos no se marcha nunca del partido. Cuarto al estilo acordeón en el que las distancias se comprimían y alargaban por fases. El Madrid parecía tener el partido controlado, pero las faltas jugaban en su contra. Mirotic se cargaba con su tercera personal de manera prematura y visitaba el banquillo. Los árbitros cobraban protagonismo y frenaron mucho el duelo, pitando hasta los mínimos contactos. El Madrid llegaba al bonus cuando aún restaba un mundo del cuarto.

En las gradas del abarrotado Palacio, varios jugadores del equipo de fútbol reciente ganador de la Copa del Rey, animaban con fervor como un aficionado más. Momentos de Sergio Llull, que tomaba el mando de la anotación con unos magníficos porcentajes de tiro. Tras la lesión de Draper tanto el menorquín como el Chacho deberán jugar más minutos, pero ambos se encuentran en un portentoso estado de forma. Otro tiempo muerto de Bartzokas. Su equipo no se iba del partido pero tampoco conseguía dar el empujón definitivo, zozobrando en una desventaja de diez puntos. Final del cuarto con 70-62 y mucho por decifir aún.

Sufriendo demasiado

Último parcial muy espeso en los tiros, por lo que el marcador se quedó clavado durante varios minutos. El Olympiacos tenía un mal día tirando a canasta, pero la potencia física de Dunston y Petway les permitía capturar rebotes ofensivos y dar preciosas segundas oportunidades a sus compañeros. Muchas personales y tiempos muertos estaban rompiendo totalmente el ritmo del partido, y aunque los helenos no conseguían acercarse demasiado, el Madrid había perdido sensaciones. Al rescate llegó Nikola Mirotic, que no anotaba puntos desde el primer cuarto, pero se reactivó en el momento oportuno.

Una magnífica canasta a aro pasado de Spanoulis cuando restaban dos minutos para el final del partido ponía a los helenos por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos. Parcial de 0-8 que hizo mucho daño y obligó a Laso a pedir tiempo, el coach vitoriano gritó: "un robo y una bandeja fácil, no podemos permitir esto ya". Terrible empanada del Madrid en los compases finales, ciego de cara al aro durante minutos. Olympiacos tuvo que hacer faltas de tiro, por lo que el partido se alargó mucho y tuvo agónico final. Pese a todo el Madrid se llevó el duelo (82-77) y pone un categórico 2-0 para viajar a Atenas con las primeras bolas de partido. 

Protagonistas

El mejor del duelo fue un excelso Ioannis Bourousis (19 puntos, 10 rebotes, 7/10 en tiros de dos, 24 de valoración). El gigante heleno fue un martirio para sus compatriotas y se mostró rocoso en la defensa y acertado en el ataque. Las incorporación del center ha sido clave para la mejora en el balance ataque-defensa del equipo, y su calidad comparada con la de Begic es desmesurada. Buen partido de nuevo de Rudy Fernández (15 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 3 robos), el balear es un hombre orquesta que aporta en todas las facetas del juego con brillantez.

En segundo plano destacar a Nikola Mirotic (14 puntos, 4 rebotes, 2 robos, 5 faltas recibidas), que no estuvo acertado en los puntos, pero ayudó mucho en los instantes finales de caraja blanca. Una vez más los dos Sergios hicieron un buen partido, ganando minutos tras la lesión de Draper. Llull (11 puntos, 3 rebotes, 7 asistencias) fue esta vez el mejor asistente del equipo, mientras que el Chacho (11 puntos, 5 asistencias) estuvo algo más discreto, pero ayudó mucho en la defensa a Spanoulis.

Por Olympiacos nombrar precisamente al propio Vassilis Spanoulis (18 puntos, 5 rebotes), al que los blancos están haciendo una defensa coral que le impide calentarse del todo, pero siempre suma puntos gracias a su inmensa calidad. Matthew Losejki (13 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, 21 de valoración) fue una ayuda incansable desde el banquillo, dando un gran rendimiento en los momentos finales. Por último nombrar a Bryant Dunston (13 puntos, 9 rebotes) y Brent Petway (12 puntos, 3 asistencias), que aportaron músculo e intensidad a los suyos.